Foto: Tomado de Internet

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Félix Moya: Vínculo universidad-empresa crece

14 de agosto de 2017 14:49

Este investigador y consultor español es parte del grupo internacional que presentó el ranking de universidades e instituciones de investigación en el mundo. En esta lista constan seis universidades ecuatorianas. El experto habla de las potencialidades que esto tiene.

Desde el  2009, SCImago viene realizando el ranking de universidades e instituciones de investigación en el mundo. ¿Qué parámetros se toman en cuenta para esta inclusión y cuál es su aporte en la calificación general?

Desde el año 2009 SCImago Research Group desarrolla el Scimago Institution Ranking (SIR), cuyo objetivo principal es ofrecer una serie de indicadores que permitan conocer el desempeño de diferentes instituciones a escala mundial en materia de investigación, a esto se añaden el factor innovación y el factor de impacto social, con el propósito de contribuir en sus procesos de evaluación y mejoramiento continuo. La inclusión de estas dos dimensiones adicionales ha sido posible gracias a la generación de un indicador compuesto, donde los indicadores relativos al desarrollo de la actividad investigadora continúan siendo los protagonistas, pero logrando evidenciar un impacto más allá de la comunidad científica a través de los indicadores relacionados con patentes (innovación) y visibilidad web (impacto social).

En el caso de Ecuador hay seis universidades, ¿a qué se debió esta selección tomando en cuenta que antes esta cifra no se ha repetido?

La producción científica ecuatoriana ha venido creciendo en los últimos años de manera significativa. Algunas de las políticas públicas de ciencia en Ecuador han producido un efecto dinamizador de la actividad científica en particular en las universidades. Este factor, unido a las políticas institucionales impulsadas de las instituciones de educación superior, está en el origen de que el país haya multiplicado por 10 su producción en los últimos 15 años. En el caso específico de las seis universidades ecuatorianas que este año aparecen en el SIR se trata de instituciones que han conseguido publicar mas de 100 trabajos de investigación a nivel internacional. Estas son: Universidad San Francisco de Quito, Politécnica Nacional, Universidad de las Fuerzas Armadas, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Universidad Técnica Particular de Loja y Politécnica Salesiana

¿Cómo pudieran aprovechar las autoridades nacionales, este reconocimiento?

En primer lugar, debe destacarse que Ecuador, a pesar de ser un país con poca inversión en ciencia, su crecimiento en los últimos años pone de manifiesto que es posible hacer ciencia de nivel internacional especialmente gracias al impulso de las universidades alentadas por la política pública y con el crecimiento incipiente aún de los recursos destinados a la investigación. Entiendo que las evidencias obtenidas a través de los registros internacionales de este crecimiento deben suponer un acicate para incrementar aún más el apoyo a la investigación y para seguir impulsando la transformación de la cultura académica a fin de que aumente la proporción de académicos que sean al mismo tiempo docentes e investigadores. Por otra parte, el reconocimiento reputacional que el ranqueo representa para las instituciones que lo consiguen debe ser no solo un aliciente para los equipos de gobierno de las universidades, sino que debe ser reconocido también en los procesos de acreditación como un logro ligado a las mejores prácticas de gestión universitaria en el país.

La inclusión en este tipo de selección o ranking debería motivar al resto de universidades, en el caso de Ecuador, a trabajar y organizarse en función de mejorar su perfil profesional y académico. ¿Qué acciones deben tomar en cuenta para este proceso?


Lo primero que se debe resaltar es que las restantes universidades tienen ahora referentes diversos en el país que demuestran que es posible aún en condiciones de partida no precisamente favorables. En segundo lugar, creo que es importante señalar que las políticas orientadas al reclutamiento de talento con capacidades investigativas dan sus frutos de forma rápida. En tercer lugar, es necesario que se incentive adecuadamente a aquellos académicos que demuestren competencias en los procesos de generación de conocimiento de nivel internacional. En cuarto lugar, será necesario dotar con equipamientos e infraestructuras para el desarrollo de la investigación en aquellas universidades que no los tengan. Por último, todo ello debe venir complementado por procesos de socialización de buenas prácticas que propicien cambios en la cultura académica a fin de mejorar la calidad de la actividad académica en diferentes frentes. Como se puede ver, no basta con allegar recursos si estos no encuentran en las diferentes comunidades académicas el caldo de cultivo necesario para hacer fructificar los recursos de diverso origen que puedan estar disponibles en un momento dado.

En países como Ecuador, por años se ha registrado un divorcio entre las universidades y los sectores productivos, principales generadores de trabajo. ¿Qué beneficio pudiera traer, en esta relación, el hecho de que universidades ecuatorianas sean parte de un ranking internacional?

Uno de los aspectos que consideramos en la elaboración del Ranking es lo relativo a la innovación con origen en las universidades. En nuestro Ranking los procesos innovadores que repercuten directamente en el sector productivo pesan un 30% del total de nuestro indicador compuesto. La realidad es que las universidades en Ecuador aún hacen una aportación exigua en este terreno, aunque observamos también en este rubro un crecimiento significativo.

En esta relación, ¿qué papel juega el desarrollo de la investigación?

El conocimiento científico en el mundo es la fuente principal de relación entre sistema productivo y mundo académico. Las empresas encuentran en las universidades una fuente inagotable de conocimiento apropiable con fines de negocio. Esta tendencia puede y debe dar lugar a través del mutuo conocimiento a beneficios por ambas partes.

El problema esencial es que no en todos los sistemas productivos existen empresas con capacidad de apropiación como para aprovechar el potencial que existe en las universidades.

En el caso de Ecuador la evolución, como queda dicho, en los últimos años ha sido positiva.

Las universidades e institutos de investigación, en muchos casos, reflejan o muestran una realidad de los países en los que se encuentran, con su experiencia, ¿hacia dónde deben caminar estas entidades en función del desarrollo del país?

Extender los procesos de generación de conocimiento al conjunto de las universidades haciendo que los académicos sean en Ecuador docentes e investigadores. Reducir la dependencia científica del exterior que tiene en la actualidad el país (80%) aumentando al mismo tiempo su tasa de liderazgo científico (11%).

Se debe diversificar la producción científica nacional, hoy muy concentrada en ingeniería, agricultura y ciencias biológicas y medicina. Incrementar la inversión pública en investigación, desarrollo e innovación para situarse en tasas de esfuerzo similares a las de países con mayor nivel de desarrollo científico en la región. Mejorar la relación entre mundo académico y sector productivo para aumentar la pertinencia de la actividad académica en general y de la investigativa en particular. Apoyar las publicaciones científicas nacionales que puedan alcanzar estándares internacionales de edición científica.

También, mantener el rigor en los procesos de acreditación tanto institucionales como de programas a fin de contribuir a mejorar la calidad del servicio público de la educación superior. Es necesario mejorar la visibilidad de la actividad académica mediante los medios tecnológicos hoy disponibles a través de las redes públicas evitando que los “sites” institucionales sean solo herramientas orientadas al mercadeo de productos académicos.