Grace Logroño, de Grey’s Snacks, ha recibido la colaboración de Ninakay y ConQuito.

Grace Logroño, de Grey’s Snacks, ha recibido la colaboración de Ninakay y ConQuito.

Un espaldarazo a la economía social

23 de marzo de 2017 15:52

Una empresa social y solidaria. Así es como definen sus directivos a Ninakay.
Esta es una organización que impulsa el desarrollo de emprendimientos a través de tres principios: la cultura de solidaridad, el desarrollo del ser y la aplicación de conocimientos técnicos.

Ninakay trabaja desde el 2010 y se ha concentrado en las prácticas de la economía popular y solidaria (EPS) y de comercio justo. El trabajo que realiza con los emprendedores incluye las actividades en red, la asociatividad, el rescate de la interculturalidad, entre otros.

Rubén Zapata, presidente de la organización, explica que él y otros integrantes de la misma trabajan por más de 30 años en temas vinculados a emprendimiento, desarrollo comunitario, etc. Actualmente, dice, el ente cuenta con dos programas estrella.

Se trata de Pesi Impulsar, que se ha desarrollado en los dos años anteriores, y de Pesi Crecer. Estos se llevan a cabo en alianza estratégica con la Agencia Metropolitana de Desarrollo Económico (ConQuito) desde hace dos años.

En el primero artesanos, asociaciones comunitarias, empresas familiares, entre otros, desarrollan actividades para mejorar la gestión de sus negocios. En el segundo, los beneficiarios identifican sus necesidades y buscan soluciones para las mismas.

Xavier Albuja, coordinador técnico de ConQuito, indica que en la primera fase de Pesi Impulsar hubo 35 beneficiarios y 71 en la segunda. Ahora están iniciando el segundo programa .
Una de las personas que participó en Pesi Impulsar y que participa en Pesi Crecer es Patricia Ruiz, del negocio textil Apogeo.

En un inicio ella fabricaba camisetas pero, con el aprendizaje en el programa, desarrolló una mejor alternativa y ahora produce chompas para personas que hacen senderismo, caminata y montaña. “De la chompa sale un canguro y también se puede hacer una mochila de cuerdas”.
Ella destaca las enseñanzas recibidas por los representantes de Ninakay, entre las que está Ruth Bolaños, la gerenta general.

“Pensamos y estamos convencidos de que si no desarrollamos a las personas, si no cambiamos los limitantes, va a ser difícil poder emprender”, dice Bolaños. También trabajan en innovación de productos, con marca, empaque, etc., para que compitan en el mercado. “Les damos a los emprendedores herramientas para vender”.

Otro de los objetivos que tiene la organización es la valoración de los productos propios del país y el impulso de la soberanía alimentaria. Eso lo han observado los directivos en emprendimientos como Zapallito Dulce, que fabrica productos en base a zapallo.

También están negocios como los que hacen pasteles con productos andinos, como amaranto, chochos, quinua, entre otros.

En este marco se conjuga otro elemento de trabajo de Ninakay, que es el acercamiento entre el campo y la ciudad. Para Tapia, las dos áreas pueden trabajar en conjunto y desarrollar redes de labor.

La esencia del comercio, desde la concepción de la organización, es colaborar y no competir. Asimismo, trabaja en la inclusión de grupos sociales vulnerables como las personas de la tercera edad.

Bolaños destaca el accionar de una agrupación de jubilados en la zona de Píntag, que desarrolló un emprendimiento social, a través del cual arma canastas de productos agroecológicos y las distribuye a otras personas de la tercera edad que, por diversas circunstancias, tienen dificultades para salir de sus viviendas.

Asimismo, otro ejemplo es el de la Asociación Comunitaria de Desarrollo Integral que atiende desde hace 18 años a niños cuyas madres trabajan y no tienen quién les cuide, así como personas de la tercera edad solas o vulnerables.

Ninakay no solo trabaja en el Distrito sino que también ha participado con colaboración con Organizaciones no Gubernamentales y Gobiernos Autónomos Municipales de provincias como Tungurahua e Imbabura.