La Justicia decomisa automóviles de lujo del magnate brasileño Eike Batista
La Policía brasileña decomisó hoy, 6 de febrero del 2015, por orden judicial, siete automóviles, dos de ellos de lujo, y otros bienes del magnate brasileño Eike Batista, quien hasta 2013 era uno de los ocho hombres más ricos del mundo.
La orden fue decretada para garantizar el pago de indemnizaciones si Batista es hallado culpable de haber cometido delitos bursátiles en una causa abierta en el Tribunal Federal de Río de Janeiro, según informó el abogado del empresario, Sergio Bermudes.
La causa está bajo secreto de sumario, por lo que el tribunal no puede confirmar la información, según dijo a Efe un portavoz de la corte. Entre los automóviles incautados por la Policía, figura un Lamborghini Aventador LP700-4 de color blanco, que Batista usaba de decoración en el salón de su apartamento en el exclusivo barrio Jardim Botânico de Río de Janeiro.
También fue confiscado un Porsche Cayenne Turbo S, en color blanco, además de otros cuatro automóviles utilitarios y un compacto; computadores, teléfonos celulares, relojes y 90 000 reales (unos USD 33 000) en efectivo, según un comunicado de la Policía Federal.
El Lamborghini, el Porsche y los otros bienes fueron transportados a la sede de la Policía Federal en Río de Janeiro ante las cámaras de la prensa. "No le dejaron ni dinero para comprar bananas para su hijo de tres años", afirmó el abogado, según declaraciones recogidas por la web de noticias G1.
Batista es acusado de beneficiarse de información privilegiada y de difundir informaciones falsas en la bolsa de Sao Paulo relativas a la petrolera OGX, lo que ocasionó pérdidas de USD 580 millones a los accionistas minoritarios.
OGX fue la joya del imperio de seis empresas de infraestructuras y energía fundado por Batista y con el que el magnate amasó y dilapidó en pocos años una fortuna de USD 30 000 millones. La Fiscalía acusa a Batista de omitir al mercado informaciones sobre el tamaño de tres yacimientos marítimos operados por OGX y de aprovecharse para vender gran parte de sus acciones cuando estas tenían un valor elevado y él ya sabía que las reservas de petróleo no eran viables.
Asimismo, según la acusación, Batista mintió al mercado anunciando que aumentaría sus inversiones en la empresa, lo que atrajo a miles de accionistas que creyeron en la viabilidad de la empresa, que acabó quebrando el año pasado. La primera audiencia del juicio se celebró en noviembre pasado y en ella declararon varios testigos de la acusación. Todavía no hay fecha para las próximas sesiones en las que declararán los testigos de la defensa y el propio Batista.