En Tipti las actividades se aceleraron por la pandemia. El equipo creció de 70 colaboradores a inicios de marzo  a algo más de 300 hasta la semana pasada.

En Tipti las actividades se aceleraron por la pandemia. El equipo creció de 70 colaboradores a inicios de marzo a algo más de 300 hasta la semana pasada. Foto: Archivo LÍDERES

Oportunidades de negocios se multiplican con el ‘e-commerce’

11 de mayo de 2020 10:27

La cuarentena, el distanciamiento social y el temor al covid-19 se convirtieron en catalizadores del comercio electrónico en Ecuador. Esta actividad, que hasta el año pasado se desarrollaba con un ritmo de crecimiento de un 20% anual, se aceleró desde marzo pasado cuando el país entró en la emergencia sanitaria.

También llamado ‘e-commerce’, las compras en línea viven un momento único en el país en estos momentos y promete una serie de oportunidades para el futuro inmediato. En el 2018, la actividad movió cerca de USD 1 200 millones de dólares. El año pasado la cifra estuvo cerca de los 1 500 millones y este año “será una locura”, según Leonardo Ottati, presidente de la Cámara de Comercio Electrónico del Ecuador.

Una muestra de la explosión del ‘e-commerce’ son las plataformas digitales de delivery. Los repartidores de estos negocios se han convertido en parte del paisaje de diferentes ciudades del país con sus entregas a domicilio en las últimas seis semanas.

Un ejemplo es Tipti, la plataforma ecuatoriana que de 20 000 usuarios en febrero pasado hoy suma cerca de 150 000, según datos que comparte Rafael Luque, cofundador de este negocio que se mueve entre el comercio electrónico y las entregas a domicilio.

“La gente tuvo que perder el miedo al ‘e-commerce’ a la fuerza, pero aún hay algunos temores por posibles estafas. Aún así los ecuatorianos ya están probando cómo funciona el comercio electrónico en distintas clases de negocios”.

Luque comenta que Ecuador avanzó en un mes lo que se esperaba que tome dos años. “Nos adelantamos en el tiempo. Ahora se está afianzando el hábito, es algo que toma tiempo”.

En Tipti, los productos más demandados al inicio de la cuarentena fueron medicinas y alimentos. Ahora, asegura Luque, el comercio electrónico es para todo
tipo de producto.

Ottati comparte ese optimismo y dice que en el corto y mediano plazos, las oportunidades en el canal digital serán para electrodomésticos, materiales de construcción, artículos para el hogar, repuestos automotrices, etc.

“Con la epidemia la gente confirmó que el tiempo es oro y de ahora en adelante la gente preferirá en principio ir a un local para ver el producto que desea, pero la compra se hará en línea, de manera segura, ahorrando tiempo y evitando aglomeraciones.

Otro factor que impulsa esta actividad es la penetración de Internet. Hasta finales del 2019 los datos oficiales del Ministerio de Telecomunicaciones señalaban que 8 de cada 10 ecuatorianos accedían a Internet.

Esto deja ver que el potencial para el ‘e-commerce’ tiene aún camino por recorrer, en palabras de José Sáenz, director de la Cámara de Innovación y Tecnología ecuatoriana (Citec). Este experto en comercio electrónico calcula que el 20% de la población ya había hecho transacciones en línea antes de la emergencia sanitaria.

Para Sáenz, otros productos que tienen buenas perspectivas de venta en Internet de ahora en adelante son los que tienen que ver con alimentos y en menor medida el segmento de línea blanca, electrónicos y vestimenta.

Otro de los actores que complementan la actividad del comercio electrónico es la plataforma Rappi. El CEO en Ecuador, Alejandro Freund, cuenta que esta plataforma está entrando con fuerza al ‘e-commerce’ dadas las circunstancias del país. “Pensamos que lo que más se va a mover son supermercados y farmacias, artículos de salubridad como guantes o gel, así como la categoría ‘fitness’, vitaminas y medicinas”.

Otros productos que tendrán demanda en canales digitales, según Freund, son electrodomésticos, productos para el cuidado de bebés, artículos de cuidado personal y productos para mascotas.

En este camino, añaden los consultados, serán fundamentales las alianzas entre firmas de ‘retail’ y otros negocios con portales de comercio electrónico.

Una ola de ventas en línea, en camino

Las cifras globales del comercio electrónico son difíciles de cuantificar para un mercado pequeño como el ecuatoriano. A finales de abril, por ejemplo, se supo que Amazon presentó unos beneficios por USD 2 535 millones entre enero y marzo del 2020. Este monto es cerca del 3% del producto interno bruto del Ecuador.

Una persona trabaja en una de las bodegas que Amazon tiene en Nueva York.

Una persona trabaja en una de las bodegas que Amazon tiene en Nueva York. Foto: AFP


Sin embargo, esos beneficios del gigante del comercio electrónico son un 29% menos que los USD 3 561 millones que obtuvo en beneficios el primer trimestre del año pasado. Aun así, la firma se mantiene como referente del comercio electrónico global. Es la vitrina de miles de productos.

En Ecuador, los esfuerzos para sumarse a la tendencia global del ‘e-commerce’ lleva varios años y se ha acentuado en estas semanas. Cadenas como De Prati aplican una estrategia digital hace algún tiempo, y hoy la refuerzan.

Jéssica Dávila, gerenta de Comercio Electrónico de De Prati, cuenta que la firma usa canales digitales desde hace 12 años y que en el 2019 las ventas en línea representaron el 3% del total de la facturación.

Con la actual coyuntura de la emergencia sanitaria, “nos proyectamos a un crecimiento de doble dígito y aumentar nuestra participación de venta sobre el total de venta de la compañía”.
La ejecutiva comparte otro dato: las visitas por día registran un crecimiento de más del 50%. Además, De Prati ha incorporado nuevas categorías en la tienda virtual que se sumarán a las tradicionales moda, belleza, hogar y tecnología .

En el caso de Sukasa, la experiencia digital empieza a dar sus primeros pasos, en medio de la emergencia sanitaria. La cadena activó el pasado 4 de mayo el servicio de mantenimiento, soporte técnico, ventas telefónicas y entregas a domicilio.

El proceso empieza en su página web, donde se selecciona el producto. Luego se da la transacción final y la entrega al comprador. Los pagos se efectúan con crédito directo o tarjetas participantes.

José Sáenz, director de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana, indica que las empresas que empezaron a usar el ‘e-commerce’ hace unos años tienen ventaja. “Cuentan con un canal digital maduro y están cosechando frutos vendiendo tres o cuatro veces más ahora que en meses anteriores a la pandemia”.

Para Sáenz, de esta manera se genera una ola y muchas empresas que tenían recelo al comercio electrónico, ya se están sumando a la tendencia. “Conozco de empresas que abrieron los ojos. La gente no va a ir a un ‘mall’ o a una tienda, cambió su comportamiento. La gente está conociendo los beneficios de los canales digitales, lo que dará pasó a un nuevo hábito de compra. Para responder a esta demanda, las empresas ya desarrollan planes para satisfacer a los compradores”.

Leonardo Ottati, presidente de la Cámara de Comercio Electrónico, considera que hoy en día las grandes marcas están dando el ejemplo a las más pequeñas, pero admite que también se encuentran negocios o pymes que se mueven bien en este canal.

Otra tendencia que pronostican los expertos en esta materia es la omnicanalidad. Esto significa que muchos negocios mantendrán un espacio físico, pero la compra se hará en línea. Así lo asegura Rafael Luque, cofundador de Tipti.

“Esto además dará paso a la creación nuevos empleos en áreas tecnológicas de portales y empresas que se suman al ‘e-commerce’ en el Ecuador”.

Las tradicionales tiendas de EE.UU. ante un abismo financiero

Una parada en la gran tienda por departamentos Macy’s a dos cuadras del Empire State Building suele ser parte de la lista de actividades de los turistas en Nueva York. Pero los visitantes podrían tener que buscar otro templo de compras cuando pase la pandemia.

La fachada de un local de la cadena Macy’s. La célebre cadena busca levantar miles de millones de dólares para mantenerse a flote.

La fachada de un local de la cadena Macy’s. La célebre cadena busca levantar miles de millones de dólares para mantenerse a flote. Foto: AFP


Macy’s propietaria también de la marca Bloomingdale’s, lucha por sobrevivir, como muchas grandes tiendas obligadas a cerrar sus locales y enviar al seguro de desempleo a miles de empleados.

Las ventas de tiendas de ropa y accesorios cayeron a la mitad (-50,5%) en marzo según el Departamento de Comercio, en medio de medidas de confinamiento para combatir la pandemia.

Cuando debería concentrarse en las colecciones para el verano boreal, Macy’s está más ocupada en levantar miles de millones de dólares para mantenerse a flote, según fuentes bancarias.

La célebre cadena de tiendas tuvo que enviar a paro técnico (paro de actividades sin despido) a la mayoría de sus 130 000 empleados tras cerrar todas sus tiendas.

Con muchos consumidores sin empleo -26 millones de personas se inscribieron a los subsidios por desempleo en cuatro semanas desde mediados de marzo en EE.UU.- no es seguro que la firma se recupere. La agencia calificadora S&P rebajó la nota crediticia de Macy’s por considerar que la prolongación del distanciamiento social amenaza a esta empresa.

Las tiendas JC Penney y Nordstrom podrán resistir financieramente por unos ocho meses, calculó la consultora Cowen. Peor es el caso de Kohl’s, que tiene cinco meses de resto financiero, mientras que otras marcas conocidas como Lord & Taylor ya explora opciones de reestructuración.