Redacción Quito
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El olor a café se toma la estación del tren

Son las 07:12 y el vapor que sale de la máquina de expresos inunda brevemente la cocina del Café del Tren, un local ubicado en la estación ferroviaria de Chimbacalle, en el sur de Quito.

Como si se tratase de una locomotora, el calor del agua anuncia la presencia de clientes en esta cafetería, que se inauguró el pasado 18 de febrero. Ellos acuden al sitio para combatir el frío de las mañanas quiteñas, mientras esperan subirse a los vagones y emprender el viaje.

José Luis Quintero, gerente de Comercialización de Ferrocarriles del Ecuador, explica que la creación de Café del Tren es parte de una estrategia de consolidación de la estación de Chimbacalle como un centro turístico en la capital.

El proyecto se inició a finales del 2010 con la elaboración del diseño de la marca. La ejecución se llevó a cabo desde julio del 2011 y tardó unos seis meses.

Se invirtieron unos USD 60 000 en promedio para la adecuación del local, que en principio se construyó para el alojamiento de granos y verduras. El Gerente explica que se piensa recuperar la inversión en cinco años.

Un mural de 12 m² divide los dos ambientes de la cafetería, que cuenta con una capacidad de 10 mesas. La obra estuvo a cargo de la artista plástica Bego Salas, quien tardó un día en pintarlo.

“La alegoría de los colores de las casas y el tren que están plasmados en la pintura representan la calidez de los habitantes de Chimbacalle”, explica la muralista.

El diseñador de interiores Kiko Rodríguez encabezó la adecuación. La madera es un elemento que predomina en paredes y pisos de la cafetería. “Este elemento proporciona un ambiente moderno y conjuga la historia de este sitio galardonado como la Primera Maravilla de Quito”.

Mario Ojeda, al igual que un maquinista, se ajusta su mandil para iniciar su jornada. El es Gerente de Corporación Noción, una firma a la que la Empresa de Ferrocarriles EP, concesionó la cafetería por cinco años. “Los costos de una taza de café, elaborado con grano de altura originario de cultivadores de Catamayo (Loja) va desde los USD 1,28 a los 2,50”, dice.

Los proveedores del Café del Tren también son moradores de Chimbacalle. Esta condición de trabajo era de indispensable cumplimiento para la concesión, según explica Quintero. “Al vincular a la colectividad en estos proyectos ganamos voceros que atraerán más visitantes”.

Mercedes Cruz entrega 100 humitas y quimbolitos para el Café del Tren cada viernes desde su inauguración (febrero). “Es gratificante saber que en este proyecto valoren el trabajo de los microempresarios del sector”, manifiesta.

Natalia Paredes visitó el local por recomendación de una amiga. “Me encantan las fotografías y algunos elementos de los operarios ferroviarios que decoran el sitio. Es un lugar para venir a compartir una taza de buen café con amigos”, señala.

Los horarios de atención van de 07:00 a las 19:00 de lunes a domingo.

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