Aitquaid es un emprendimiento estudiantil de la Espoch. Es un robot para superficies irregulares. Foto:Glenda Giacometti/ El Comercio

AiQuad es un emprendimiento estudiantil de la Espoch. Es un robot para superficies irregulares. Foto:Glenda Giacometti/ El Comercio

Innovación dirigida a la comunidad

22 de February de 2015 16:18

Cuando AiQuad, un robot hexápodo, empieza a recorrer por una superficie esquivando todo tipo de obstáculos, parece que se tratara de un vistoso juguete a control remoto. Pero en realidad es un robot autónomo, equipado con una red neuronal artificial que le permite aprender y tomar decisiones.

Ese es uno de los inventos más sofisticados diseñado por los alumnos de la Facultad de Ingeniería Electrónica de la Espoch. AiQuad puede desplazarse por cualquier terreno irregular sin perder el equilibrio, cada una de sus patas está equipada con motores, sensores y velocímetros que le permiten mantenerse erguido y avanzar incluso en las pendientes.

Esa tecnología fusiona la genética artificial, con la electrónica y la programación, y podría ser útil para desarrollar robots que cumplan tareas específicas, como el transporte de químicos nocivos, exploradores en estructuras colapsadas, entre otras tareas peligrosas para el ser humano.

La investigación y la innovación tecnológica son puntales importantes en el objetivo de los docentes de la Espoch, un centro de estudios que acoge a 18 000 estudiantes de todas las provincias del Ecuador y está ubicado en el noreste de Riobamba.

Fernando López y Cristian Machuca, de 24 y 23 años, son los creadores de AiQuad. Con él esperan concursar este año en las ferias del conocimiento que se cumplirán en el país, y ganar así preseas y trofeos para ser exhibidos en la vitrina de la facultad, donde hay decenas de ellos.

“Promover la creatividad en los alumnos es punto importante en nuestra tarea. Siempre buscamos motivar el ingenio y el desarrollo de nuevas tecnologías, como esta, para contribuir al desarrollo del país”, comenta Gloria Vanegas, tutora del proyecto electrónico.

Pero ese, es solo uno de los cientos de proyectos de este tipo que los estudiantes desarrollan en conjunto con sus profesores. Los estudiantes de la Escuela de Ingeniería en Gestión del Transporte, se instruyen sobre cómo la robótica facilita la vida en cuestiones cotidianas, como la movilidad.

Ellos cuentan con kits robóticos de aprendizaje y junto con su maestro, Óscar Espíndola, piensan en nuevos dispositivos que les permitan controlar el tránsito. “Las posibilidades son infinitas, se puede contar a los pasajeros que se suben a un bus o tren… Lo importante es que los estudiantes piensen en soluciones para cuestiones relacionadas con su carrera”, cuenta Espíndola.

Para los administrativos de la Espoch, el adelanto académico de sus estudiantes y los proyectos relacionados con la investigación de nuevas tecnologías es una importante contribución en el proyecto gubernamental para el cambio de la matriz productiva.

“No solo estamos generando conocimiento profesional en distintas áreas, sino que también estamos formando profesionales conscientes de nuestra realidad nacional y comprometidos con el desarrollo del país”, dice Marcelo Méndez, asesor del Rectorado.

Para involucrar a los estudiantes con la comunidad, las autoridades destinaron un presupuesto de USD 136 000 que se invirtieron en la primera fase de 12 proyectos relacionados con las líneas de investigación de cada carrera, que benefician a los sectores considerados vulnerables.

Los estudiantes de la Escuela de Promoción de la Salud, por ejemplo, trabajan en los Centros de ­Infantiles del Buen Vivir, promovidos por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) en los 10 cantones.

Cristian Montesdeoca es uno de los 60 futuros promotores involucrados en el proyecto. “La idea es desarrollar planes nutricionales, hábitos de higiene, incluso prevención de violencia intrafamiliar con los niños y sus familias”, cuenta Montesdeoca.

Otro proyecto desarrollado por los estudiantes de la Facultad de Administración de Empresas, consiste en asesorar a los pequeños y medianos emprendimientos de la provincia. En la primera fase, 50 negocios se beneficiaron con esta iniciativa.

Los educandos capacitan a los empresarios y sus empleados sobre el mejoramiento de la calidad de sus productos y servicios, planes de negocios, atención al cliente, entre otras tareas.