Jóvenes emprendedores que son parte del programa ‘Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas’ se reunieron con el embajador de EE.UU. Todd Chapman. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

Jóvenes emprendedores que son parte del programa ‘Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas’ se reunieron con el embajador de EE.UU. Todd Chapman. Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES

Pedro Maldonado
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Ocho jóvenes resumen la esencia de emprender

13 de diciembre de 2016 11:54

Ñeque, persistencia, pasión, no tener miedo, aprender del fracaso, visualizarse en el futuro, entre otras, fueron algunas de las palabras y los consejos que se repitieron durante casi dos horas en una motivante reunión de emprendedores.

Ocho jóvenes ecuatorianos -seis de Quito, uno de Guayaquil y una de Cuenca- fueron los protagonistas de un encuentro lleno de buenas ideas y energía. Ellos participaron en el programa de intercambio ‘Iniciativa de Jóvenes Líderes de las Américas’ (Ylai, por sus siglas en ingles), del 4 de octubre al 12 de noviembre de 2016, en distintas ciudades de EE.UU.

El grupo volvió a reunirse el pasado 29 de noviembre, ahora en la Embajada de EE.UU., en el norte de Quito. Allí participaron en una transmisión en vivo vía Facebook con otros emprendedores del continente americano. La idea fue compartir experiencias, anécdotas, hablar del éxito y del fracaso, pero también del impulso que lleva cada emprendedor.

Con buen ánimo, los ‘eight Ylai’ recordaron los aprendizajes que les dejó su estadía en EE.UU. Durante el ‘Facebook live’ mostraron que el emprendedor tiene las ideas claras, que sabe que puede equivocarse, pero aún así lo intentan, una y otra y otra vez.

A la hora de las preguntas -enviadas y respondidas en vivo- los jóvenes ecuatorianos dieron algunos consejos. “Encontrar lo que a uno le gusta hacer. Vencer el miedo.

Empezar en pequeño. Aprender del fracaso. Probar y equivocarse hasta encontrar lo que uno quiere. No pensar mucho y lanzarse”, fueron parte de las sugerencias lanzadas al aire ante la mirada atenta del embajador estadounidense, Todd Chapman, y funcionarios, que también escuchaban con atención.

La palabra fracaso sirvió para que los jóvenes contarán experiencias que les marcaron. David Borja es el fundador de la plataforma Multidoctores.com, que busca generar un impacto social en la salud. Antes de este emprendimiento Borja fue uno de los responsables de Deliyami, una ‘startup’ local vinculada con el envío de comida a domicilio.

Borja recordó el desafío que enfrentó. “Mi negocio se estaba quedando sin fondos, había dinero por cobrar, pero que no cubría las deudas. Además, entraba al país una multinacional de pedidos a domicilio. Pensamos que todo estaba acabado”.

Luego, detalló Borja, recibió un correo de la multinacional que decía algo así: “nos va a costar trabajo superarlos por su conocimiento del mercado, por eso tenemos una propuesta”. Al final, Deliyami fue adquirida por la firma extranjera y el dinero sirvió como fondos para el nuevo proyecto de consultas médicas en Internet.

Otro relato sobre cómo superar obstáculos fue el de Andrea Almeida, ingeniera de alimentos y dueña de su propia empresa, Ethniessence. “Hace dos años el semáforo para alimentos nos afectó, al igual que el tema del registro sanitario. La operación se paralizó ocho meses y pensé en cerrar la empresa. Pero empecé a recibir llamadas de pedidos o para ofrecerme ayuda. Vi que valía la pena darnos otra oportunidad”.

La empresa se reactivó. Almeida y su equipo elaboró un plan de negocios más fuerte. “Nos entrenamos y estamos más fuertes que antes. Muchas cosas buenas están pasando y aprendimos que un resbalón no es el fracaso total”.

Para Marco Mendieta, cofundador de Megamobilier, el desafío se lo presentó una ejecutiva bancaria. “Ella me negó un crédito porque, según decía, mi empresa iba a quebrar y mi modelo de negocios no funcionaba”.

La situación era difícil, reconoció Mendieta, con ventas reducidas y pagos pendientes a proveedores. “Pero seguí adelante, las ventas mejoraron y callé la boca de mucha gente”, dice este emprendedor que maneja una empresa que fabrica muebles.

El género también pesa a la hora de abrirse campo como emprendedora. Así lo asegura Elisa Muñoz, fundadora de D’Cuero una pequeña ‘startup’. “A las mujeres jóvenes nos ven distinto, todavía nos encontramos con personas que nos dicen que consigamos un empleo con horario y sueldo fijo. Mi trabajo consistió en romper esas barreras culturales”.

La manera de enfrentar los problemas y el razonamiento de los jóvenes emprendedores arrancaron aplausos de los asistentes de la reunión. El embajador Chapman enfatizó en que el emprendimiento no es un asunto de un gobierno o de leyes, sino de mentalidad.

“¿Qué queremos como economía, como sociedad? Queremos emprendedores. Es importante que existan estas estructuras para el futuro porque las buenas ideas pueden surgir de cualquier parte”.