Santiago Ayala Sarmiento Redacción Quito / LÍDERES
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José Vicente Cedeño: 'El riesgo es que con bancos grandes, caídas grandes'

El superintendente de Bancos, Pedro Solines, en diálogo con LÍDERES, dibujó hace varios días un escenario futuro donde exista un menor número de instituciones financieras. Según la autoridad de control, hay muchas entidades para un mercado pequeño, por lo que una fusión o absorción entre ellas sería adecuado para la actividad financiera. Incluso puso como ejemplo al sector asegurador donde se ha reacomodado el mapa de oferta, donde cinco multinacionales de renombre han entrado al país a comprar aseguradoras nacionales. ¿Por qué no pensar en que algo similar ocurra en el sistema financiero? Solines es partidario abierto de ello...

¿Es viable reducir el número de instituciones financieras, en especial cuando el sistema está sólido y solvente, y el propio Gobierno ha incentivado, en su momento, la competencia bancaria?
Eso tiene pros y contras. Primero, como se dice en el argot financiero bancario: 'To Big, To Fail'. O sea, que mientras más grande es algo, más grande es la caída. En el país, seis instituciones acogen a alrededor del 75% de los depositantes. Ya tenemos instituciones representativas. En caso de la caída de un gran banco, sería el Estado, como tal, el que tendría que intervenir y salvarlo, tal como ocurrió en la crisis financiera de 1999.

Por otro lado, los bancos pequeños no son pioneros, son seguidores de los bancos grandes, les resulta más complicado llegar a obtener resultados por escalabilidad productiva. Tampoco son muy intensivos en la prestación de servicios o productos diferentes para sus clientes, siempre van a tener productos que han hecho los bancos grandes. Y, finalmente, un tema muy importante es la tecnología: los bancos pequeños no tienen un intensivo desarrollo tecnológico, como lo podría tener un banco grande.

Pero estos bancos pequeños han hecho grandes esfuerzos al bancarizar a personas a las cuales los bancos grandes no han accedido, como el microcrédito.

Correcto, estos bancos pequeños se han especializado en nichos de mercado y atienden a un cierto segmento de clientes y eso es magnífico. Pero -y no generalizo- por ser pequeños pueden ser más flexibles respecto a las condiciones para otorgamiento de créditos o poner tasas más atractivas para la captación de clientes. Y ese es un riesgo para el mismo regulador porque tiene que concentrarse más en el banco pequeño y solicitarle información que, muchas veces por el tema tecnológico o por una ineficiencia operativa, les demanda mayor trabajo frente a una institución grande.

¿Es decir, que disminuir el tamaño del mercado también sería facilitar el trabajo de la Superintendencia y dejen de ocurrir casos como el del Banco Territorial?
El tema no es ayudar a que disminuya la capacidad de control sino el tiempo que demande el control. No digo que las instituciones pequeñas no tengan información tecnológica adecuada o constante, sino que talvez el tiempo de levantar esa información es mayor al que lo demanda una gran institución. Por tanto, sería mucho mejor una fusión, una integración de bancos pequeños, porque eso les permitiría seguir manteniendo los mismos nichos de mercados que tienen e incluso darles mejores resultados. Esta integración podría ser un apalancamiento mucho más fuerte, al tema de inversiones en tecnología, reducción de costos operativos, mayor eficiencia...

Porque si un gran banco absorbe a un pequeño, lo que resultaría es un banco aún más grande y allí se correría el riesgo del 'To Big, To Fail'.

Gracias a Dios no hemos tenido crisis en un gran banco o en un banco mediano para ver cómo funciona el seguro de depósitos. En el caso del Banco Territorial ha funcionado bien. La caída de un gran banco implica que, si el Estado por la situación económica que representa dicho banco frente a la sociedad, decide ayudarlo inyectando capitales, en ese momento podría darse un tema de que afecte a la sociedad, a todos, no solo al Estado.

¿El mercado está actualmente preparado para una reducción del mercado?
Sí, está preparado. Pero también hay que verlo desde la óptica de los clientes. Si ocurriera una reducción del mercado, ellos solo podrían ir a los bancos viables. Sin embargo, a la par existiría reducción de costos, eficiencia operativa y mayor transparencia e información. El único riesgo que veo, repito, es que la caída de uno de ellos haría bastante ruido, no solo a nivel interno, económicamente hablando, sino que es un ruido de Estado, que puede conllevar a una crisis al país.

Tras la crisis financiera de 1999, la gente quedó muy sensible con el tema bancario. ¿Cuál sería su reacción al saber que su banco pequeño desaparecería?
Bajo un proceso ordenado, con un mensaje positivo por parte del controlador, como ocurrió con el Banco Territorial, no habría mucha incidencia. El mensaje fue claro, transparente y oportuno y por eso no hubo pánico. Claro que la participación de este banco en el sistema no tenía mucha incidencia, pero es un buen ejemplo de lo que se podría hacer.

Y en el escenario actual, ¿es atractivo para un banco grande comprar un pequeño? Nadie quiso comprar el Territorial...

Parte de un negocio grande es hacerse más grande. Sin embargo, bajo las regulaciones a la banca impuestas en el 2012, que han provocado una reducción de utilidades y una afectación al índice de rentabilidad ROE, haría que los bancos grandes no se interesen en incrementar su participación porque les conllevaría a un aumento en costos operativos y de inversión. Quizás si el banco pequeño esté prestando algún servicio en un nicho específico y tiene una tendencia fuerte de crecimiento, entonces posiblemente podría ser atractivo para el banco grande.

Y el mercado financiero nacional en su totalidad ¿qué tan atractivo sería para un banco internacional? En el caso del mercado asegurador, las regulaciones que obligaron a la venta de aseguradoras por parte de los bancos y la exigencia de mayores índices de cumplimiento provocó un movimiento en el mapa: cinco multinacionales llegaron al país. ¿Podría ocurrir algo similar en el mercado financiero?
Pensaría que no solo es en el tema bancario sino es en cualquier mercado. La invitación a que ingresen a participar firmas internacionales, empresas multinacionales extranjeras, en este caso en la banca, siempre va a ser atractivo, sobre todo para el usuario, para el cliente, porque ellos tendrían más opciones para tomar la decisión 'X' o 'Y'. Siempre va a ser bueno esto, sobre todo para el consumidor.

Ahora bien, la decisión estaría sujeta a los análisis financieros que dichas entidades realicen frente a una posible incursión dentro del país, porque, por ejemplo, tendrían que ver el marco legal regulatorio, las normas particulares para dicho segmento, lo que se requiera.

Básicamente, la salud financiera del sistema financiero ecuatoriano conlleva la aplicación de todo lo que menciona el acuerdo de Basilea respecto a la prudencia financiera y a los indicadores. Si eso se está manejando de una manera acertada, entonces el ingreso de un participante internacional se extenderá hacia el análisis de qué tan bueno sería en términos de rentabilidad. Bajo un análisis de bancarización aún falta mucho por hacer en el Ecuador, y eso es muy atractivo para bancos foráneos.

JOSÉ VICENTE  CEDEÑO

LA CARRERA DEL ANALISTA

Formación. Ingeniero Comercial, especializado en Finanzas, en la ESPE. Máster en Economía Empresarial en el Incae de Costa Rica. Máster en Finanzas en la Universidad Carlos III de Madrid.

Sector público. Fue Jefe Nacional de Programación de Control en el SRI. Fue Director de Control de Mercado de Valores en la Superintendencia de Compañías.

Consultoría. Analiza riesgo, finanzas e impuestos. Socio en Estrategias y Servicios y asociado de Transfer Pricing.