Joyas con tela y concha se tejen en Cuenca
Plata, algodón, lana, concha de spondylus o de nácar, piedras semipreciosas y paja toquilla son parte de la materia prima que utiliza Tania Francisca Tapia para diseñar sus joyas. Además, las comercializa con su nombre.
Con esta iniciativa factura cerca de USD 5 000 al mes (promedio) y ha llevado sus productos a ferias en Fráncfort (Alemania), Jerusalén (Israel), Buenos Aires (Argentina) y Santiago (Chile).
Tapia se graduó en 1995 en Diseño de Objetos, en la Universidad del Azuay, y cuatro años más tarde se especializó en técnicas de grabado y repujado en metales en la Escuela de Arte de la Medalla en Roma (Italia).
Ese mismo año, en 1999, invirtió unos 100 millones de sucres (cuando un dólar costaba 25 000 sucres; es decir, unos USD 4 000 al cambio de ese entonces).
Con ese dinero compró motores de joyería, estructuras para lijar, limas, gomas para pulir, laminadoras, entre otros equipos. Su facturación bordeaba los USD 300 al mes y ella era la única empleada del emprendimiento.
Su trabajo tuvo acogida desde el principio, gracias al apoyo del Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (Cidap), explica Tapia. A ese centro llegaban misiones comerciales y diplomáticas, para ver la calidad de la artesanía que se elaboraba en el mercado nacional.
Para Claudio Malo, ex director del Cidap, el trabajo de Tapia está bien logrado, porque fusiona técnicas, materiales y colores. “Esta cuencana es un ejemplo de superación y sus piezas reflejan su dedicación al trabajo artesanal”.
Por esa entrega que destaca Malo, esta emprendedora fue invitada, en el 2001, a exponer sus productos en la Embajada Ecuatoriana en Washington, donde mostró la calidad de la artesanía cuencana.
Asimismo, diseñó joyas para las candidatas de Rusia, EE.UU., Uruguay y otras siete representantes en el Miss Universo que se realizó en el 2004 en Ecuador.
La asesora de modas Daniela Rivas explica que el éxito de Tapia se debe a la capacidad creativa y de reinvención de sus piezas. “No es casualidad que sus productos sean cotizados en el exterior”.
El año pasado, Tapia visitó Nueva Delhi (India), dice Diana Sojos, representante ante el Consejo Mundial de Artesanías de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). “Mostró la calidad del producto ecuatoriano”.
Las piezas de la boutique Tania Francisca cuestan entre USD 7 y 500, según la elaboración y materiales que utilice. Una de sus clientas, Claudia Vintimilla, adquiere estas piezas para acompañar vestidos de coctel o prendas casuales. “Me gustan, porque sus collares, pulseras y aretes resaltan el vestuario”. Sus productos son coloridos y originales y no tienen nada que envidiar a joyeros europeos.
El local Tania Francisca exhibe sus piezas en La Esquina de las Artes, desde el 2010, y cuenta con dos empleados.
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