La familia de La Esperanza reunida a las afueras de la fábrica en la que confeccionan prendas de vestir. Foto: Valeria Heredia / LÍDERES

La familia de La Esperanza reunida a las afueras de la fábrica en la que confeccionan prendas de vestir. Foto: Valeria Heredia / LÍDERES

Este negocio viste a los bebés con diseño moderno y calidad

5 de diciembre de 2016 16:42

Jaime Rivera cuenta que su negocio fue inspirado por el nacimiento de su hijo, hace ocho años. Con la llegada del nuevo miembro de la familia, rápidamente debieron adquirir sus prendas de vestir.

Monitos, pijamas, cobijas, zapatitos tejidos... llegaron a su hogar y plantearon la idea de iniciar su propio negocio. Además, sus amigos le comentaban que tenían buen gusto a la hora de elegir las prendas para su hijo y ese fue un factor adicional para emprender
Rivera, junto a su esposa María José Monteros fundaron en el 2008 Babies Collection. Para iniciar, el joven matrimonio invirtió unos USD 16 000 que los consiguieron de un crédito familiar.

Otro de los factores para que la familia decida emprender fue que la madre de Monteros trabajó en la importación de textiles.

Así iniciaron su negocio que se dedicaba a la importación de ropa para bebé desde EE.UU. y Europa. Su primer local se abrió en el Centro Comercial El Bosque.

El negocio iba bien, no obstante, debido al cambio en las políticas de importación que incluían más aranceles y salvaguardias, traer ropa del exterior se volvió más costoso, por lo que los márgenes de ganancia se redujeron.

Esta fue la principal razón para que los emprendedores piensen en confeccionar las prendas por su cuenta. Con una inversión de USD 10 000 adquirieron insumos: telas, hilos, moldes, etc. Probaron diferentes prendas y se dieron cuenta de que el producto estrella eran las pijamas.

En principio, la firma tercerizaba la producción hasta que los dueños decidieron montar su propia planta. Con una inversión de USD 35 000 -de créditos bancarios- instalaron su planta ubicada en el sector del antiguo aeropuerto de Quito (norte de la ciudad).

Los insumos, las telas, los adquieren en fábricas nacionales e importan. Una diseñadora se encarga de los modelos de la ropa y adquieren derechos de imágenes para poder estampar en las prendas de Babies Collection.

Rivera y Monteros creen que el secreto de su negocio se basa en la atención al cliente y la calidad de los productos. Gracias a ello lograron expandirse. El año pasado abrieron una isla en el Centro Comercial Iñaquito (CCI). La demanda fue creciente y así abrieron su segundo local en este año.

Sin embargo, el negocio también ha afrontado la recesión económica y para poder superar el año complicado han implementado una política de promociones y ofertas. Para este año esperan facturar unos USD 300 000.

Carlos Torres, un abogado quiteño, es cliente de Babies Collection desde hace ocho años. Torres comenta que debido a la recomendación de su madre llegó a la tienda. Una de las anécdotas que cuenta el abogado es que algunas prendas que compró para su hija, hace ocho años, usa su hija que tiene un año y medio.

Por esta razón, Torres destaca la calidad y durabilidad de Babies Collection.
En este año, Babies Collection adquirió la licencia de Liga Deportiva Universitaria de Quito para hacer prendas para bebés con el escudo albo. Ahora comercializan pijamas para bebé, gorras, entre otras prendas, con el escudo del club capitalino.