La firma del acuerdo entre Ecuador y la Unión Europea (UE) contrasta con la situación de los países del Mercado Común del Sur (Mercosur), que llevan 15 años tratando de alcanzar un acuerdo comercial con la UE.

Este escenario, de acuerdo con expertos en comercio exterior, es una de las principales razones por las que a Ecuador no le sería factible ni conveniente ser un miembro más de esta agrupación conformada por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Venezuela y Bolivia.

Uno de limitantes para el país es la exigencia que se hace a los miembros del Mercosur de adoptar un arancel externo común y la prohibición de que firmen acuerdos comerciales de manera unilateral con otros bloques.

"Es preferible perfeccionar la negociación con la UE. Eso lleva tiempo, hay que prepararse para competir una vez que el acuerdo entre en vigencia", comenta el analista Luis Luna Osorio.

Por otro lado, las similitudes entre los mercados de los países del Mercosur, como Brasil, que es exportador de cacao y banano, no brindarían las mismas oportunidades de crecimiento a Ecuador, por lo que no valdría la pena hacer esfuerzos por entrar al bloque.

Para Cristian Espinosa, analista de comercio exterior, este no es un argumento ya que Ecuador también tiene acuerdos con Colombia y Perú, y con ellos somos más parecidos y somos parte de la Comunidad Andina (CAN).

"Lo que pasa es que con los miembros del Mercosur tenemos poco comercio, una relación menos profunda y no nos complementamos tanto", señala.

Añade que actualmente, como observador en Mercosur, Ecuador ya goza de beneficios arancelarios con este bloque y que no sería preponderante que el país haga esfuerzos por pasar a ser miembro.

Desde abril del 2004, cuando Ecuador entró al bloque como país observador, está en vigencia el Acuerdo de Complementación Económica 59, que permitiría que hasta el 2018 se liberen casi todas las partidas arancelarias.

En comercio exterior regional, indicaron los analistas, Ecuador debería estrechar lazos con los países de la Alianza del Pacífico, aunque el presidente Rafael Correa señaló, en abril pasado, que no es conveniente porque significaría "perder la política comercial y los instrumentos para equilibrar el sector externo".