Esta profesional española tiene estudios de periodismo, design thinking, talento digital y marketing digital.

Esta profesional española tiene estudios de periodismo, design thinking, talento digital y marketing digital. Foto: Cortesía

Raquel Roca: El modelo de jubilación ya es obsoleto

27 de mayo de 2019 10:24

Raquel Roca es Directora del Máster Gestión del Talento en la Era Digital de La Salle Centro Universitario, en Madrid, explica lo que es la longevidad laboral y los efectos para profesionales y empresas. Asegura que los modelos de trabajo flexibles son el camino a seguir.

Esta profesional española tiene estudios de periodismo, design thinking, talento digital y marketing digital.

Fue consultora en temas como Futuro del Trabajo en Mind The Gap Team (España) y colaboradora del programa Pymetech, de la agencia EFE. Además es docente en The Valley Digital Business School y en la Universidad Europea.

Es autora de libros como ‘Knowmads. Los trabajadores del futuro’ y ‘Silver Surfers’, que se enfocan en temas de talento humano, economía digital, tendencias laborales, etc.

Usted asegura que las personas deben replantearse su vida laboral porque el ser humano tiene una mayor expectativa de vida. ¿Qué efectos se pueden esperar en el trabajo, con lo que usted llama longevidad laboral?

Longevidad laboral significa tener una vida de trabajo más larga. Actualmente el ser humano ha conseguido incrementar su esperanza de vida en cinco horas cada día, lo que significa que el 50% de los niños de hoy alcanzarán los 100 años de vida. Este alargamiento de la vida influirá directamente en la longevidad de nuestros trabajos. Ya no nos podemos permitir sistemas de jubilación basados en edades de 60 o 65 años, cuando nuestras vidas llegan hoy a los 90 o 100 años. Es muy difícil mantenerse económicamente, para la gente y los países, cuando una persona va a estar 20 o 30 años jubilada sin aportar. Los sistemas de jubilación actuales se pensaron cuando el promedio de vida era menor y se vivía unos cinco años más luego de jubilarse.

Entonces, ¿vidas más largas implican más trabajo?

Cuando hablamos de una nueva longevidad laboral significa que la mayoría de nosotros, los que tenemos entre 40 y 50 años, trabajaremos hasta entrados los 70 o más años. No hablamos de trabajar ocho horas al día como actualmente hacemos, porque no es viable físicamente y porque las condiciones van a seguir cambiando en los siguientes años. Estamos hablando de trabajar menos horas, de trabajos flexibles, temas que ya están ocurriendo. Van a entrar en juego la inteligencia artificial y la automatización, que aliviarán la carga laboral y tendremos ecosistemas muy flexibles con trabajo digital, remoto, combinando con la jubilación. Son fórmulas más flexibles.

¿Ya no tiene sentido jubilarse a los 65 años?

No. Los sistemas de jubilación tienen más de un siglo y se basaban en una composición demográfica en la que los jóvenes iban sustituyendo a la gente de mayor edad. Ahora estamos en una pirámide demográfica invertida y se calcula que para el 2050 los mayores de 65 años serán más del doble que los niños menores de 5 años, es algo inédito en la historia y eso cambia todo, desde la construcción de la sociedad hasta la manera de entender el trabajo en el siglo XXI. También se incluye la jubilación y cuánto tiempo va a vivir un jubilado. Si vamos a tener una sociedad mayoritaria de ‘silvers’ (NDLR: por el color gris o plateado del cabello) va a haber una masa laboral significativa y se la va a necesitar activa. Entonces las jubilaciones actuales se están quedando obsoletas.

En varios países, incluido Ecuador, se debate la posibilidad de elevar la edad de jubilación. ¿Qué consecuencias tendría una medida así?

En España se analiza elevar la edad de jubilación a 67 años a partir del 2027. Es una medida necesaria, pero insuficiente; porque hay que tener en cuenta que aunque nos alarguen un par de años el tiempo de trabajo eso no va a aliviar el hecho de que cobremos pensiones con montos menores, los estilos de vida sigan subiendo y viviremos más años. Entonces, mantenerse con una pensión por 20 años es muy difícil; además, la capacidad de ahorro y la planificación financiera son casi nulas. Por eso, que se alargue la edad para jubilarse no soluciona mucho y al mismo tiempo protestamos al pensar en que tendremos que trabajar más tiempo. Entonces hay que pensar por qué estamos tan mal con nuestro entorno de trabajo, cuáles son las fórmulas de las relaciones laborales que nos hacen desear dejar de trabajar, qué medidas de conciliación deben ponerse en marcha para mejorar el bienestar de las personas, de los trabajadores.

¿Hay que valorar más el trabajo?

El trabajo bien entendido, cuando nos conecta con un propósito, nos realiza y nos da beneficios. Hay cosas que se activan como las relaciones sociales, la comunidad, la actividad física y mental, la salud. Cuando nos dejan a un lado del sistema de trabajo hay situaciones muy duras de las que se habla poco como depresión, aislamiento, conflictos familiares, pobreza en personas mayores. Uno empieza a morir cuando no tiene un sentido en la vida. Por eso el trabajo no es sufrir, es aportar un valor a los demás y lograr la realización personal.

¿Qué retos tiene el trabajador ‘silver’?

Para que el ‘silver’ pueda mantenerse en la ola de trabajo, tiene que ser un profesional ágil, desarrollar capacidades relacionadas con la capacidad para cambiar, aprender continuamente, solucionar problemas complejos, ser creativo, innovador, tener habilidades digitales. Los profesionales séniors están obligados a desarrollar nuevas competencias.

¿Y qué tienen que hacer las empresas?

Tienen una gran responsabilidad en gestionar la edad. Por un lado está manejar la armonía y el hecho de compartir conocimiento entre personas de distintas generaciones, y por otra parte está gestionar a la persona. Hay compañías que dejan por fuera al talento ‘silver’, porque no se lo contrata o se lo prejubila. En este punto hacen falta políticas adecuadas para facilitar la transición al retiro de personas mayores. Se puede hacer ‘mentoring’ inverso, ‘interim management’, etc.

¿Qué segmento de la población tiene más ventajas en esta coyuntura de la longevidad laboral?

Diría que los ‘silver’. Si son capaces de adaptarse y adquirir nuevas competencias y hacen una transición adecuada, si buscan oportunidades, con conocimientos adecuados serán los más beneficiados por una cuestión demográfica. Los ‘silver’ van a ser muy numerosos y van a ser necesarios.

¿Qué oportunidades se generarían con todo este tema de la longevidad laboral y los profesionales ‘silver’?

La población mundial de más de 65 años alcanzará los 1 000 millones de personas en el 2030 y serán 1 600 millones en el 2050. Por eso, entidades como Credit Suisse cuantifican que el 60% de quienes tienen ingreso anuales superiores a USD 200 000 en Estados Unidos son los mayores a 50 años. Por allí se vislumbran oportunidades de negocios en lo que se puede llamar ‘silver economy’ y quien mejor que los propios ‘silver’ para manejar eso. Quien tenga la capacidad de emprender e innovar va a encontrar un nicho de mercado muy interesante y poderoso en los próximos años. Allí está lo que se conoce como ‘silver spending’ o gasto plateado.

¿Qué pasará con los actuales modelos de trabajo?

Estamos yendo hacia políticas mucho más flexibles, dinámicas e inclusivas. Se está formando una relación que ya no es estática. Estamos viendo también si un país puede ofrece una jornada laboral completa o, como ocurre en Alemania o Suiza, la parte de empleo parcial es elegida y la gente es más feliz con los sistemas flexibles. Allí se da una dicotomía sobre cómo nos acercamos a los empleos flexibles: ¿lo hacemos porque lo deseamos y funcionan mejor? o lo hacemos ¿porque nos sentimos obligados y porque no hay otra oferta? Cada vez hay más modelos de trabajo, relaciones por objetivos o proyectos y no tanto por horas. También hay compañías que ofrecen trabajar cuatro días a la semana con el mismo sueldo, en aras de una mejor productividad.

¿La flexibilidad se impone?

Hay que ver a la flexibilidad desde la conciliación personal y de mejorar los índices de felicidad de la gente. Cuanto más flexible es la jornada más capacidad de estar activos. Además, hay que promover nuevos aprendizajes, nuevos diseños de oficias, maximizar los beneficios de la relación de generaciones y planificar el retiro.