La ministra india de Exteriores, Sushma Swaraj, ofreció una rueda de prensa tras su reunión con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en la casa de huéspedes del estado de Diaoyutai en Pekín (China)  el pasado 2 de e

La ministra india de Exteriores, Sushma Swaraj, ofreció una rueda de prensa tras su reunión con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en la casa de huéspedes del estado de Diaoyutai en Pekín (China) el pasado 2 de enero de 2015. Foto: Wu Hong Pool/ EFE.

La India baila del brazo de China y Estados Unidos su propia melodía

6 de febrero de 2015 18:57

La visita esta semana de la ministra india de Exteriores, Sushma Swaraj, a China apenas cuatro días después de la exitosa estancia en Nueva Delhi del presidente estadounidense, Barack Obama, deja entrever una India que pretende bailar con las potencias mundiales al ritmo de su propio son.

Durante la visita de Swaraj, los dos países más poblados del orbe se comprometieron a llegar cuanto antes a un acuerdo sobre el eterno conflicto de su frontera, además de organizar el viaje a Pekín que el primer ministro indio, Narendra Modi, tiene previsto realizar en los próximos meses.

Cuatro días antes de que la titular de Exteriores partiese hacia China, Obama dejaba Delhi tras una visita en la que las dos mayores democracias del mundo alcanzaron avances más simbólicos que sustanciales en energía o defensa, pero que abrió la puerta al refuerzo de unas relaciones enfriadas en últimos años.

La India optó así por estrechar simultáneamente sus relaciones con las grandes potencias, adoptando una posición 'pragmática' frente a la actitud 'dudosa' que hasta ahora le había impedido 'cruzar la línea' explicó a Efe el catedrático de estudios chinos B.R. Deepak, de la Universidad Jawaharlal Nehru (JNU).

"Modi está buscando una India más fuerte económica y militarmente", sentenció Deepak para explicar la apuesta por la internacionalización del dirigente, quien no va, en su opinión, a comprometer la 'autonomía' de su país en el proceso ni tampoco a "dormirlo en los brazos de Estados Unidos".

Durante la visita de Obama, la India y Estados Unidos emitieron por primera vez una declaración conjunta sobre su visión estratégica de la región de Asia y el Pacífico, en la que recalcaron la importancia de asegurar la libertad de navegación y vuelo "especialmente en el mar del Sur de China", disputado por varios países del sureste asiático.

China salió al paso de esta apreciación para reivindicar que el conflicto marítimo ha de ser resuelto por las partes implicadas, una reacción que sorprendió a Obama, afirmando que no creía que China debiera "sentirse amenazada" por la buena relación de la India con Estados Unidos.

"Antes la India era reacia a actuar como un proveedor de seguridad (para Asia-Pacífico), ahora está lista para salir, aunque no se ha comprometido muy formalmente", advirtió a Efe el investigador del centro Brookings W.P.S.

Sidhu sobre la necesidad de equilibrar la agresividad china en la zona. Sin embargo, esto no significa que la India se vaya a convertir en el pivote que busca Estados Unidos para 'rodear' a China, pues "no se puede permitir tener problemas" con Pekín y "cualquier movimiento negativo" puede hacer saltar el conflicto en su frontera, tal y como explicó a Efe el catedrático de política internacional en la JNU Happymon Jacob.

Decidida a reavivar su economía, Nueva Delhi también ha de tener en cuenta los 20 000 millones en inversiones prometidos por Xi Jinping para los próximos cinco años, un monto muy superior a los ofrecidos por Washington y Tokio, la otra gran alianza en la que Modi ha estado trabajando en sus ocho meses en el poder.

Mientras la India se mantiene cautelosa ante un complejo escenario geopolítico, ni China ni Estados Unidos parecen haber avanzado mucho en sus pretensiones con el nuevo Gobierno de Delhi.

China y la India acordaron en Pekín intentar llegar a un acuerdo para resolver el conflicto fronterizo que mantienen desde hace décadas en el plazo de un mes, a tiempo para el encuentro entre sus máximos dirigentes, una meta que el catedrático Deepak ve "poco realista" por tratarse de un contencioso "muy complejo y delicado". Tampoco los avances en detalles "técnicos y administrativos" en el pacto de energía nuclear civil puestos sobre la mesa en la visita de Obama cambiarán "el resultado principal", según advirtió Sidhu, ya que la decisión final continúa en manos de las empresas interesadas en entrar al mercado indio de la energía nuclear.

"Hasta ahora, pensábamos en la India y Estados Unidos de una manera bilateral, pero ha habido una evolución y están hablando también sobre otros países", sentenció el investigador de Brookings.