Los síntomas que muestra la economía demandan algunas indicaciones para tomar en cuenta. Una primera señal proviene del mercado internacional, con la situación del precio del barril de petróleo. Su cotización se ha mantenido por debajo de los USD 90, aunque el crudo ecuatoriano se mantiene en ese nivel, porque tiene una mejor cotización. ¿El precio seguirá a la baja? No hay una respuesta definitiva; sin embargo, la tendencia de las últimas tres semanas, así lo demuestra.

El tema se tratará en la próxima reunión de la OPEP, prevista para mediados de mes. Allí se analizará la crisis europea, las señales de recuperación de EE.UU. y el desaceleramiento económico de China, como factores que inciden en el precio. El Gobierno ha dicho que mira atento esa evolución, pero no tiene en mente aplicar un seguro petrolero, aunque en su agenda constan medidas que ya ha adoptado: reducir la inversión , controlar la balanza de pagos y acudir a nuevos créditos externos, particularmente de China.

Otro síntoma tiene que ver con las contradicciones oficiales derivadas de la situación de la entrega de créditos en el segmento del consumo. El Gobierno aplicó medidas para inyectar más liquidez a través de la banca privada y el Biess, flexibilizó la entrega de tarjetas de crédito y está por aprobarse una ley que regula los créditos para la vivienda y vehículos. Sin embargo, ahora expresa preocupación por un escenario de sobreendeudamiento y expansión del crédito.

En ambos casos amerita una reflexión profunda para evitar una recaída en la salud de la economía. Controlar el gasto y promover el ahorro pueden ser las primeras indicaciones antes de ver cómo evolucionará el segundo semestre.