Gustavo Dávila gerencia Davce, que apoya a 310 jóvenes con cáncer. Foto: Mario Egas/ LÍDEREs
Mónica Orozco
Descrición
¿Te sirvió esta noticia?:
Si 1
No 0

Los jóvenes con cáncer tienen en él un soporte permanente

La responsabilidad social está en el ADN de Gustavo Dávila. El empresario gerencia la firma de acabados de la construcción Davce, que tiene en su plantilla laboral a jóvenes con cáncer.

La historia empezó hace 36 años, cuando Dávila, con solo 13 años, debía trabajar como peón en obras de construcción. Ahí forjó un sueño: "dar empleo", dice con una sonrisa.

Este empresario recuerda que al cumplir 26 años adecuó una pequeña ferretería en el garaje de su casa; luego, abrió un local y en el 2002 nació Davce gracias a dos socios que confiaron en él. "No tener un techo donde dormir, no tener zapatos para ir a la escuela... Todo eso me ha hecho poner amor a las cosas que hago".

Hace siete años, el fallecimiento de su hijo debido a un agresivo osteosarcoma (cáncer a los huesos), lo impulsó a crear, como parte de la responsabilidad social corporativa de Davce, la Fundación Jóvenes contra el Cáncer, que ofrece apoyo a adolescentes que padecen diferentes tipos de esta enfermedad.

Davce emprendió la estrategia 'Constructores de Esperanza', a través de la cual arquitectos y empresas de la construcción financian, con sus compras, parte de los gastos de la fundación.

Otto Maldonado es un constructor que apoya la iniciativa. "La mayor parte de mis negocios los hago con ellos, porque sé que parte de las utilidades ayuda a los jóvenes con cáncer", sostiene este cliente, que adquiere insumos en esta firma, desde hace más de 20 años.

Maldonado también ha realizado aportes para el pago de citas médicas para los jóvenes que pertenecen a la Fundación.

Davce ofrece a los constructores un mejor precio. Con parte de estas ventas (unos USD 2 000 mensuales), se cancela los gastos de arriendo, Internet, y algunos apoyos económicos a 310 jóvenes con cáncer de 22 provincias del país.

Además, desde el 2007 nueve chicos han pasado por la nómina de Davce. "Las empresas no los quieren emplear, porque dicen 'y si se muere qué va a pasar'", asegura Dávila.

Luis Garzón fue uno de esos jóvenes. Hace tres años le detectaron leucemia, que hoy está en etapa de remisión. Davce le dio una mano y lo empleó. "Me abrieron las puertas y los ojos de que podía ser incluido. Me sentía productivo y parte de la sociedad". Con ello pudo pagar parte de su tratamiento. Hoy estudia Trabajo Social en la U. Central del Ecuador.

Para los empresarios

El proyecto. Contrate a los jóvenes a dictar charlas positivas sobre su experiencia de vida en su empresa.

El apoyo. Financie medicinas, el estudio o apadrine a un joven para cumplir su sueño, entre otras tareas. http://jovenescontraelcancer.org