Redacción Quito
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Los negocios esperan las vacaciones para incrementar sus ingresos

En la temporada vacacional de la Sierra los negocios no se detienen. Por el contrario, existen segmentos productivos en los que las actividades despuntan entre los meses de junio, julio y agosto.

Las salas de cine, las academias de verano, los patios de comida de los centros comerciales, las agencias de viajes, las salas de videojuegos y los hoteles y hosterías son segmentos que registran crecimiento durante esta temporada. Las actividades mencionadas funcionan durante todo el año, pero mejoran sus ingresos al terminar el ciclo lectivo de la Sierra.

En los cines, por ejemplo, existe un incremento de clientes. Según la cadena Multicines, durante estos meses el número de personas que llegan a sus salas sube un 34%, en comparación con los primeros cinco meses del año y un 48% más con los últimos cuatro meses.

También, los centros de videojuegos, parques de diversiones, bolos y pistas de patinaje son algunas de las posibilidades para la distracción de los niños y adolescentes. Por ejemplo, en Play Zone se incrementa un 50% las ventas de tarjetas para juegos, entre julio y agosto.

Las academias y los campamentos de verano también registran números favorables. En Sunset Racquet Club, en el norte de Quito, el número de inscritos crece un 40%. Lo mismo ocurre en la Escuela de Fútbol de Liga de Quito en el valle de los Chillos; allí el número de niños y jóvenes crece de 180 a 300 en vacaciones.

En la categoría de agencias de viajes, el tema es distinto. En Metropolitan Touring, el período vacacional de la Sierra representa menos del 5% del total de ventas anuales. En esta compañía, los ingresos principales vienen del segmento corporativo, es decir de ejecutivos que viajan dentro y fuera del país por negocios.

Otra realidad la vive la agencia Sol Caribe, que duplica sus ventas entre junio y agosto. Esta empresa se apalanca en paquetes turísticos ‘todo en uno’, en destinos del extranjero. Por eso el 80% de sus ventas en vacaciones corresponde a viajes al exterior y 20% por turismo interno.

El gerente de Sol Caribe, Galo Paladinez, comenta que a inicios de año había temor sobre el desarrollo de la actividad turística. No obstante, señala que el mercado se ha comportado bastante bien. “La actividad ha disminuido levemente, pero la gente sigue viajando y nos va bien”.

Eduardo Cadena, director del centro de estudios económicos de la Cámara de Comercio de Quito, analiza el período vacacional y su impacto en la economía. Para Cadena, la temporada representa para los padres familia un gasto extra. “Ellos destinan dinero en academias, cursos, paseos y otras distracciones para sus hijos”.

En el caso de Quito, esos recursos se destinan a alrededor de 300 establecimientos de distintos segmentos que ofrecen servicios en vacaciones. Cadena calcula que unos USD 40 millones se mueven en esos establecimientos durante esta temporada. “Si bien es un gasto para las familias, también es un incentivo para la economía de la ciudad”.

Para José Luis Egas, gerente nacional de agencias de Metropolitan Touring, las vacaciones de la Sierra son claves para provincias como Manabí, Esmeraldas y Santa Elena. “Allí funcionan negocios que se preparan durante todo el año y que subsisten con los ingresos registrados en tres o cuatro meses en los que reciben a visitantes de la Sierra”.