Verónica Gavilanes, gerenta General de Pichincha Microfinanzas, filial del Grupo Pichincha. Foto: cortesía Verónica Gavilanes

Verónica Gavilanes, gerenta General de Pichincha Microfinanzas, filial del Grupo Pichincha. Foto: cortesía Verónica Gavilanes

Verónica Gavilanes: ‘Nuestro rol es apoyar la reactivación’

27 de enero de 2021 12:24

Verónica Gavilanes, gerenta General de Pichincha Microfinanzas, filial del Grupo Pichincha, ofrece un balance del desempeño de este segmento en el 2020. Además, las áreas en las que se debe poner mayor énfasis y las perspectivas para este año que comienza.

¿Cómo está el segmento de microfinanzas en Ecuador?
Es un segmento estratégico, dada la relevancia que tiene impulsar la inclusión financiera, aún más con la pandemia. La inclusión es clave para el desarrollo del país; está asociada a una disminución de la pobreza, a un incremento en la productividad, a una reducción de brechas de equidad y al mayor bienestar económico. El año que concluyó fue de muchos desafíos para el segmento, nos enfrentamos al deterioro de la capacidad adquisitiva de los clientes. Es fundamental que las instituciones financieras estemos cerca del cliente, conociendo la situación de su negocio y su entorno, y brindando apoyo. La inclusión financiera y las microfinanzas impulsan, desde la base de la pirámide, la reactivación económica del país.

¿Cómo ha evolucionado el desempeño del segmento?
El desempeño es bueno, pero hay que hacerlo de manera técnica y metodológica. Nuestro modelo es llevar el banco a los clientes, tenemos más de 1 000 ejecutivos en campo; que llegan, hacen la evaluación con su celular y entregan el crédito en ese momento. Son procesos simples de evaluación, con el entendimiento de la necesidad del cliente.

¿Cómo se protege al cliente?
Son importantes las buenas prácticas de protección al cliente, nosotros tenemos la certificación Smart Campaign, que se basa en siete principios. Uno de ellos es evitar el sobreendeudamiento, para ello el cliente recibe asesoramiento sobre su capacidad de pago; otro principio es el trato justo y respetuoso; también se debe practicar la transparencia, explicarle al cliente lo que está firmando y sus costos. Además, es fundamental la educación, tanto financiera como para la adopción digital. En la pandemia hubo mayor necesidad de transaccionar a través de medios no físicos. En ese proceso, ayudamos a los clientes con banca móvil, banca electrónica y la billetera Deuna, que facilita las transacciones a los negocios.

¿Cómo está Ecuador en cuanto a inclusión financiera?
Según el Estudio Global Findex, el Ecuador va cerrando brechas. En el 2012 estábamos con 35% de inclusión; al 2017, con 51%. Hay un ecosistema que está ayudando en este proceso, pero todavía tenemos brechas. Las personas que están excluidas, mayoritariamente son mujeres (57,8%), que están en los estratos más pobres y en zonas rurales. Es importante que las propuestas sean inclusivas en todo sentido, que vayamos eliminando barreras de acceso, ampliando canales. La inclusión se trata de crear una oferta de productos y servicios adecuados, que sean de calidad y que sirvan, con el fin de que el cliente se supere.

¿Cuáles son los sectores que más se han beneficiado de los microcréditos?
El sector más grande es el comercio (tiendas, mercados, comercio al por mayor y por menor). Luego, servicios (restaurante, alimentación, belleza) y, en tercer lugar, producción, con una arista importante en agricultura y ganadería. Con la pandemia hubo una mayor afectación de todo lo relacionado con el turismo. Los más afectados buscaban una solución de pago, si tenían créditos vigentes. Otros pedían recursos para avanzar hacia otra actividad, si la principal se vio afectada. Los clientes de microfinanzas son muy resilientes. El rol nuestro ha sido acompañar esa reactivación.

¿Cómo ha sido la demanda de este tipo de créditos?
Hemos visto una mayor demanda, pero ha bajado el monto promedio un 10%. Sin embargo, hubo una reactivación importante en el último trimestre.

¿Cómo evalúa el comportamiento de los beneficiarios de los microcréditos?
Los clientes de microcréditos tienen un excelente comportamiento. Son clientes que necesitan la oportunidad y cuando la reciben, la retribuyen, cumpliendo sus compromisos de pago. En general, el tema de la mora era manejable antes de la pandemia, ahora se ha complicado un poco. Sí hay una distorsión, pero los clientes son responsables, van cumpliendo sus pagos y buscan crecer poco a poco.

¿Quiénes son los principales actores del mercado?
Las personas que manejan un negocio de propiedad unipersonal, que tienen alto grado de informalidad y se dedican a comercio, producción, servicios, agricultura. La mayor proporción se concentra en rangos de 30 años en adelante. Hay hombres y mujeres, pero una mayor proporción son mujeres, en nuestro caso el 54% de los clientes. Con el desempleo que se generó a raíz de la pandemia, hay mucha incorporación de nuevos emprendedores.

¿Cuáles son los principales mecanismos de fondeo para atender a este segmento?
Un porcentaje muy relevante viene de los depositantes con excedentes, pero también hay organismos multilaterales que han acompañado este proceso de inclusión financiera, como la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (DFC). De parte de esta hemos recibido dos desembolsos, que suman USD 250 millones. El más reciente, de USD 150 millones, lo recibimos en octubre del año pasado y va dirigido a mujeres micro, pequeñas y medianas empresarias, para apoyar su reactivación. El destino del crédito es capital de trabajo y activos fijos.

¿Cuál es el perfil de la mujer que demanda microcréditos?
La mujer que demanda microcréditos en el país puede ser muy joven, de 18 años, porque heredó o tiene conocimientos de un negocio por sus padres. Hay las que emprenden por oportunidad y las que lo hacen por necesidad, que son la mayor proporción. Entonces, el perfil es toda aquella mujer que tiene ganas de salir adelante, que quiere tener independencia financiera y que necesita de ingresos, porque muchas veces es madre o tienen personas a su cargo. En el camino hay que acompañarle, porque el negocio para crecer requiere de tecnificación, propuesta de valor, estrategias de ventas, comercio electrónico.

¿Cuáles son las perspectivas para el 2021, con más presencia de microempresarias?
El escenario es de crecimiento, continuar acompañando a los clientes, con el entendimiento de su situación particular; hay distintos grados de afectación por la pandemia. El escenario también es de reconstrucción, reactivación. Es importante enfocarnos en generar mayor inclusión, con acceso a financiamiento y educación financiera en la adopción digital, tenemos que volvernos más simples y eficientes. Además, es fundamental el toque humano, eso hace la diferencia. 

Hoja de vida
Formación.   Administración de Empresas, con un MBA en Negocios, y formación especializada en Finanzas Inclusivas. Tiene preparación en liderazgo femenino, gobierno corporativo y alta dirección.

Experiencia.  Cuenta con una trayectoria de 26 años en el sistema financiero del país, 22 de ellos en el Grupo Financiero Pichincha, donde ha ocupado distintos cargos de responsabilidad, que le han permitido integrar una visión global del negocio.

Cargo actual.  Es Gerenta General de Pichincha Microfinanzas, filial del Grupo Pichincha, desde el que lidera la estrategia del segmento Mipyme. Impulsa el programa Inteligencia de Género, que apoya el crecimiento de negocios dirigidos por mujeres.