Silvia Vimos , la propietaria, en su local ubicado en  La Floresta.
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Los objetos de colección tienen su propia vitrina en la Floresta

Cuando Silvia Vimos paseaba por Brooklyn (EE.UU.) -en sus vacaciones en el 2010- se encontró con tiendas de objetos usados. Sitios acogedores en los que se vendían cómics de segunda mano, ropa, discos y bisutería.

A esta artista plástica, graduada en la Universidad Central, le llamó tanto la atención este tipo de negocios que quiso implementar la idea en el país.

Pero no fue hasta junio de este año que pudo hacer realidad su proyecto. Hace tres meses inauguró en el sector de La Floresta (centro-norte de Quito), el bazar denominado La Caprichosa.

Con una inversión de USD 3 500, que obtuvo de sus ahorros, implementó y decoró el local tras dos meses de trabajo. Pero a la idea de comercializar objetos usados se juntó a la propuesta de comercializar las creaciones de artistas y diseñadores locales.

Por ello, La Caprichosa oferta bolsos de cuero sintético, ropa, bisutería, jarros, artesanías, cuadros, entre otros objetos, que son elaborados por jóvenes diseñadores quiteños.

Pero esta tienda no solo se dedica a la venta de objetos, también realiza eventos y encuentros para sus clientes. Por ejemplo, los miércoles en la noche los visitantes pueden disfrutar de actos de magia, mientras que los jueves, de relatos de cuentos para niños.

María Belén Durán es la propietaria de Retromagneto, un emprendimiento que fabrica imanes decorativos para refrigeradoras y muebles. Esta marca es una de las proveedoras de La Caprichosa desde que comenzó sus ventas.

Durán cuenta que la tienda es una buena alternativa para que los jóvenes que elaboran artesanías muestren sus creaciones. Al mes, Retromagneto le entrega unos USD 100 en productos.

Desde su apertura, La Caprichosa tiene una facturación mensual que oscila entre los USD 1 500 y 2 000.

Andrea González, comunicadora social, cuenta que compró unos adornos para interruptores de luz y un cuadro. Ella destaca la variedad de productos y la atención al cliente. "Silvia nos da buenas recomendaciones de qué llevarnos".

Mientras que Henar Diez, arquitecta, es otra de las clientas del bazar. Ella señala que en la tienda existe mucha variedad de productos pero lo que más le atrae del lugar son las nuevas propuestas de jóvenes diseñadores que puede encontrar.

La mercadería

Objetos usados. En la tienda se pueden encontrar libros usados y cómics de diferentes autores.

Artesanía y ropa. Ropa para hombre y mujer, bisutería, adornos, cuadros y más.