El ingeniero químico Rómulo Delgado dirige esta empresa que tiene activos por USD 400 000. La fábrica está en el norte de la capital azuaya. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

El ingeniero químico Rómulo Delgado dirige esta empresa que tiene activos por USD 400 000. La fábrica está en el norte de la capital azuaya. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

La apertura de una cafetería es su apuesta

29 de octubre de 2019 16:37

La empresa Dulces de Alicia inauguró la semana pasada una panadería y cafetería en el sector de El Descanso, en el límite provincial entre Azuay y Cañar. Forma parte de la estrategia de innovación de esta firma cuencana, que tiene 20 años en el mercado.

La intención es mejorar el flujo de caja. Según el gerente de Dulces de Alicia, Rómulo Delgado, si bien es importante estar en las cadenas, también se apunta a mejorar el ingreso de dinero en efectivo para seguir trabajando. Además, quieren llegar de una manera más directa a la ciudadanía.

Se escogió El Descanso, al norte de Cuenca, porque es una zona estratégica ya que es el paso obligado para viajar a los cantones nororientales de Azuay como Gualaceo, Chordeleg, Sígsig, Paute, entre otros, y Morona Santiago. Además, es una de las dos carreteras para llegar a Cañar.

La inversión en la apertura y equipamiento de este local bordea los USD 7 000. La expectativa es abrir más locales en los próximos años ya sea de forma directa o mediante franquicias. “Pero primero es necesario aprender sobre la atención al cliente, que junto con un producto de calidad, son los pilares para que funcione este tipo de negocio”.

Delgado dice que desde la creación de la empresa aprendieron a vender, a hacer negocios, a buscar cómo llegar a las grandes cadenas, incursionar en nuevas líneas de producción, entre otros aspectos.

En la actualidad, tienen tres líneas de producción, que agrupan a 32 ítems. La primera se centra en la elaboración de la quesadilla, que representa el inicio de este emprendimiento. La madre del gerente Rómulo Delgado empezó elaborando 60 quesadillas diarias de forma artesanal. En la actualidad, hacen 18 000 diarias en su fábrica ubicada en la zona de Capulispamba, al norte de Cuenca.

La segunda línea de producción son los dulces. Son 10 variedades como los tradicionales de Corpus Christi y otros como los alfajores. Finalmente, la tercera es la de panificación y se desarrolló hace siete años. Arrancaron con variedades como mestizo, cuencano, de huevo, de Carnaval, enrollado, de dulce y otros. Según Delgado, desde hace un año optaron por diversificar esta última línea con el denominado pan industrial, que es el denominado cortado y para hotdogs y hamburguesas. “Pero se mantiene una receta tradicional”.

Delgado dice que esta incursión sirve mucho a las finanzas de la empresa porque permite reducir la estructura de costos y obtener una mayor penetración de la marca en el mercado.

“Nos dio muchos réditos porque si bien vendemos en el canal tradicional que son las tiendas, también pudimos ingresar a las grandes cadenas de supermercados”, comenta Delgado. En el caso del pan de molde cortado, se elaboran 1 000 unidades diarias y 5 000 fundas de panes para hotdog y hamburguesa.

“Quienes hacemos dulces de Alicia tenemos dos guías. La primera es trabajar con amor”. Según él, esta premisa la llevan a la práctica al no emplear a planificadores, confiteros, pasteleros con experiencia sino más bien a acoger a las madres que se quedaron solas, son madres solteras o mujeres huérfanas... y que no tienen ninguna oportunidad laboral.

“Con paciencia les enseñamos el trabajo y respetamos sus equivocaciones”. Dulces de Alicia tiene 20 empleados, de los cuales el 90% es de mujeres.

La otra guía es tener productos de calidad y aportar a la conciencia ciudadana, por ello sus productos llevan mensajes en favor de la sociedad.

Otra estrategia es la ampliación de la fábrica que ha crecido en función de las necesidades. Tiene 250 metros cuadrados de construcción. Los activos de la firma alcanzan los USD 400 000.