Las raíces de Paulina Durango están en Guaranda, provincia de Bolívar, lugar de donde es su familia y en donde nació y pasó sus primeros años. Con 10 años se mudó a Quito, junto a su familia.

Estudió en la Escuela Fiscal Luis Aurelio González, de Guaranda. “Era mixta y vanguardista. Nuestro uniforme era un blue jean”, recuerda. En Quito estudió en el Colegio Americano, donde disfrutaba de participar en actividades extracurriculares. Fue presidenta de curso e integró el Club de Periodismo.

Es Abogada y Doctora en Jurisprudencia por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Laboró desde la época universitaria y por algunos años más en la oficina de Alberto Wray, a quien considera su mentor. Luego, en el estudio jurídico Prado.

En el 2002 fundó su estudio, Durango&Asociados. Y a los dos años se asoció a Arízaga & Co. Abogados (actualmente, Aprec & Abogados), donde se mantiene hasta la fecha. Su especialidad son las negociaciones de contratos en energía, infraestructura y financiación. Ha participado en las negociaciones de proyectos como la Aerovía de Guayaquil, la Ruta Viva y Coca-Codo Sinclair.

Se vinculó con el mundo gremial hace más de 10 años. Actualmente es presidenta de la Cámara de Comercio e Industrias Franco-Ecuatoriana.

Balance

“Me casé a los 25. Tengo casi 27 años de casada y dos hijos varones. Mi esposo, Guislain Wattel, ha sido mi mejor compañero en mi desarrollo profesional. Los temas de hogar han sido compartidos según las circunstancias. Los primeros años yo trabajaba menos y estaba más en casa, pero luego empecé a tener más responsabilidades como abogada. Ha sido superimportante el poder desarrollar una carrera profesional en familia, sin discriminación. A los 29 años tenía mis dos hijos, era profesional y había dado clases en varias universidades. También he tenido la bendición y la suerte de contar con gente maravillosa que ha trabajado en mi casa y que fueron fundamentales.

Cuando mis hijos eran adolescentes fue complejo, porque ya tenía más responsabilidades laborales. Me perdí algunas cosas en las que hubiese querido estar. Pero en la vida uno no puedo tener todo y tienes que tomar decisiones que pueden ser dolorosas”.

Equidad

“En la casa de mis padres siempre se habló de respeto y oportunidades. Mis dos padres trabajaron siempre. El valor del esfuerzo y de ser responsable hace que no seas uno más del montón, sino que realmente estés en una posición de liderazgo. Creo que tenemos que trascender el tema de oportunidad por ser mujer. Sin embargo, estoy absolutamente de acuerdo con la paridad en todos los ámbitos. La vida para las mujeres es mucho más difícil. Yo viví una primera etapa de discriminación en las mesas de negociación. Usualmente esperaban que las mujeres fueran solo secretarias o traductoras, no que ibas a tener una posición de liderazgo. No puedes desconocer que las áreas de infraestructura y energía y los directorios de las compañías son mundos machistas”.

La mujer en el Derecho

“Ha sido tradicionalmente una profesión de hombres. En los últimos 20 años el cambio ha sido trascendente en cuanto a la participación de la mujer en todos los ámbitos en el país, también en el Derecho. Cuando ingresé a Aprec, de ocho socios, yo era la única mujer. Ahora somos cinco socios: tres hombres y dos mujeres. Además, hay tres abogados senior, de las cuales dos son mujeres. Las mujeres nos hemos ganado este espacio profesional con nuestro desempeño. Hoy por hoy las mujeres son más competitivas, hay más compromiso e involucramiento. Además, tenemos unas habilidades propias: confianza, ternura, empatía, solidaridad. Esto aporta mucho al liderazgo”.

Liderazgo gremial

“La participación de la mujer en los gremios también ha ido en evolución favorable. La nueva presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano es mujer, una empresaria guayaquileña. Creo que sería positivo permitir que exista siempre participación mayoritaria y prioritaria de las mujeres. Precisamente porque aportan, además de sus cualidades profesionales, otras propias de ser mujer, que en un mundo tan desigual puede ser fundamental para un cambio. Siempre ha habido pocas mujeres en los gremios, pero en la Cámara Franco-Ecuatoriana soy la segunda mujer presidenta. La cultura francesa siempre ha liderado una cultura de derechos”.