Redacción Cuenca
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El mármol cobra vida con sus artesanías

En un taller de 70 m² en la parroquia de Sinincay, Homero Gordillo, transforma bloques de mármol en tortugas, águilas, toros, caballos y cualquier figura que sus clientes soliciten.

En esa parroquia (norte de Cuenca), desde 1978, funciona Marmolería El Progreso, que elabora artesanías con ese material. A partir del 2005, a través de socios comerciales, envía sus productos hacia EE.UU. y factura USD 6 000 al mes.

Gordillo empezó en el oficio como aprendiz de otro artesano en Sinincay. En 1978, cuando conoció los secretos para moldear el mármol, instaló su taller con una inversión inicial de 14 500 sucres (unos USD 500 al cambio de ese año). Con ese dinero adquirió tres esmeriles industriales, que sirven para limar y moldear la piedra y el mármol.

Al inicio, recuerda Gordillo, solo trabajaba él y facturaba unos 10 000 sucres al mes (unos USD 380 al cambio de la época). Este cuencano vendía el producto en almacenes y a comerciantes interesados en llevar las artesanías a la Amazonía y Galápagos, para los turistas.

Desde 1988, Ramiro Piedrahíta adquiere los productos de Gordillo. Resalta la calidad y buen gusto del artesano para combinar los colores del mármol. También destaca su habilidad para moldear detalles en los animales, como caparazones, alas, plumas, cuernos, picos…

Además, agrega Piedrahíta, los precios de Gordillo son asequibles. Vende figuras desde los cinco centímetros en USD 0,45 hasta los 40 centímetros en USD 35, que son apetecidas por los turistas en las provincias de Galápagos, Napo y Orellana.

Cristina Sierra adquirió 10 tortugas por USD 25, en mayo pasado, en la Isla Santa Cruz (Galápagos), para obsequiar a sus familiares y quedó satisfecha.

Aunque sus creaciones ya eran apetecidas por extranjeros que llegaban al país, Gordillo no sabía cómo enviar su producto hacia otros mercados.

En el 2005 se contactó con comerciantes que viajan y comercializan artesanías en Miami y Nueva York (EE.UU.). Desde entonces envía sus productos.

La acogida es buena, ya que el 30% de su facturación proviene de las ventas al extranjero. Daniel Carrera compra tortugas de Marmolería El Progreso y las lleva a Nueva York, desde donde las vende. Este quiteño señala que los productos de Gordillo tienen acogida y es un negocio rentable, porque una tortuga que en Ecuador cuesta USD 1, en EE.UU. vale 15.

Este cuencano continúa trabajando en el mismo taller, pero hoy lo acompaña su hijo Fabián, quien aprendió las técnicas para transformar el mármol en artesanías. Ambos han adquirido, con el tiempo, seis esmeriles industriales adicionales y una escuadradora para cortar el mármol.

En el almacén Recuerdos y Curiosidades, en el sur de la capital azuaya, se venden los productos de Gordillo. Para su gerenta, Clara Maldonado, los artículos de Marmolería El Progreso reflejan la identidad del país. En uno de los estantes de Recuerdos y Curiosidades se exhiben delfines, ballenas, piqueros de patas azules, llamas, toros, caballos...

Para Gordillo, es gratificante que las creaciones que salen de su taller sean apreciadas en Cuenca, Galápagos, Napo, Orellana y EE.UU. “Me gusta mi trabajo y que valoren la artesanía ecuatoriana”.

El negocio en breve

  • El tiempo de elaboración. Según el tamaño del objeto. Los de 5 centímetros tardan 30 minutos.
  • La materia prima. Utiliza el mármol común oscuro y Ónix (blanco) para combinar los colores.