En Cayambe, Jaime Pallares, gerente de Molino San Juan Hacienda, está al frente de las operaciones turísticas de este establecimiento. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES

En Cayambe, Jaime Pallares, gerente de Molino San Juan Hacienda, está al frente de las operaciones turísticas de este establecimiento. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES

Un hotel que sobresale por su patrimonio

20 de noviembre de 2018 12:19

Actividades de turismo cultural y vivencial son la oferta de Molino San Juan Hacienda, de Cayambe, en el norte de Pichincha.

El establecimiento, ubicado a 6 kilómetros de la ciudad, busca brindar al viajero una experiencia de la vida en el campo.

Por eso, a partir del 8 de septiembre del 2002 el negocio abrió las puertas de esta hacienda a los visitantes. Primero extranjeros y luego nacionales.

El predio, cuyo origen se remonta a la época de la Colonia, pertenece a los descendientes de la familia Jarrín desde 1864.

Uno de los atractivos de este lugar es un inmueble que fue levantado hace 128 años, en donde funcionó el antiguo molino y luego fue transformado en una confortable casa de campo.

Molino San Juan es una hacienda turística cuya filosofía es conservar para compartir con sus invitados y tratarlos como si estuvieran en su propia casa.

Este proyecto fue mentalizado por Magdalena Rivadeneira, su hija Daniela Corral y su yerno Jaime Pallares. Es la séptima generación que está al frente de esta centenaria propiedad.

En la antigua factoría, que dejó de operar en 1950, se narra a los visitantes sobre cómo funcionaba esta molienda de trigo en la que se producía harina.

Guías nativos, como Joaquín Achina, explican a los viajeros que la mayoría de piezas del molino hidráulico aún se conservan en sus sitios originales.

Igualmente, se visita una pequeña capilla colonial y el antiguo establo, que fue transformado en un acogedor sitio de hospedaje. Hay 10 habitaciones que tienen una capacidad total para 25 personas.

La conservación del patrimonio material e inmaterial ha sido clave, explica Jaime Pallares, gerente de Molino San Juan.

Eso le permitió recibir el galardón de Hotel Patrimonio Líder de Ecuador, en los recientes premios World Travel Awards 2018, entregados en septiembre último.

Posee otros reconocimientos por el servicio, la alimentación y la construcción biosostenible.

El establecimiento se dio a conocer a través de operadoras de turismo receptivo. La idea es aprovechar su ubicación, pues están en medio de dos polos turísticos: Quito y Otavalo, dice Pallares.

La actividad empezó con la atención a los viajeros con el servicio de ‘snacks’. Luego, se ampliaron a desayunos, almuerzos, cenas y hasta el café de la tarde. Por último, consolidaron el servicio de alojamiento.

Por lo general, los visitantes extranjeros arriban entre semana. Los turistas nacionales, en cambio, copan los fines de semana y días feriados. El sitio recibe unos 300 visitantes cada mes, en promedio. De esa cifra, el 68% son huéspedes del hotel.

Molino San Juan Hacienda ofrece varios paquetes. Uno de ellos es el tour del día, que tiene un costo de USD 39, por persona.

A los visitantes les dan la bienvenida con un canelazo y un bocadillo de chulpi y chochos. También incluye el almuerzo menú, en el que sobresalen platillos típicos. Por la tarde, se ofrece café con bizcochos y manjar de leche.

En Cayambe se está apostando al desarrollo sostenible de turismo bajo una alianza público-privada-comunitaria. Molino San Juan Hacienda pertenece a la Red de sitios culturales del cantón.

Por eso, los visitantes de Molino San Juan Hacienda también pueden ir a sitios como la plantación de rosas ArtRoses. Ahí hay un salón de exhibición con alrededor de 3 500 tallos.

Otra de las opciones es visitar la finca El Laurel, uno de los 600 productores agroecológicos del cantón. O conocer el establecimiento de Doña Ede, en donde elabora bizcochos.