Mónica Orozco / Redacción Quito
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Nuevas reglas obligan a franquicias a ajustar sus operaciones

La última restricción de importacionesv obligará a las franquicias que operan en el Ecuador a implementar en sus negocios un modelo con sello ecuatoriano.

En diciembre, el Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN) emitió una serie de normas de calidad que han generado dificultades en este segmento de negocio en el país.

Una franquicia permite utilizar el modelo de negocio desarrollado por otra persona quien transmite el 'know how' (cómo hacerlo). Se trata de generar negocios ya desarrollados y por eso es la forma de negocio de menor riesgo, explica Roberto Palacios, catedrático en la ESPAE Graduate School of Management.

Según el último dato disponible en la Federación Iberoamericana de Franquicias, en el Ecuador existían 203 franquicias en el 2011. De esa cifra, un 87% son de origen extranjero.

Ahora, las normas de calidad emitidas por el INEN restringieron el ingreso de determinados insumos básicos, porque según las autoridades algunos se pueden producir localmente.

Esto abrió varios frentes para las franquicias. Para evitar el desabastecimiento de insumos se vieron obligadas a buscar acuerdos con el Gobierno para sustituir paulatinamente los insumos importados por locales. Y, a su vez, obligó a las empresas a negociar sus contratos con los propietarios de las franquicias para evitar perder la representación de la marca.

Esto, porque los interesados en operar una franquicia firman contratos con los propietarios de la marca donde se obligan a cumplir parámetros en cuanto a imagen de marca, procesos de elaboración de productos, normas de calidad e incluso insumos. Empresarios del sector explicaron que las marcas están abiertas a cambios, aunque estos requieren tiempo. Por ejemplo, el cambio de un insumo debe ser sometido a auditorías.

"Los cambios tendrán que ser aceptados o no van a poder operar", explica Henry Kronfle, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano.

Una modificación en la receta puede generar multas o incluso el retiro de franquicias, aunque todo dependerá de cuán flexible sea el propietario de la marca, explica Palacios.

Kronfle explicó que existen normas del INEN que son prácticamente imposibles de cumplir. Entre ellas, controles previos y la obligatoriedad de certificados que, en la práctica, son complicados de conseguir en los tiempos que demanda la norma.

No obstante, el dirigente gremial considera que a la larga las medidas resultarán positivas. "Si se importa tiene que pagar por anticipado, hay riesgo en los tiempos de entrega y costos. Si se puede comprar localmente se resuelven muchos problemas".

El titular del gremio dice que el éxito de la medida dependerá de la capacidad de respuesta del empresario local. Richard Espinosa, ministro Coordinador de la Producción, reconoce que el cambio será en el corto, mediano y largo plazo, según el tipo de producto.

En tanto, las cadenas de comida rápida han enfrentado dificultades. Burger King, por ejemplo, sufrió a inicios de este mes la falta de un insumo fundamental: la carne preparada.

Palacios cree que las medidas no harán que Ecuador se quede sin hamburguesas, pero sí afectan el clima de negocios en el país.

Sobre este tema, Espinosa sostiene que las franquicias, por lo general, se adaptan al mercado donde están. "En Argentina la carne de hamburguesas no es importada...En la India no se consume carne sino una 'carne' vegetal. Es decir las franquicias se adaptan".

La comida rápida no es el único segmento que enfrenta restricciones. En la lista también se encuentran las franquicias de ropa.

"Ya va a haber ropa 'Made in Ecuador', que no la teníamos. La diferencia es que esta no se basará en la explotación laboral. El Ecuador tiene los mejores salarios de la región, que son marginales cuando algo de calidad se produce", asegura el Ministro. Y agrega que han avanzado en diálogos para la firma de convenios con dos franquicias internacionales de ropa para producir prendas no solo en el Ecuador sino en los diferentes países en los que operan las franquicias, aunque no mencionó los nombres.

Los insumos locales son una alternativa

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La franquicia Bourbon Grill auténtico sabor Cajún, que opera en el Ecuador, tardó un año y medio para lograr que la marca internacional le apruebe cambios en los insumos. La idea era utilizar productos nacionales en la preparación de los platillos ofertados por esta cadena de comida rápida.José De Howitt, representante de la franquicia en el país cuenta que negoció con el propietario de la marca que no me exija nada importado. "Había sazonadores importados".

El cambio implicó buscar proveedores locales, pasar por auditorías, pruebas de laboratorio, obtener nuevos registros sanitarios, entre otros trámites.

El esfuerzo valió la pena. Hoy más del 97% de los insumos de esta marca en el país son nacionales. Por esta razón, la firma no ha tenido problemas en la importación de sus insumos, tras la vigencia de las normas de calidad emitidas por el Instituto Ecuatoriano de Normalización que restringió las importaciones.

Otras dos cadenas de comida, que pidieron la reserva, señalaron que han negociado ya el cambio de algunos de sus insumos como papas y algunas salsas.

De Howitt cree que la restricción de importaciones es un cambio coyuntural que no impactará en cambios en la composición del mercado.

Otro caso lo cuenta Rodrigo Pineda, dueño de la marca local 'A lo bestia'. Él explica que el 100% de sus insumos son nacionales. La cadena utiliza carne de productores locales, papa chola, etc.

La franquicia abrió hace poco el primer local de un nuevo producto Hot Dogs a lo bestia, que también se provee con insumos locales.

23,7 millones se importaron en insumos de enero a noviembre del 2013

Los acuerdos son el camino a recorrer

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El segmento de alimentos de las franquicias fue uno de los principales afectados por la restricción de importaciones generada por las normas de calidad emitidas por el Instituto Ecuatoriano de Normalización (INEN).En la lista de productos que el Gobierno quiere restringir están íconos de la comida rápida como pizzas y hamburguesas. Ciertos ingredientes de estos tradicionales platos enfrentan nuevas reglas que han dificultado su ingreso al país.

La medida, vigente desde diciembre, establece controles previos y la obligatoriedad de obtener certificados que en la práctica son complicados de conseguir.

"¡Hasta papas fritas estaba importando el país, hasta carne para estas cadenas Burger King y McDonald's!", exclamó a mediados de este mes el presidente Rafael Correa al criticar el excesivo consumo de productos foráneos que, según el Gobierno, el país está teóricamente en capacidad de producir.

A inicios de este mes, la cadena Burger King sufrió un desabastecimiento momentáneo de carne preparada, debido a dificultades para desaduanizar los contenedores que venían de Bolivia.

Finalmente, se logró ingresar este insumo, luego de que se pidiera al Inen y a la Aduana que se respete la resolución 506 de la Comunidad Andina. "Esta una norma supranacional que está sobre cualquier norma nacional y establece que si el producto tiene la certificación de un organismo avalado por el Gobierno de Bolivia no tiene que acreditarse ante el organismo ecuatoriano", explica Henry Kronfle, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano.

El titular del gremio asegura que McDonald's, en cambio, disponía de insumos en sus bodegas hasta el 27 de enero próximo. El problema, señala, es que no ha podido desaduanizar tres contenedores de carne importados desde Chile que habían sido adquiridos antes de que se emitiera la norma.

"Esperamos que se cumpla el principio de buena fe internacional. Si usted hizo una orden de compra o tiene crédito con un proveedor previo al cambio de reglas se debe respetar", dice Kronfle.

Para futuras importaciones, las cadenas deben llegar a acuerdos con el Gobierno. "Se flexibiliza la importación a cambio de sustituir los insumos", dice.

Para ello, según Kronfle, están en diálogos con productores locales de carne como Pronaca y Agropesa. Teófilo Carvajal, presidente de la Federación de Ganaderos del Ecuador (Fedegan), dijo que el país está en capacidad de abastecer con carne a las cadenas locales y espera que el Gobierno los incluya en los diálogos.

Un acuerdo en este sentido ya se alcanzó con los importadores de papas fritas. Los importadores se comprometieron a reducir en un año el 23% las compras; esto será reemplazado con producción local una vez que se desarrolle el tipo de papa requerido por las cadenas.

Pero aún falta coordinar acciones con las entidades estatales para aplicar el convenio. Dado que una importación tarda 28 días, temen que se genere nuevo desabastecimiento de productos.