Yolanda Moscoso y su hija, Karina Miranda, en el nuevo local estilo show room que abrieron este mes en el sector de El Bosque, en el norte de Quito. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

Yolanda Moscoso y su hija, Karina Miranda, en el nuevo local estilo show room que abrieron este mes en el sector de El Bosque, en el norte de Quito. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

Evelyn Tapia
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Ellas exportan detalles en flores que duran por años

28 de enero de 2019 13:57


Cuando Daysi y Karina Miranda decidieron renunciar a sus empleos en multinacionales para estudiar en la Universidad de Manchester, su padre, Francisco Miranda, no lo podía creer.“Él decía, qué prosa, ¿cómo van a renunciar si tienen un buen trabajo?”, recuerda, entre risas, Yolanda Moscoso, su mamá.

De ese viaje a Inglaterra, las hermanas volvieron a Quito con un MBA en Finanzas y uno en Marketing. También llegaron con una idea de negocio que pusieron en marcha en el 2015, con una inversión inicial de USD 10 000.

Lasting Bloom es un negocio que comercializa flores, arreglos florales y árboles -todos naturales- que han pasado por un proceso de preservado para perdurar por años en perfectas condiciones, sin recibir agua o luz solar.

Coloridas rosas en empaques de acetato, en cajas negras semejantes a las que guardan joyas, en envases de cristal; además, orquídeas en tonos pasteles; girasoles; pequeños bonsái y arbustos medianos, entre otros, suman un catálogo de alrededor de 70 ítems.

“Vimos cómo afuera el producto ecuatoriano es tan valorado. Hicimos un estudio de mercado sobre las flores preservadas, como proyecto de graduación del MBA en Londres, y así conocimos la cultura de negocios de la gente en Europa”, dice Daysi.

Karina cuenta que, al comenzar el emprendimiento, uno de los retos más grandes fue encontrar proveedores de materia prima con la calidad necesaria para enviar el producto a mercados exigentes y responder con rapidez.

“Empezamos trabajando en la sala de la casa. Ahora laboramos con unos 10 artesanos, cada uno especialista en una rama: madera, vidrio, etc. Tenemos a los mejores proveedores de flores naturales”, explica Karina.

Yolanda destaca que al contratar artesanos, ayudan a generar más empleo indirecto entre amas de casa y familias. “Detrás de cada artesano hay unas seis personas más laborando”, comenta la madre de las emprendedoras, que se encarga de diseñar las creaciones de arreglos florales.

Las primeras ventas del negocio se dieron puerta a puerta, buscando floristerías en Quito. Luego vinieron las exportaciones, la colocación en cadenas nacionales y una tienda online: Imperio Floral.

Daysi explica que en el primer año lograron seis clientes nacionales y cuatro internacionales. En este 2019, cuentan en la lista de la empresa a unos 20 clientes nacionales y 10 internacionales.

Elizabeth Torres, gerente de retail del Hotel Marriott, señala que en la tienda de regalos del lugar se venden desde hace tres años las flores de Lasting Bloom. Cuando un cliente VIP llega, recibe como cortesía una rosa de esta marca.

“El hotel es una vitrina al mundo para sus productos. Los huéspedes que vienen de afuera pueden conocer Ecuador a través de estos artículos, que son de tan buena calidad y que van acorde con nuestro target”, menciona.

Del total de las ventas del negocio, el 55% corresponde a las que se hacen en Sukasa, Fybeca y Locuras. “La experiencia de llegar a cadenas nos dio experiencia. Conocimos sobre cómo manejar el tema de empaques, por ejemplo, y también aprendimos a diseñar productos acorde con los clientes de cada cadena”, señala Karina.

Daysi acota que el 20% de las ventas corresponde a exportaciones. Añade que participar en ferias y misiones diplomáticas, además de promocionarse a través de Internet y redes sociales, permitió a la firma crecer en el mercado internacional.

Sus productos llegan a floristerías en Inglaterra, Irlanda, Canadá, Perú, México, Panamá, Dubái, Omán y EE.UU. Este último es el principal destino de las flores.

Las exportaciones pasaron de USD 15 000 en el 2017 a USD
20 000 en el 2018.

La línea de árboles y follajes preservados se lanzó este año. Se trata de un producto que se importa de España, con el que se espera llegar al segmento corporativo, de centros comerciales, constructores y decoradores.

Con estos nuevos productos las dueñas esperan que sus ventas de este año alcancen USD 142 000; es decir, un crecimiento de 49% con relación a la facturación del 2018. En el 2019, además, su plan es llegar al mercado argentino y entrar en cadenas internacionales.