Ana García es una de las fundadoras de este emprendimiento que oferta más de 460 sabores de helados en locales fijos y en sus combis. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES

Ana García es una de las fundadoras de este emprendimiento que oferta más de 460 sabores de helados en locales fijos y en sus combis. Foto: Eduardo Terán / LÍDERES

El helado típico recorre Quito en una combi

14 de junio de 2016 10:09

Desde que la heladería Dulce Placer abrió sus puertas en 2011, en el valle de Los Chillos, sorprendió con sus sabores. Helado de chocho, colada morada, chía, mojito y muchos más son parte de su oferta.

El crecimiento fue acelerado. Ahora sus propietarios aplican una nueva estrategia para mantenerse competitivos: desde hace dos meses tiene una combi que circula por las calles de Quito con sus helados a bordo.

La idea nació de la necesidad de tener un punto de venta en el norte de Quito. “Somos innovadores y queríamos ofrecer algo diferente a nuestros clientes”, indica Ana García, dueña de Dulce Placer. Ella añade que existen heladerías móviles que ofrecen helado de máquina, pero esta es una “heladería móvil con tradición ecuatoriana”.

La combi heladera se da a conocer con rapidez. Por la celebración del Día de la Tierra fue contratada por la residencia del Embajador de EE.UU. Eso motivó a García a invertir en una segunda combi. En el equipamiento de cada heladería rodante se invirtieron alrededor de USD 30 000.

La primera se ubica por lo general en la calle Gaspar de Villarroel, mientras que la segunda combi cubre el sector de Cumbayá, así como eventos privados ferias y conciertos.

La facturación mensual hasta el momento es de unos USD 1 000 aproximadamente.
Dulce Placer es un proyecto que empezó García junto con su esposo, Mauricio Lafebre. Ambos vivieron seis años en el extranjero y es ahí donde esta emprendedora adquirió conocimientos sobre la elaboración de helados. Además, ella sostiene que siempre fue muy “golosa” y le gusta crear “nuevos dulces y postres”.

Hoy, el negocio se ha convertido en una pequeña empresa familiar. La madre de García aporta con los secretos gastronómicos, mientras que su hija se encarga de inventar helados, Lafebre y su cuñado se dedican a las ventas y atención al cliente.

“Tengo la capacidad de crear helados a base de leche, con crema, sin crema, frutales, con semillas, harinas, postres o bebidas, con lo que sea”, dice García. La promesa de esta heladería es seguir incorporando las tradiciones culturales gastronómicas del Ecuador.