La Internet, un aliado al sumar aspirantes
El especialista
Anclar las estrategias de mercadeo en el anhelo aspiracional: un clásico ejercicio publicitario. Esta 'milenaria' forma de buscar una reacción en los clientes es bien usada en algunas campañas de los centros educativos.
Recuerdo una valla publicitaria que encontré en un viaje por la Sierra centro hace algunos meses. Se trataba de un afiche de una película de Harry Potter, con el logotipo: "Colegio Londres, la magia de tu vida inicia aquí".
Más allá de la jocosidad que puede causar el ejemplo anterior, el tema de fondo es que tanto los jóvenes como los padres de familia se interesan por el lugar donde van a realizar sus estudios. En el caso de las instituciones de tercer nivel, el primer ámbito que los -por así llamarlos- 'clientes' buscan es el futuro laboral que les avizora tras pasar por esas aulas.
Para la mayoría de padres de familia, tengan las posibilidades económicas o no, el hecho de que sus hijos o hijas culminen una carrera universitaria les hace pensar que pueden asegurar una buena posición en el mercado laboral.
En tanto que para los adolescentes, la elección de una universidad se da principalmente por las recomendaciones que tiene de parte de familiares u otros mensajes.
Allí es donde entran en juego las campañas publicitarias o la información que los aspirantes puedan recabar de una herramienta de su total dominio: la Internet. Sin embargo, todavía existen casos de entidades educativas que no cuentan con una planificación de contenidos comunicacionales para esta vía.
Por ejemplo, existen casos de entidades educativas con un destacado trabajo en redes sociales o en sus portales institucionales. También están las universidades que tienen cuatro o cinco perfiles en Facebook, carecen de Twitter institucional y su información en sitios web depende de que alguna persona cada mes o cada quincena la actualice.
Las instituciones de educación superior podrían analizar los cambios generacionales a las que están sometidas. La carta de presentación de una universidad son sus buenos estudiantes. Aquello se traduce en prestigio académico y la viabilidad de acceder a una plaza laboral inmediata. La cuestión es definir cómo se comunica aquello. ¿Es necesario invertir todo el presupuesto en prensa escrita o en televisión? ¿Es necesario enfocarse solo en Facebook y Twitter? La viralización de las campañas no solo se da en las redes sociales. Los pasillos también son buenos aliados.
Las entidades educativas tienen una herramienta de bajo costo: las redes sociales. allí está el nuevo prestigio 'boca a boca'