Giorgio Corini es el creador de  Valcalepio, una iniciativa enmarcada en el emprendimiento social. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Giorgio Corini es el creador de Valcalepio, una iniciativa enmarcada en el emprendimiento social. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Pan y salsas italianos con insumos locales

1 de febrero de 2017 12:49

Cuando llegó a Ecuador hace 29 años Giorgio Corini ya estaba encantado con la cocina, pero también con el voluntariado.

Este emprendedor social arribó desde Italia para trabajar junto al fallecido padre Carollo en el proyecto Tierra Nueva. Ahora, maneja un comedor en el barrio Lucha de los Pobres en el que alimenta a 60 personas cada día, entre niños y ciudadanos de la tercera edad.

A la par, desde hace tres años, Corini plasmó en un negocio su pasión culinaria. Fabrica tres tipos de panes artesanales que incluyen diferentes insumos como romero, nueces, linaza y harina integral, sin grasas y mínima cantidad de levadura y sal.

Antes de emprender los preparaba únicamente para su casa. Luego los amigos y parientes comenzaron a requerir los panes, de 600 gramos, y así fue como decidió elaborarlos para la venta.

Al inicio, la comercialización era esporádica, pero ahora entregan a la semana hasta 25 unidades. La aspiración, sin embargo, es alcanzar 100 unidades en ese período. “Sí hay mercado, parece que no hay producción de ese tipo de pan”, dice optimista.

Ahora el producto se vende a conocidos, a compradores que conocieron en ferias y a una finca que distribuye canastas orgánicas. Sin embargo, hay propuestas para que entreguen el pan en delicatesen y locales naturistas.

Valcalepio, que es el nombre del negocio, es un emprendimiento familiar. Sonia Santa Cruz, esposa de Corini, ayuda en la producción del pan y desde septiembre del año pasado trabaja en la elaboración de tres salsas italianas y otras picantes con toque ahumado y preparación tipo conserva.

“En Ecuador comen el ají con agua, pero en Italia con aceite. Si uso el ají fresco tiene poca duración, por eso mi trabajo es deshidratar y ahumar”.

Ella explica que los productos que utiliza, entre los que están berenjena, orégano, etc., vienen de un huerto orgánico con el que cuenta este hogar. A este sitio, cada 15 días, acuden unos 30 niños y ancianos del comedor para sembrar y cosechar como una forma para educarse, conocer la importancia de la alimentación natural, entre otros aspectos.

Giorgio y Sonia impulsan el comercio justo. Incluso, forman parte del programa Empresas Solidarias e Innovadoras de ConQuito, que está enfocado en desarrollar productos con valor agregado e impulsar la innovación social, productiva y comercial.

Vanesa Rosero, responsable de la Unidad de Economía Popular y Solidaria de ConQuito, destaca que Corini que tuvo la valentía para darle un toque novedoso al negocio y mostrar que tiene el potencial para crecer más. “Es un producto exquisito, agradable a la vista y cuenta ya con una marca”.

Los emprendedores no tienen como objetivo montar un local; su estrategia es distribuir.