Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES José Ochoa guarda sus libros en su casa (foto), quinta y oficina.

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Giovany Astudillo
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Con un libro de ajedrez, José Ochoa forjó su estrategia hotelera

4 de enero de 2017 11:20

El ajedrez es su pasión. En su adolescencia, en el colegio Técnico Salesiano, de Cuenca, leyó varios textos vinculados con esta disciplina para aprender jugadas, pero uno le marcó.

De ‘Mi sistema’, de Aron Nimzowitch, no solo aprendió sobre las técnicas de ajedrez sino que también le sirvió para el futuro. Formó su visión sobre el corto, mediano y largo plazo y sobre las estrategias. Según Ochoa, cuando elabora una estrategia en ajedrez piensa en una serie de movimientos antes de ejecutarla. “Ese ver hacia adelante me sirvió en la universidad y en los negocios”.

Ochoa, quien es presidente de la Federación Hotelera del Ecuador, asegura que aprendió a ser más organizado en sus estrategias. “Planificar los siguientes pasos para iniciar un proyecto”.

Posteriormente, en la Universidad leyó libros vinculados con el ámbito social. Uno de los fundamentales fue ‘Las venas abiertas de América Latina’, del uruguayo Eduardo Galeano. Según Ochoa al estudiar en la Universidad de Cuenca se rodeó de un mediomuy preocupado por lo social.

Por cada etapa se interesa de una temática. Así comenzó a revisar textos sobre del Opus Dei como el escrito por John L. Allen. Quiso aprender cómo era, porque un grupo de amigos le invitó a ser parte. “Preferí no continuar”.

Ahora le gusta la literatura contemporánea, pero no los ‘best seller’. “Siento que los ‘best seller’ se vuelven muy comerciales y creo que no son buenos. Prefiero comprar una temática similar”.
Le atraen obras como ‘El Viejo y el mar’, de Ernest Hemingway, ó ‘Kitchen’, de Banana Yoshimoto, También le interesan las novelas de ficción y la temática de la educación.

Recomienda el libro de Andrés Oppenheimer ‘Basta de historias’ para entender la problemática de la educación.

“Si tenemos tantos recursos naturales o turísticos y no somos desarrollados, la respuesta es la educación en Latinoamérica”.

Por ello, señala que a sus tres hijos les inculcó que es importante que un profesor sea exigente más aún en la Universidad para aprender a conciencia.

Durante los viajes aprovecha para leer y comprar en los aeropuertos del país o del exterior. Antes revisa sobre autores o textos que son buenos en Internet, en las redes sociales o pide recomendación a sus amigos. Lee un libro a la vez y los que le marcaron repite.

Tiene cerca de 500 textos que están repartidos entre su hogar, su oficina y su quinta ubicada en el valle azuayo de Yunguilla. En este último espacio lee los fines de semana. Si le gusta una publicación la regala a sus amigos o familiares para que ellos también conozcan sobre la calidad del contenido.

A Ochoa también le gusta leer textos para entender los cambios que ocurren en el mundo debido a la masificación del Internet no solo en el ámbito turístico sino también en otros como los servicios, marketing, comercialización… “Quienes no se adapten al cambio quebrarán, pero también se crearán nuevas empresas”.

Según Ochoa, nos hemos vuelto muy competitivos... Hay que aprovechar mejor el tiempo con espacios de lectura”.