El memo de la semana: La minería a gran escala

El desarrollo de la minería a gran escala en el Ecuador ha sufrido un escollo. Eso, luego de que la empresa canadiense Iamgold decidiera el mes anterior vender la concesión que tenía en Quimsacocha, en la provincia del Azuay. En ese proyecto se calcula que existe un potencial de 3,3 millones de onzas de oro.

Durante los últimos dos años, el Gobierno se encargó de difundir su mensaje a los inversionistas internacionales, de que el país avanzaba hacia una nueva industria en este sector. Esos anuncios se concentraron fuera del país, principalmente en Canadá, en donde están las oficinas matrices de las compañías mineras más importantes en el mundo.

Como parte de esa promoción también se fijaron fechas y, de acuerdo con el calendario oficial preliminar, los contratos de exploración y explotación debían haberse ejecutado el año anterior. Sin embargo, las negociaciones se extendieron más allá de lo previsto y hace pocos meses se firmó un acuerdo entre el Estado y la empresa china Ecuacorriente.

Iamgold vendió su participación a otra firma canadiense: INV. No obstante, se desconocen sus planes en la ejecución del proyecto y sus presupuestos de inversión en el país.

Kinross es otra empresa minera canadiense que aún no ha firmado su contrato y la realización del proyecto Fruta del Norte, en Zamora, con reservas previstas de más de seis millones de onzas de oro, se mantiene en la incertidumbre.

En este escenario, el desarrollo de la minería a gran escala todavía deberá esperar y junto a él, las previsiones de inversión extranjera que en un inicio se habían calculado en más de USD 3 000 millones. Se trata de un capítulo más en la reciente historia económica que se escribe en el Ecuador.

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