Joaquín Purtscher es el fundador  de Cava Caran-Beer Experiencie, en Otavalo. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

Joaquín Purtscher es el fundador de Cava Caran-Beer Experiencie, en Otavalo. Foto: Francisco Espinoza para LÍDERES

José Luis Rosales
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Un bar mezcla gastronomía con detalles étnicos

10 de abril de 2017 15:30

En junio del año pasado retornó al país, luego de estudiar una maestría en Negocios, en España, el ingeniero en alimentos Joaquín Purtscher. Vino con la idea de establecer su propio negocio.

La iniciativa gira entorno a la línea de venta de cerveza artesanal, que produce su familia en Caranqui, una parroquia del sur de Ibarra. Ahí, en una planta se elabora la bebida bajo la marca Caran.

La firma de la cerveza es un apócope en homenaje a Caranqui. El nombre viene de una anécdota familiar, se cuenta en la página web de la cervecería. El suizo Óscar Purtscher, fundador de la empresa de lácteos Flor de los Alpes (Floralp) y abuelo de Joaquín, adoptó el nombre de ‘Caranqui Libre’, como una versión local del famoso coctel cubano.

Joaquín heredó del patriarca de la familia el gusto por experimentar con propuestas nuevas. La idea es atar el turismo con productos locales, como la cerveza.

En Otavalo, asegura, encontró un buen nicho de mercado. Para ofrecer la refrescante bebida creó la Cava Caran-Beer Experiencie, un local con diseños que resaltan íconos de la cultura Kichwa local. El novedoso bar está ubicado frente Plaza de Ponchos, considerado el mercado artesanal más grande de Sudamérica, que es un imán para viajeros que vienen de todas partes del mundo.

En el diseño del establecimiento se cuidaron detalles. “No se trata solo de un bar, sino también es una especie de museo en el que los clientes pueden conocer la historia y el proceso de elaboración de la bebida de cebada”, explica el arquitecto Sebastián Narváez.

El dibujo de los murales estuvo a cargo del artista kichwa Álvaro Córdova. El hábil grafitero otavaleño, conocido con el seudónimo de ‘T-naz’, plasmó a una joven mujer indígena bebiendo chicha. También, hizo una imitación de la chakana o cruz andina.

Para instalar este negocio se invirtieron USD 30 000. El sitio abrió sus puertas hace dos meses.

Purtscher explica que la propuesta no solo seduce a turistas extranjeros, sino también a los vecinos de la urbe.

La idea de abrir este establecimiento surgió luego de un festival de la cerveza artesanal, que se realizó en este cantón imbabureño, el año pasado.

Purtscher asegura que la cerveza Caran tiene acogida. En el mercado se comercializan tres variedades: Chonera (Lager), Colorado (Ale) y Esmeraldas (Black Ale). Además, hay dos bebidas especiales que son elaboradas con frutos locales. Una tiene como ingrediente la tuna, que florece en el caluroso valle del Chota.

La otra es una cerveza negra que lleva un jarabe de higo. Esta última, tiene 8,5° y es una de las más solicitadas, comenta Joaquín.

Sin embargo, en la Cava Caran no solo se puede degustar una de esas cinco bebidas. También se ofrece un menú con platillos que tiene entre sus ingredientes un tipo de cerveza o alguno de los componentes que se utilizan para preparar la bebida artesanal.

Pero, indiscutiblemente la golosina del lugar es la hamburguesa de higo morlaca. Está compuesta por carne, tocino, salsa de higo con cerveza artesanal, lechuga y tomate, señala Cristian Fuentes, de Zapote Gourmet. Esta firma de consultoría gastronómica se encargó del desarrollo del concepto del negocio y el manejo de la marca, explica el chef.

En el caso de la carta de Cava Caran, agrega, hay una fusión de la gastronomía local con recetas urbanas de Argentina y Estados Unidos. “Es comida rápida, pero con un toque gourmet”.

La siguiente meta de Cava es replicar la iniciativa en otras urbes del país con potencial turístico.