Pedro Maldonado / Redacción Quito
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Grandes y pequeños ganan con el negocio inclusivo

Trabajar con recicladores de chatarra fue un reto para Novacero. Los recolectores de desechos metálicos eran desconfiados, no conocían acerca de normas ambientales, ni sobre temas tributarios.

No obstante, la firma que desarrolla soluciones de acero para la construcción se embarcó, en el 2008, en el programa Negocios Inclusivos: Ganamos Todos, impulsado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin) y la organización no gubernamental SNV.

Jimmy Baque, vocero de Novacero en temas de responsabilidad social, explicó en la clausura del programa, efectuada hace tres semanas, que con el programa la empresa ofreció capacitación técnica y capital de trabajo a recicladores de chatarra interesados. Ellos se convirtieron en una suerte de abastecedores de materia prima para los procesos productivos de la firma.

En el 2008, Novacero contó con la colaboración de siete microempresarios y este año fueron 27. “Ellos son -según Baque- la base de nuestras operaciones. Hoy son 2 000 recicladores con los que trabajamos. Y cada uno recibe no menos de USD 260 por tonelada de chatarra”.

La experiencia de Novacero muestra el concepto de negocios inclusivos. La definición del BID y del Fomin sostiene que “son iniciativas empresariales responsables y rentables, porque incluyen a poblaciones pobres y vulnerables como socios comerciales en la cadena de valor”.

El programa Negocios Inclusivos: Ganamos Todos arrancó en Ecuador en el 2008. Participaron nueve empresas: Floralp, Pronaca, Novacero, Industria Lojana de Especerías, Colineal, Epacem, Palmar del Río, La Favorita y Farmaenlace.

Según los responsables, la inversión alcanzó los USD 2,5 millones. De esa cifra, 1,5 millones vinieron del Fomin y el resto de las empresas participantes. Estos recursos permitieron que las empresas brinden capacitación y asesoramiento. “Los pequeños productores ganaron capacitación, mejoraron su productividad y obtuvieron mejores precios. Es una estrategia ganar-ganar”, asegura Jamie Jenkins, representante de SNV en Ecuador.

Jenkins aclara que no es asistencialismo, sino una estrategia de negocio que genera beneficios sociales.

En el caso de Pronaca, el objetivo fue garantizar el abastecimiento de maíz que la empresa utiliza en sus granjas. Julio Valenzuela, representante de la firma, explicó que el programa se cumplió en poblaciones como Ventanas (Los Ríos), El Empalme y Balzar (Guayas), entre otras.

Valenzuela indicó cifras: “En el 2009 teníamos 190 agricultores y para el 2012 fueron 496. Las toneladas métricas de maíz obtenidas crecieron de 6 064 en el 2009 a 12 063 este año”. Además, según los responsables, los productores de maíz aumentaron en 40% sus ganancias y duplicaron el rendimiento de sus cultivos.

El proyecto terminó en noviembre, sin embargo el trabajo entre empresas y proveedores continúa. “Dejamos armada una estructura. No es una intervención temporal, se trata de un compromiso permanente”, aclara Roberto Garcés, coordinador del programa.