Llevar adelante un proyecto con alguien de confianza puede resultar motivador. Foto: Pxhere

Llevar adelante un proyecto con alguien de confianza puede resultar motivador. Foto: Pxhere

¿La familia y los amigos son los mejores socios?

10 de diciembre de 2019 12:15

Asociarse con amigos o familiares para emprender es una opción que se debe considerar, ya que existe la empatía y confianza que beneficia al proyecto de negocio. Sin embargo, la clave del éxito en un emprendimiento que involucre lazos sentimentales es tener claras las reglas del juego.

Noam Wasserman, profesor e investigador de Harvard, plantea en su libro ‘Los dilemas del fundador’ que las posibilidades de fracaso de un emprendimiento aumentan a medida que se incorporan conocidos a la empresa. No obstante, reconoce que los equipos de emprendedores más estables suelen estar integrados por excompañeros de trabajo.

Llevar adelante un proyecto con alguien de confianza y a quien estimamos puede resultar motivador y atractivo. Wasserman propone responder cuatro preguntas: ¿compartimos los mismos valores?, ¿tenemos maneras de trabajo compatibles?, ¿cuáles son nuestras fortalezas y debilidades individuales?, ¿de qué manera resolveremos los conflictos?

Hay que adelantarse a lo que pueda pasar. Por ello, fuera del trabajo debe ser todo como siempre; y dentro del mismo se debe tratar a todos como cualquier socio.

Los pros

¡El equipo ya está acoplado! Los familiares y amigos que trabajan juntos comparten más tiempo diario, tienen intereses comunes, cuentan con una dinámica propia para entenderse, tomar decisiones y actuar para conseguir objetivos. Es decir, todos están puestos la camiseta porque el sentimiento de propiedad es compartido.

Hacer negocios con conocidos te permite identificar sus áreas de especialización y aquellas en las que tienen falencias y es prudente buscar a un profesional para que asista al equipo. Parte de separar los negocios de los vínculos emocionales es comprender que no todos son buenos en todo y se debe buscar el bien común.

Para Natalia Almeida, subdirectora de la Alianza de Emprendimiento e Innovación (AEI), “el tener el mismo nivel de compromiso hace que la resolución de conflictos sea inmediata entre los socios. A su vez, no tener jerarquías hace que la comunicación fluya de manera eficiente”.

Esto es factible, porque todos son dueños y la cuota de responsabilidad y dedicación son aún mayores.

Almeida añade que es importante generar cultura de emprendimiento, porque se puede transmitir cómo se realizan operaciones sólidas, manejo eficiente y logro de crecimiento progresivo. Esta cultura de emprendimiento se contagia en el primer círculo de una persona que es la comunidad propia, que luego es replicable en círculos externos.

Los contras

Hay puestos dentro del emprendimiento que es mejor delegar a una persona con formación específica y experiencia, de quien el resto del equipo puede aprender. Es recomendable contratar gerentes profesionales y mantener al equipo en el rol de accionistas o propietarios.

Además, todos los socios del negocio deben ponerse el sombrero de propietarios de su economía personal y evaluar a su empresa como un elemento más dentro de su cartera de inversiones.

El trabajo y las responsabilidades son específicas. Por eso se sugiere armar un organigrama claro, con responsabilidades asignadas por calificación, horarios de trabajo formales y remuneraciones adecuadas a la tarea, ayudar a poner las cosas en orden para evitar malentendidos y ser un verdadero aporte. Como menciona Almeida: “el rol de cada miembro debe ser acorde a sus habilidades, tiempo y necesidades claves basadas en el ciclo en el que se encuentre el emprendimiento”.

La caja chica no es un colchón. Utilizar la caja chica o tarjeta corporativa para sustentar temas económicos personales puede poner en peligro la supervivencia de la empresa y, por lo tanto, es extremadamente importante llevar un orden financiero. “Las políticas de gastos y pagos deben ser muy claras, para que no exista confusión. Es recomendable contar con un especialista en finanzas”.