Tras ser hallado muerto, por causas naturales, en su corral el 24 de junio de 2012, el solitario George fue congelado a 50 grados bajo cero  para ser estudiado.

Tras ser hallado muerto, por causas naturales, en su corral el 24 de junio de 2012, el solitario George fue congelado a 50 grados bajo cero para ser estudiado. Foto: Archivo Líderes

Descifran el genoma del solitario George

10 de diciembre de 2018 15:58

Un equipo internacional de investigadores descifró la secuencia genética del Solitario George, la extinta tortuga de la especie Chelonoidis abingdoni, del archipiélago ecuatoriano de Galápagos, informó el Ministerio de Ambiente.

El resultado del estudio aporta información útil para la toma de decisiones vinculadas con la restauración de las poblaciones de las diferentes especies de tortugas de Galápagos, indicó un comunicado. En el estudio, que se inició hace diez años, participaron investigadores de las universidades de Oviedo (España), Yale (Estados Unidos), la organización Galapagos Conservancy (Ecuador-Estados Unidos) y técnicos de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG).

La investigación aparece publicada la edición mensual de la revista Nature Ecology & Evolution.

Washington Tapia, investigador de Galapagos Conservancy y asesor científico de la DPNG, explica que el estudio de la genética de las tortugas de Galápagos ha sido históricamente una prioridad para la autoridad ambiental.

El científico precisó que se intentó descifrar el genoma del galápago gigante llamado Solitario George cuando estaba vivo, al objeto de encontrar una explicación a su fallida reproducción.

Tapia recordó que la mencionada tortuga de la isla Pinta vivió 40 años en el Centro de Crianza Fausto Llerena, de la isla Santa Cruz y se calcula que a la fecha de su muerte (24 de junio de 2012), tenía entre 120 y 130 años de edad.

“Revelar el genoma del Solitario George es parte de una serie de estudios previos que brindan un conocimiento preciso de las poblaciones de tortugas existentes y su ascendencia”, agregó.

En el estudio, expertos de la Universidad de Oviedo utilizaron la genómica bioinformática y comparativa para encontrar pistas sobre las características que hacen especiales a las tortugas gigantes, como su facilidad de sanar.

El director del Parque Nacional Galápagos, Jorge Carrión, afirmó que los resultados de la investigación expanden el legado del Solitario George, pues el descifrar los secretos de su longevidad ayudará a la toma de decisiones adecuadas para la restauración de las diferentes poblaciones de tortugas del archipiélago.

El estudio forma parte de la Iniciativa para la Restauración de las Tortugas Gigantes (GTRI, por sus siglas en inglés), que desarrollan la DPNG y Galapagos Conservancy, proyecto que, entre otras medidas, se ha valido de la genética para impulsar programas de restablecimiento de la población de tortugas gigantes de la isla Floreana.

Ese programa incluye la reproducción en cautiverio de individuos seleccionados por tener una alta carga genética de la especie que se consideraba extinta Chelonoidis niger.

Tras ser hallado muerto, por causas naturales, en su corral el 24 de junio de 2012, el solitario George fue congelado a 50 grados bajo cero con un cuidado muy especial para que no se deterioraran sus tejidos.