Foto: Galo Paguay / LÍDERES
Redacción Quito
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Mauricio Fraga, de los fracasos a las realizaciones

El ecuatoriano es propietario de la firma Latin Concepts, en Washington DC. Actualmente, impulsa una nueva empresa en Madrid, España.

El amor al fracaso es lo que lo impulsan y motivan. Se apasiona cuando recuerda los errores cometidos en ese camino que le conducen a creer en sus emprendimientos. No tiene ambages al decir que fue un "vago, desordenado, indisciplinado…", mientras cursaba sus estudios en el Colegio Spellman de Varones de Quito y en el Intisana.

A los 19 años, cuando vio que "no estaba haciendo nada" en el Ecuador, decidió ir para EE.UU.; lo hizo con USD 600 en el bolsillo y un total desconocimiento del idioma inglés. Tres décadas después es un personaje reconocido en Washington DC y actualmente busca un espacio en el competitivo mercado empresarial madrileño, con su última empresa: Vive Spain. Y todas esas experiencias, las comparte a través de su plataforma: 'I Love Failure' (Amo el fracaso), que en Facebook alcanzó, hasta la semana pasada, 128 000 'followers'.

Orgullo, determinación y recuperación. Estas tres palabras conforman el trípode en donde se asienta su filosofía de vida. Esa es la principal lección que dejó a quienes sueñan con emprender y que acudieron a su charla el pasado 23 de enero, en el Círculo de Emprendimiento de la firma Startups Ventures, en Quito.

Dos días antes, sentado frente a una laptop, vía Skype y desde el sector de Miravalle (oriente de Quito), conversa y toma decisiones con el gerente de su empresa Latin Concepts, asentada en Washington DC desde el 2002. Se trata de una compañía dedicada a crear negocios creativos (restaurantes, lounges...), inspirados en conceptos latinos. Los locales más representativos en la ciudad en donde se asienta la Casa Blanca son Guarapo Lounge, Chicha Lounge y Maté. Incluso este último fue designado a inicios del mes como uno de los sitios 'Hot Spot'.

Cuando llegó a EE.UU., su primer trabajo en Florida fue para una empresa que instalaba televisión por cable. La responsabilidad que tenía era excavar la tierra para colocar cajas. Así, lograba ganar USD 3 por hora. Después fue ayudante de panadero, con un horario desde las 22:00 hasta las 06:00.

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Durante el día, iba a un Community College, donde tomaba clases de inglés, computación y matemática avanzada. "Con estas clases y créditos logré obtener una beca parcial en American University. Como me faltaba dinero me dediqué a vender enciclopedias puerta a puerta". En esta etapa, el principal compañero que guiaba sus acciones era Og Mandino, a través de su libro 'El vendedor más grande del mundo', un best seller que ha tenido más de 50 millones de copias.

Es un convencido de que aprendió a utilizar las 'debilidades' a su favor. "A los 8 años me rompí el brazo derecho y con eso me hice extrovertido. Eso me dio personalidad para hablar con la gente".

Uno de sus mejores amigos, excompañero en el Intisana y socio empresarial, Gerardo Villacreces, lo define como un buen comunicador, buen empresario, altamente creativo, con una interesante visión global del mundo, intuitivo e inteligente. En cuanto a las debilidades, "requiere de un tercero, que le dé soporte en la organización y en los detalles".

Con un año en American University, Mauricio Fraga-Rosenfeld decidió crear PHD Express. Era una tarjeta de crédito para estudiantes que, con el respaldo de la firma NCA, otorgaba crédito en locales comerciales de Washington. Este emprendimiento creció, pero la inexperiencia en administración y negocios lo llevaron a la quiebra. Ese momento tenía dos opciones: "pedir a mi padre el boleto de retorno al país o reinventarme. El amor propio es lo más importante en la vida, la autoestima, la dignidad... Si vine a este país (EE.UU.) es para triunfar".

Empezar nuevamente de cero fue un reto, pero había oportunidades. La red de contactos que generó con PHD Expres le ayudó a desarrollar otra idea de negocios. Se acercó a los restaurantes que tenían poca clientela y les proponía a los dueños, que le permitieran hacer campañas de mercadeo (en patines). A cambio no recibía sueldo, pero sí una comisión por el aumento de las ventas.

Esa iniciativa le dio resultados. A los 22 años estaba completamente quebrado, pero dos años después, a los 24, dice, tenía 100 personas trabajando para él.

A partir de esa época se dedicó a edificar lounges y restaurantes. Entre los 26 y los 40 años, asegura que construyó 15 diferentes espacios en el área de DC. También ha invertido en Ecuador y tiene un sabor agridulce de esa experiencia.

A los asistentes a su charla en el Círculo de Emprendimiento, les contó que a los 40 años, cuando creía que lo sabía todo y por sentirse confiado y arrogante, "tuve que afrontar una pérdida inmensa: cerré tres empresas y casi pierdo a mi familia; poco después me diagnosticaron cáncer… Esto fue hace 6 años".

El empresario Hernán Albuja lo define como un mentor, que quiere ayudar a otros emprendedores a superarse y comparte algunos 'tips' de negocios. "Es una persona vehemente, que cuando se le mete algo en la cabeza, lo logra". Un ejemplo de ello es cuando participó por primera vez en la Últimas 15K: "entrenaba unas dos horas diarias y logró cruzar la meta en una hora y cuarto".

Publicaciones especializadas estadounidenses han resaltado su trayectoria. El Washingtonian Magazine, por ejemplo, lo denominó en el 2006 como una de las personas con más estilo; asimismo, el Washington Business Journal ha destacado sus negocios en esa ciudad, en donde tiene previsto abrir cinco restaurantes para el 2015. Asimismo, ha sido el promotor de obras sociales.

Mauricio Fraga-Rosenfeld hace un par de semanas voló a Madrid, para afianzar su Vive Spain y asistir al Madrid Fusión, en donde compartió sus experiencias gastronómicas con los afamados chefs, el peruano Gastón Acurio y el español José Ramón Andrés Puerta. Vivencias que comparte con sus tres hijos, a quienes ha visto crecer en una sociedad que no quiere o no permite que los niños fracasen. "Desafortunadamente estamos enseñando a los niños que si ellos no son perfectos, no tendrán éxito".

Sus tres palabras clave

Orgullo. "Cuando uso esta palabra, no la uso como arrogancia. Yo la uso como autoestima, como amor propio".

Determinación. "Es la energía vital para lograr cualquier objetivo".

Recuperación (Resilencia). "Es la capacidad que tiene una persona, para superar circunstancias traumáticas".