Fernando Pino y Diego Crespo fundaron Biofeeder. El primero viene de una familia dedicada al camarón; el segundo domina telecomunicaciones.

Fernando Pino y Diego Crespo fundaron Biofeeder. El primero viene de una familia dedicada al camarón; el segundo domina telecomunicaciones. Foto: Mario Faustos / LÍDERES

Alta innovación para camaroneras

30 de julio de 2019 09:27

Ofrecer una solución innovadora para la alimentación en piscinas de camarón fue la idea de Fernando Pino y Diego Crespo, fundadores de Biofeeder. Esta empresa ofrece una estructura física de metal, plástico y caja eléctrica con paneles solares que se coloca en las fincas manejadas por un software, que es controlado a través de la nube.

Detrás de ese servicio están tecnologías como inteligencia artificial, algoritmos, Internet de las Cosas, etc.

En mayo de 2016, luego de un café, Pino y Crespo decidieron incursionar en la industria acuícola a la que consideran estratégica. Fernando, de 42 años, viene de una familia que se ha dedicado al negocio camaronero por años y, en la búsqueda de impulsar modelos exitosos de tecnificación de procesos de alimentación para el camarón, tomó contacto con Diego (46), experto en telecomunicaciones para crear un sistema de alimentación automática para el crustáceo.

El software supervisa y administra el equipo de alimentación basado en algoritmos para optimizar automáticamente los horarios y las tasas de alimentación, todo con solo unos pocos clics en una interfaz en línea.

Diego sostiene que la creación de una infraestructura de alimentación automatizada y centralizada transforma la manera en que los productores de camarón producen sus cultivos. “Se obtiene una mayor productividad y ahorro de recursos”, sostiene.

En 2016 la firma tuvo su primer cliente. El grupo camaronero de la familia de Fernando apostó por el proyecto confiando en su funcionalidad, les anticiparon USD 200 000 que fueron el punto de partida para iniciar con la construcción de los equipos. Según Diego, esta fue la forma ideal de arrancar el negocio porque tenían el cliente definido. La primera venta fue de 1 000 equipos que se entregaron luego de seis meses.

La planta de producción está ubicada en  la Vía Durán–Tambo, en las afueras de Guayaquil. La firma tiene 60 colaboradores.

La planta de producción está ubicada en la Vía Durán–Tambo, en las afueras de Guayaquil. La firma tiene 60 colaboradores.Foto: Mario Faustos / LÍDERES


Los equipos de Biofeeder están constituidos por una tolva de 175 kilos (contenedor de balanceado), una base de flotación, la estructura metálica de aluminio reforzado, paneles solares y una caja electrónica para el software. “Somos una empresa ecuatoriana que tiene conciencia verde”.

Todos los equipos son solares, es decir, utilizan tecnología verde. Las tolvas y la estructura metálica se fabrican y se ensamblan en Ecuador. De los 20 proveedores, al menos la mitad son ecuatorianos.

Al 2017 los emprendedores lo consideraron un año de prueba en el tema de ventas. Por ello en 2018 arrancaron con clientes más fuertes. Actualmente tienen más de 50 clientes.

La empresa, ubicada en la Vía Durán–Tambo, cuenta con aceptación a escala nacional e internacional. Exportan sus alimentadores a México y Asia. Diego explica que los alimentadores automáticos han sido exitosos en reducir el tiempo y la energía necesaria para la alimentación de los camarones, además permiten incrementar el número de raciones por día.

Siguiendo el modelo del Internet de las cosas (IOT), los empresarios afirman que la alimentación automática acústica será el plus. “Es una innovación que se ha buscado desde que nació la compañía”. Este nuevo elemento demoró un año para tener un prototipo que sea sustentable en el tiempo; opera desde hace dos meses.

La acústica implementada se cumple mediante hidrófonos que emiten sonidos cuando el camarón se alimenta. Esto quiere decir, que se podrá controlar cuánto alimento demanda el crustáceo y el aparato lo entrega de acuerdo al sonido que refleja la necesidad del animal.

Actualmente trabajan en la creación de una plataforma que permita darle las herramientas al camaronero para controlar todo el funcionamiento de sus fincas a través de un software.

Los fundadores de esta compañía han participado por dos años consecutivos en la Aqua Expo que organiza la Cámara Nacional de Acuacultura en Guayaquil. Afirman que desean consolidarse en el país ya que la extensión de fincas y número de productores permitirían que el negocio crezca. El próximo destino de la firma es conquistar a más países del continente asiático.

Otro dato que confirma el crecimiento: la comercialización de cada equipo se registra un incremento constante y mensualmente venden alrededor de 500 equipos. “Para este año esperamos triplicar la facturación y adquirir nuevos clientes que se interesen en la tecnificación para las camaroneras”.