La tecnología y las materias primas que Textidor emplea en la fabricación de sus productos son de calidad y ahora se proyecta a la exportación.

La tecnología y las materias primas que Textidor emplea en la fabricación de sus productos son de calidad y ahora se proyecta a la exportación. Foto: Glenda Giacometti / Líderes

La innovación llegó al calcetín

28 de mayo de 2019 09:38

Las medias de compresión para várices y las antiembólicas son los nuevos productos que la firma de calcetines Textidor presentó al mercado.

Tras varios procesos de innovación con tecnología de punta y el uso de materiales inteligentes, la marca ambateña diseñó estas prendas que mejoran la circulación, ayudan a la prevención de la hinchazón de las várices. Además, dan alivio a las piernas y pies cansados.

También tiene otras líneas de confección de medias con diseños coloridos y elegantes dirigidos a ejecutivos, niños, jóvenes y adultos, que visten con un ‘look’ casual o formal. En el 2018 la empresa facturó USD 380 175.

Los ejecutivos de la empresa iniciaron este proceso en el 2016 cuando decidieron invertir en la investigación para producir medias que no se fabricaban en el país. “Antes las empresas especializadas en salud exportaban las medias de compresión y antiembólicas, ahora nosotros buscamos cubrir parte del mercado nacional”, explica el gerente César Buenaño.

La desaceleración económica que afectó a esta firma también obligo a innovar. Fue por ese momento complicado que desarrolló la línea medias de compresión para tratamiento de las várices y las antiembólicas.

En la planta industrial, localizada en el sur de Ambato, el movimiento es incesante. Un grupo de colaboradores apura el trabajo de planchado y empaquetado de los calcetines.

Desde que este producto para la salud salió al mercado, las ventas están en ascenso. En la actualidad produce 8 000 pares de medias de compresión y antiembólicas al mes. Los principales mercados son Quito, Guayaquil, Cuenca y Ambato.

Antes del empacado los calcetines son planchados. Dos personas son las encargadas de realizar este trabajo en la empresa.

Antes del empacado los calcetines son planchados. Dos personas son las encargadas de realizar este trabajo en la empresa. Foto: Glenda Giacometti / Líderes

Buenaño explica que tienen expectativas para abrir la exportación de su producto en Bolivia y a otros países de América Latina. Para lograr este objetivo, a inicios de este año participaron de una feria de productos de innovación y de negocios en el país del Altiplano. Ahí exhibieron su producto especializado para la salud. “Ya comenzaron las negociaciones para ingresar a ese mercado”.

La inversión inicial en el proyecto fue de USD 150 000 y en la actualidad alcanzó los USD 300 000 en la compra de máquinas de última tecnología.

La historia de la industria de calcetines Textidor comenzó a escribirse en 1984, cuando César Buenaño luego de que sus dos proyectos de emprendimientos en la confección de camisas, en 1970, y la fabricación de telas para colchas de bebé, en 1978, cerraran.

Pensó que el negocio en la fabricación de medias de calidad daría resultados. Invirtió 5 millones de sucres en la compra de cinco máquinas tejedoras a su hermano, quien dirigía un pequeño negocio de confección de polines para deportistas.

El trabajo del emprendimiento arrancó con cuatro personas en la producción de medias para los deportistas, posteriormente innovó la maquinaria y empezó a tejer la línea para niños, jóvenes y ejecutivos. Buenaño cuenta que su emprendimiento fue de los primeros en producir medias en algodón.

El producto tenía demanda especialmente en valles cálidos y la Costa ecuatoriana. Sin embargo, empresas más grandes comenzaron a competir con productos similares. Aun así, nunca dejaron de invertir en nueva maquinaria. Al momento esta industria produce 33 000 pares de medias al mes, que distribuyen a las grandes cadenas comerciales de ropa y pequeños almacenes en todo el país.

En 1996, la compañía tuvo un cambio de timonel. Geovanny Buenaño, hijo de César, asumió la administración de la empresa. Eso dio un giro al negocio puesto que comenzó a innovar los productos con nuevos diseños.

Actualmente la empresa cuenta con registros sanitarios, sistemas de gestión como ISO 9001 e ISO 13485, que es para controlar la calidad de dispositivos médicos. “Eso nos permitirá exportar a la Comunidad Europea”, asegura Buenaño.

Hace dos años la empresa Ortomédica, de Quito, comenzó a comercializar las medias para las várices con buenos resultados. Fabricio Chávez, representante de Ortomédica, explica que anteriormente no había una industria local que supla la necesidad de estos productos y eran importados. “Ahora estamos fomentando la industria nacional productos con calidad”.

Ortomédica comercializa en sus 13 puntos de comercialización en Quito, Guayaquil y Ambato. Es más, las ventas subieron entre el 40 y 50%.