El Foro Económico Mundial (FEM) presentó su reporte anual de competitividad. En ese informe, el país se ubicó en el puesto 71, desde el 86 que registró el año pasado. Es decir, la posición actual refleja una clara mejoría. La calificación del organismo se establece con base en 12 pilares y, en la edición de este año, se incluyó a 148 países en el estudio. En la región, Ecuador se ubicó por debajo de Colombia (69), Perú (61), Brasil (56) y Chile (34).

Para el caso ecuatoriano, los factores de mayores avances han sido el desarrollo de infraestructura, la calidad de educación y la innovación. Además, las condiciones macroeconómicas estables -a diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados-, y una baja inflación contribuyeron a esta recuperación en el ranking mundial.

Sin embargo, todavía existen factores en los que queda mucho por hacer. Instituciones débiles y la falta de concreción en iniciativas que expandan sus mercados en el mundo, son los principales retos que se deben superar.

A esto también se suma, según las conclusiones del FEM, la falta de seguridad jurídica, sobre todo para atraer más a la inversión extranjera, y mejores relaciones en el área de comercio internacional.

Avanzar en la construcción de un país más competitivo es una tarea que debiera ser parte de una política en la que confluyan los intereses públicos y privados. Más aún cuando las empresas actualmente tienen una mayor cantidad de gastos referidos a investigación y desarrollo.