Sociedad Informe

En la Bolsa de Valores de Quito se analiza permanentemente el comportamiento societario. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

La inversión societaria creció, pero las dudas persisten

13 de marzo de 2016 12:26

La inversión societaria durante el año pasado tuvo una evolución favorable. Según cifras de la Superintendencia de Compañías, el monto pasó de USD 2 281 millones en el 2014 a 2 812 millones, en el año anterior. Esto significa un crecimiento anual del 23%.

De la inversión contabilizada al 2015, las compañías nacionales destinaron USD 2 041 millones: el 91,2% correspondió a firmas ya existentes y el 8,8% fue inversión de nuevas empresas. No obstante, el número de compañías activas en el país decreció de
73 876 en el 2014 a 71 183 hasta mediados de diciembre.

Suad Manssur, superintendenta de Compañías, destaca tres hechos sobre el 2015: Se aplicaron las reformas a la Ley de Compañías (promulgadas en mayo del 2014); se consolidó la utilización de las Normas Internacionales Financieras (NIIF) en las compañías sujetas al control de la entidad.

Además, la Superintendencia puso a disposición de la ciudadanía y las sociedades que controla, herramientas tecnológicas, con el fin de atender solicitudes y recibir información en tiempo real y oportuno. “Estos hechos sirvieron para que los empresarios puedan realizar diversos actos societarios con mayor agilidad y sobre todo transparentando la información”.

Esto permitió, añade Manssur, que en un escenario económico complejo los empresarios pudieran tomar las decisiones que convengan a sus objetivos.
La funcionaria detalla que el número de compañías constituidas en el 2015 se sinceró gracias a las reformas y al sistema de constitución electrónica: “Disminuyo el ‘mercado de compraventa de compañías’. Al ser más ágil el proceso de constitución, solo se constituyen las que necesitan operar. Es más real la cifra de compañías constituidas que realizarán actividades mercantiles”.

En el sector empresarial existe una propia evaluación. Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), que agrupa a 39 organizaciones y federaciones, califica al 2015 con un cinco sobre 10.

Este dirigente señala que las dificultades económicas para el gremio empresarial fueron creciendo desde mediados del segundo semestre, en especial a partir de octubre, con disminución de ventas, de ingresos y de liquidez. “El último trimestre fue el arranque de una crisis que todavía persiste”.

Al final, dice Aspiazu, la percepción que queda es que la agenda política está sobre la económica y, en un escenario de crisis, ese enfoque no es conveniente porque se puede complicar o agravar más la situación.

La presidenta del directorio de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ), Mónica Villagómez, sostiene que el sector empresarial estuvo con muchas restricciones durante el 2015.
Empresas que separaron a parte de su personal y una restricción en los créditos bancarios fueron dos factores que afectaron a la actividad bursátil, según Villagómez. “Por esos motivos, los inversionistas y las empresas tuvieron un comportamiento cauteloso”. Para este año, Aspiazu cree que el tema seguirá complicado;Villagómez piensa que será igual al 2015 o algo mejor.

Montos negociados cayeron 33%

Los indicadores del sector bursátil muestran que la contracción económica también afectó a este sector. En el 2015, el monto negociado en las bolsas de valores de Quito y Guayaquil fue por USD 5 047 millones, lo que representa una caída del 33% frente al 2014, cuando se negociaron USD 7 544 millones.

Papeles como certificados de tesorería, certificados de inversión, papel comercial o titularizaciones, registran caídas anuales importantes según las estadísticas. Solo las titularizaciones cayeron de USD 356 millones a 69 millones entre 2014 y 2015.

Para Mónica Villagómez, presidenta del directorio de la Bolsa de Valores de Quito, el sector bursátil se resintió el año pasado, como consecuencia del freno de la economía. “Los inversionistas estuvieron bastante cautelosos y los cambios en la normativa tributaria alejaron a los que estaban interesados en invertir. Un gravamen tributario es un factor de análisis clave para todo inversionista”, explica Villagómez.

Otro aspecto que impactó, según la ejecutiva, fue el hecho de que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que es el mayor inversionista institucional, prefirió invertir en proyectos del Estado.

La representante del sector bursátil destaca, sin embargo, que pese la restricción de crédito que se sintió en la economía se dieron emisiones por USD 470 millones y colocaciones por USD 201 millones, aunque esas cifras fueron menores en comparación con las del 2014 (ver gráfico).

El escenario del 2016 luce complicado desde la óptica empresarial

Las inversiones societarias se concentran en los últimos años en industria manufacturera, minas y canteras, comercio, agricultura, construcción y actividades financieras.
En el 2015, además de los sectores económicos a los que mayormente ha sido dirigida la inversión societaria, se puede destacar que existen otros sectores que en los últimos años han tenido dinamismo.

La superintendenta de Compañías, Suad Manssur, menciona el segmento llamado Actividades de Servicios Administrativos y de Apoyo, en el que se incluyen agencias de viaje, compañías de seguridad, actividades de envasado y empaquetado, actividades de centros de llamadas, agencias de empleo, etc. “La inversión en este sector llegó a USD 58 millones en el 2015, registrando una tasa de crecimiento del 164%”, frente al 2014.
Más allá de los datos de inversión, autoridades y empresarios reconocen que el 2015 fue un año complicado.

El ministro de Industrias y Productividad, Eduardo Egas, admite que el 2015 no fue un buen año ni para el sector privado ni para el público. Las grandes pérdidas que se registraron con la caída de los ingresos petroleros golpearon duro a los dos sectores y esto ocurrió porque el país no tiene la capacidad de emitir dinero. “El circulante que existe en la economía resulta de la cantidad de dinero que sale y entra”.

Según Egas, la baja del crudo es un desafío para las autoridades de distintos países que adoptaron determinadas políticas. Arabia Saudita, Líbano, Venezuela, Estados Unidos, también resultaron afectados con “la baja abismal” de los precios del petróleo y eso solo demuestra que nadie tiene el control en ese aspecto y menos Ecuador.

Para Silverio Durán, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), el sector tuvo un mal 2014. Las dificultades económicas empezaron a notarse en el 2014, año en el que se inició un descenso del que aún no se recuperan los constructores.

La falta de créditos para clientes y constructores fue notoria, dice Durán. “La banca restringió préstamos y algunos clientes se abstuvieron de comprar al no contar con ingresos suficientes y otros se retiraron de planes de vivienda por temor a quedarse con la deuda y sin trabajo. Por todo eso hay proyectos iniciados en el 2015 que se paralizaron”.

La Camicom agrupa a 11 500 socios entre empresas y personas naturales. Según una encuesta realizada por la Cámara a sus socios, el 32% de profesionales se quedó sin trabajo.
Hermel Flores, constructor independiente, añade que a la complejidad del año pasado se sumó el hecho de que el Gobierno se atrasó en sus pagos con los proveedores.

Los gobiernos seccionales no tuvieron dinero, estos no pagaron a los contratistas y ellos, a su vez, demoraron el salario a sus trabajadores, explica. “Los profesionales que laboran de modo independiente se vieron en dificultades”.

Andrés Burbano de Lara, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Software (Aesoft), tampoco presenta resultados positivos de su sector. El segmento, asegura el directivo, decreció en un 5% frente al 2014.

La razón principal de la caída del software es que los proyectos con el Estado se cancelaron. “Además, hubo demora en la paga por parte del Fisco y falta de liquidez por el lado de las empresas privadas, que empujaron a que las empresas de software no puedan cumplir con sus compromisos a tiempo”.

Burbano de Lara reconoce que en Aesoft no pensaron que el precio del petróleo iba a caer en tal magnitud. “Y como la economía se mueve en función del Estado, si este se frena, todo se para”. El acceso a financiamiento también limitó el crecimiento del sector y, en ciertos casos, firmas pequeñas tuvieron que parar sus operaciones.

En cuanto a las compañías en disolución y liquidación, la Superintendenta detalla que en el 2014 se depuró la base de compañías que operaban y que presentaban estados financieros. Aquella depuración incrementó el número de compañías disueltas de oficio por la causal de inactividad. “Como consecuencia de aquella política de depuración, explica Manssur- el 2015 refleja un número de disoluciones y liquidaciones más reales y menor al del año 2013. Fue necesaria aquella depuración para reflejar la realidad del sector societario activo”.