Los empresarios ya piensan en inversiones en cultivos, así como en la producción y comercialización de alimentos, cosméticos, textiles, medicamentos, etc

Los empresarios ya piensan en inversiones en cultivos, así como en la producción y comercialización de alimentos, cosméticos, textiles, medicamentos, etc. Foto: Freepick

Carolina Enriquez
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La industria del cannabis puede incursionar en miles de derivados

11 de agosto de 2020 11:33

El 19 de octubre del 2020 es la fecha tope para que el Ministerio de Agricultura expida el reglamento que regule la producción agrícola de cannabis en Ecuador. Ello, luego de que el pasado 24 de diciembre se aprobara la reforma al Código Penal y el 21 de junio comenzaran a regir los cambios con relación al uso de esta planta.

La norma excluyó de las sustancias sujetas a fiscalización al cannabis no psicoactivo; es decir, las variedades de la planta o partes de esta cuyo contenido de delta 9-tetrahidrocannabinol (THC) sea inferior a 1% en peso seco. Precisamente ese elemento es el psicotrópico; las plantas que se pueden usar son aquellas que tienen un mayor contenido de otras substancias como el CBD.

Según el Ministerio de Agricultura, se permitirá sembrar variedades no psicoactivas y cáñamo industrial. En términos prácticos, ambos son tipos de cannabis.

José Antonio Dávalos, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Cáñamo Medicinal e Industrial (EcuaCáñamo), explica que ante esto existen expectativas entre inversionistas para colocar capital, tanto en la producción agrícola como en la industria del cannabis.

Se calcula que, al menos, USD 200 millones se podrían invertir en la industria desde el exterior. En países como Colombia la inversión inicial fue de aproximadamente USD 400 millones.

Santiago Trejo, consultor de asuntos públicos para industrias sensibles, cree que el dinero que se coloque va a depender de qué tan claro sea el reglamento. Esto implica, de acuerdo a EcuaCáñamo, que se especifique en el documento el número de licencias exactas que se puedan obtener los empresarios; que sea explícito en los requisitos; que no se establezcan excesos de trámites, etc.

El Ministerio de Agricultura confirmó a este Semanario que toda actividad relacionada al cultivo de cáñamo: importación y venta de semilla, siembra, y poscosecha, industrialización, comercialización, exportación e investigación agronómica será permitida bajo licencias otorgadas por la entidad.

Agregó, además, que hoy en día el mercado es considerado una novedad; los precios de la variedad con mayor contenido de CBD, a pesar que este año bajaron tras la pandemia, siguen siendo muy altos. Es un mercado en desarrollo.

Una vez que se apruebe el reglamento los empresarios explican que deberán iniciarse las pruebas para determinar qué variedades de semillas producen plantas que tengan menos del 1% de THC y cuáles se adaptan mejor al clima.

Trejo afirma que la planta puede crecer en cualquier provincia. Es un cultivo de ciclo corto que permitiría obtener hasta tres cosechas al año; cada una demora entre 90 y 140 días en estar lista, dependiendo de la variedad.

El experto, además, explica que ya ha habido acercamientos con el Gobierno por parte de ciertas empresas interesadas en colocar capital, de países como Canadá y Colombia. Algunas de las firmas más grandes de la industria mundial del cannabis son Canopy Growth, Clever Leaves, Tyron, Pharmacielo, entre otras.

Mientras se obtiene la materia prima local, existen compañías en Ecuador que ya están importando productos como polvo o aceite para la fabricación de cosméticos (ver siguiente página). Otros miran las potencialidades de producción.

Según Trejo, para el último trimestre de 2021 ya se podría iniciar la fase productiva y para el primer semestre de 2022, la industrial.

Sebastián Chiriboga, representante del Clúster del Cáñamo de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), explica que la planta tiene más de 15 000 derivados de producción industrial. En la cosmética pueden elaborarse artículos de cuidado personal y relajantes; en la alimenticia, las semillas se pueden usar como alimentos para humanos y animales; en la construcción, procesamiento de fibras para hacer un elemento similar al concreto; papel; textiles, etc

El artículo 48 de la reforma al Código, además, estableció que la tenencia de medicamentos con el principio activo de cannabis “no será punible, siempre que se demuestre el padecimiento de una enfermedad a través de un diagnóstico profesional”. Esto abre la puerta para el área farmacéutica.

Según Chiriboga, las oportunidades vienen tanto para el mercado local como para la exportación. América Latina representa solo 2% de las exportaciones de la planta y derivados en el mundo.

En ocho partidas, entre las que están: jugos y extractos, semillas, tejidos, cáñamo en bruto, etc., se concentran las ventas de este producto en el mundo. En el 2019 alcanzaron USD 6 919 millones.