Ana Isabel Moreno ideó Anisa, un emprendimiento de jabonería artesanal.
Redacción Guayaquil
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Los ingredientes vegetales dan forma a los jabones de Anisa

Frutas como la frambuesa y el durazno; plantas como la menta, el eucalipto y la hierbaluisa; alimentos como la avena, el chocolate, la granola… son la materia prima de Anisa. Aunque pudiera parecer un emprendimiento gastronómico, no se trata de eso, sino de jabonería artesanal.

Detrás de esta idea está la guayaquileña Ana Isabel Moreno. Sus manos son las que crean los jabones de Anisa, desde hace tres años y medio. 20 combinaciones como chocolate fudge, naranja con canela o almendras con café, se elaboran cada mes en su taller.

Esta firma funciona en su domicilio, en la ciudadela Puerto Azul (vía a la Costa). Allí, produce 3 000 barras mensuales, en promedio, con la ayuda de una asistente. Algunas de las fragancias más demandadas son Miel Salvaje, Otoño (frutos secos y especias), Granola, y Mentalipto (menta con eucalipto).

La idea de hacer jabones artesanales surgió hace más de cuatro años, cuando en un canal alemán de televisión, la emprendedora conoció el proceso. Se enamoró -dice- de la forma "romántica y creativa" de elaborar los jabones y decidió hacerlo. Para ello, compró algunos libros del tema en Estados Unidos. La técnica la perfeccionó durante un año. Así, a mediados del 2009 nació Anisa.

Los componentes principales de estos jabones son la manteca de cacao ecuatoriano, la canola, el ricino y agua destilada. La creación se complementa con aceites esenciales importados. El proceso de elaboración toma cerca de un mes.

Cada barra se vende en USD 5. "El precio está justificado debido a su calidad y duración", dice Inés San Luces, una de sus clientas. Agrega que "siente la diferencia" entre el jabón industrial y los de Anisa. "Dejan la piel suave y se pueden usar hasta en la cara, ya que no tienen químicos ni preservantes".

Anisa se promociona principalmente a través de su página web (www.anisajabon.com) y de las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y Pinterest. Además, participa en ferias como El Mercadito y Bonaterra.

La marca realiza envíos a todo el país, con un recargo adicional de USD 2. Incluso, tiene clientes en la Amazonía, en ciudades como Napo y Zamora. El producto también se vende en algunas boutiques, hoteles y spas. Por ejemplo, se puede encontrar en el Hostal Boutique El Manso (centro de Guayaquil), en el spa Esteticare y en la boutique Gloss.

Sol Riofrío es otra de las clientas frecuentes de Anisa. Asegura que en su hogar usa únicamente los jabones de esta marca. Riofrío afirma que usarlos en la ducha "es una experiencia sensorial", debido a su textura y aroma.

El negocio.

El target. Son hombres y mujeres entre los 25 y 60 años. El 80% de los compradores son mujeres.

Otros productos. Además de jabones, produce exfoliantes bajo pedido. Próximamente creará una línea de bálsamos labiales.