En esta empresa ambateña se producen reglas, material didáctico, envases plásticos para agua destilada y más. También, forros de mica, tableros de dibujo. Foto: Glenda Giacometti /LÍDERES

En esta empresa ambateña se producen reglas, material didáctico, envases plásticos para agua destilada y más. También, forros de mica, tableros de dibujo. Foto: Glenda Giacometti /LÍDERES

Una firma experta en tres líneas

25 de septiembre de 2017 15:28

Las escuadras, las reglas, los tableros de dibujo técnico, los forros en mica para cuadernos, carpetas, envases plásticos de hasta 2 000 centímetros cúbicos, piezas de todo tipo y forma, protectores para hojas…los elabora Industria Plástica Brother’s.

Desde hace 35 años, esta empresa ambateña acompaña a estudiantes de escuelas, colegios y universidades, en sus labores diarias. De igual forma lo hace con arquitectos, maestros e ingenieros y con aquellos que tienen relación con la precisión y el dibujo.

El éxito de la empresa radica en la constante innovación tecnología, los materiales de calidad, los moldes y la maquinaria de punta que utiliza en sus tres líneas de producción en inyección, soplado y termosellado. El valor agregado es el servicio personalizado en matricería para todos sus clientes.

La calidad de sus marcas Apolo, Brother’s y Kayser, en material didáctico, ayudaron a tener presencia en las aulas, en librerías, en oficinas, y laboratorios de todo el país. El año pasado, la firma facturó USD 800 000.

Los principales mercados están en Guayaquil, Quito, Ambato, Riobamba. Latacunga, Cuenca, Ibarra, la Amazonía, principalmente, aunque su producción llega a todo el país. La moderna planta industrial se levanta en la Cuarta Etapa del Parque Industrial Ambato, en el ingreso norte de la capital tungurahuense.

La historia de Industria Plástica Brother’s se inició en 1970 cuando los hermanos Juan y Alonso Gamboa la fundaron. Una vez que Juan Gamboa se graduó como técnico en el Instituto Guayaquil emigró a Toronto, Canadá. Ahí aprendió técnicas y secretos para la producción de plásticos a inyección.

A su retornó ganó un concurso de profesor en la asignatura de tecnología en mecánica industrial, pero trabajó un año y renunció. “Pensé que si me quedaba no tenía la oportunidad de crecer”, comenta Gamboa.

Con sus conocimientos en la elaboración de productos plásticos le motivaron a instalar su emprendimiento al que se sumó su hermano Alonso. En la adquisición de la maquinaria solicitaron el apoyo de la Embajada de España. Invirtieron USD 15 000 para comprar la primera máquina de inyección y un torno para la fabricación de matrices. Lo financiaron con un crédito de USD 10 000 en la Corporación Financiera y 5 000 con recursos propios.

Arrancaron con la producción de cajas plásticas para heces, vaselina, mentol y otros ungüentos que los vendieron en los laboratorios y farmacias. Ellos mismos elaboraban y comercializaban sus productos con la marca Plástico Brother’s Cía. Ltda. El nombre lo decidieron en honor a la sociedad.

El trabajo no fue fácil, la mercadería la dejaban en comisión a los propietarios de los locales comerciales con el propósito de que conocieran la calidad del producto. Eso incrementó las ventas.

En 1975 iniciaron la producción de reglas, escuadras y graduadores empacados en fundas plásticas. El principal cliente fue Snalme que vendía a precios bajos. Eso catapultó a la naciente empresa.

Cuatro años más tarde efectuaron una nueva inversión de USD 45 000. Compraron una máquina a inyección de marca italiana. Con ese equipo logró perfeccionar la fabricación de los juegos geométricos que eran importados.

En 1985 bautizaron a sus productos como Apolo y su hermano se separó de la empresa. En ese año, Plástico Brother’s se convirtió en la primera firma en la fabricación de esos productos en el país. La calidad similar al importado permitió competir en el mercado. A esto se sumó el bajo precio y la entrega de la mercadería puerta a puerta.

Para competir en el mercado efectuó una reingeniería a la empresa y adquirió cuatro máquinas inyectoras con tecnología de punta. El costo de cada una fue de USD 80 000. También, compró un terreno de 10 000 metros cuadrados (m2) en el Parque Industrial Ambato, posteriormente levantaron tres naves donde actualmente funciona la empresa, con la participación de 30 colaboradores.

Uno de los clientes hace 25 años es Dilipa en Quito. Esta distribuidora comercializa los juegos geométricos y las reglas plásticas que Industria Plástico Brother’s produce. “Son de buena calidad y pueden competir con otras marcas. Las ventas crecieron entre el 25 y 30%. La gente prefiere la marca porque cumplen estándares de calidad”, explica Verónica Almeida, del Departamento de Comercialización de Dilipa.