En el balance económico anual no hay mayores novedades, gracias a que en el año que termina los precios del petróleo se han mantenido en un promedio relativamente alto. Entre los indicadores que se pueden apreciar constan una inflación anual moderada en un promedio del 5%; además de un crecimiento en un rango entre el 4 y 5% del Producto Interno Bruto. Pero existen datos que preocupan y uno de ellos es el comportamiento de la balanza comercial.

A pesar de las medidas arancelarias implantadas por el Régimen a mediados de año, la relación entre exportaciones e importaciones refleja un mínimo superávit de USD 2 millones, entre enero y octubre. La falta de una agenda comercial clara le pasa factura al Ecuador y a su oferta exportable, que no logra despegar por la falta de acuerdos con los principales socios comerciales. Esta ha sido una de las debilidades del Gobierno.

Al revisar el desempeño del sector privado es evidente que otro punto débil se concentra en la inversión extranjera directa. En el primer semestre fue un 22% más baja que en igual período del año anterior. Las permanentes reformas tributarias desincentivan al inversionista.

En la agenda anual otros temas quedaron pendientes, como el despegue de la industria minera a gran escala.

El 2013 es un año de retos y también de oportunidades. Pero, superada la etapa electoral, se podrá vislumbrar mejor la evolución del desempeño del país y cómo superará el complejo escenario económico internacional.