Redacción Líderes
Descrición
¿Te sirvió esta noticia?:
Si 0
No 0

Aquí se generan bacterias para sanear las cuencas hídricas

El laboratorio de análisis ambiental e inspección Cestta es un orgullo para las autoridades y estudiantes de la Espoch. Al recorrer sus instalaciones, ubicadas dentro del mismo campus de esta casona universitaria en Riobamba, es notoria la juventud de sus 48 operarios quienes, en su mayoría, no superan los 30 años de edad y trabajan en cargos medios y altos de este centro científico.

En las dos plantas del Cestta se ejecutan el análisis de más de 150 parámetros para aguas, suelos, alimentos, lodos, gases, etc. Con casi una década de operaciones, el trabajo de este laboratorio está facultado por el Organismo de Acreditación Ecuatoriano (OAE), incluso para la determinación de niveles de ruido laboral, estrés térmico en el que se desarrollan las labores, luminosidad, gases y vapores para las distintas certificaciones de higiene industrial.

Entre los megaproyectos que desarrollan actualmente los investigadores del Cestta está la conformación del mapa de la contaminación de los ríos ecuatorianos. Con máscaras de gas y pipetas, jóvenes como Verónica Gaibor y Rocío Molina analizan los niveles de cromo y plomo presentes en cuencas hídricas, como la del Cutuchi, en Cotopaxi.

"El Cestta nació por la necesidad latente de empatar la investigación y la transferencia de tecnología con las necesidades de la empresa local e internacional", indica Roberto Erazo, director ejecutivo del laboratorio.

Otro de los proyectos destacados del Cestta en este último lustro fue la construcción de su propio biorreactor. Este instrumento para el análisis químico permite generar las condiciones ideales para proliferar organismos celulares como bacterias que se utilizan en la industria. El costo de este artículo de laboratorio bordea USD 500 000. El Cestta lo desarrolló con un presupuesto que no superó los USD 50 000.

Los microorganismos que se generan en este laboratorio riobambeño son utilizados en proyectos de bioremedación ambiental. En derrames petroleros de la región amazónica, como el del sector Sacha en el 2008 y la recuperación del Estero del Salado (Guayaquil) han intervenido las bacterias del Cestta que se alimentan de metales pesados.

Según Erazo, uno de los proyectos emblemáticos en los que participarán es la remediación ambiental de la laguna de Colta, en Chimborazo.

48 es el número de investigadores del Cestta.