La semana pasada el precio del petróleo registró su mayor caída desde el 2003 en  Nueva York. Foto: Eduardo Muñoz / AFP

La semana pasada el precio del petróleo registró su mayor caída desde el 2003 en Nueva York. Foto: Eduardo Muñoz / AFP

Redacción Quito y Agencias (I)
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‘Petro-naciones’ replantean sus economías por caída del crudo

14 de febrero de 2016 16:03

La crisis de los precios del petróleo ha puesto contra la pared a los países cuyas economías dependen históricamente de este producto y que hasta el 2014 vivieron cerca de ocho años de un ‘boom’ de buenos precios que ha acabado.

Este nuevo escenario ha llevado a países como Venezuela, Rusia, Qatar, Emiratos Árabes y Ecuador a tomar medidas de ajuste de corto plazo y profundizar en estrategias para diversificar sus exportaciones en el mediano plazo.

Desde el 2007, el precio del petróleo tipo West Texas Intermediate (WTI) -que sirve de referencia para el crudo ecuatoriano y los países del hemisferio occidental con excepción de Europa- osciló entre USD 70 y 100 por barril en promedio, con una caída que se presentó durante pocos meses en el 2009.

No obstante, esta época de bonanza llegó a su fin a partir de agosto del 2014 cuando los precios comenzaron a desplomarse de los USD 102 por barril hasta tocar fondo la semana pasada cuando el WTI cayó a algo más de 26.

Dos factores han sido determinantes en el derrumbe de los precios. En primer lugar, la llegada de la oferta abundante de crudos no convencionales también conocido como de esquisto o ‘shale oil’ sobre todo desde Estados Unidos.

Estos crudos permitieron a la nación norteamericana no solo ser autosuficiente en el consumo para sus refinerías, sino además levantar la prohibición de varias décadas que tenía para exportar.

Con ello, dejó de consumir crudo de Arabia Saudita que recortaba su producción para mantener el barril bajo.

Al ver perdido no solo el mercado estadounidense sino otros mercados de Asia y Europa por la producción de Rusia y China, Arabia Saudita decidió levantar el recorte de su producción e inundar nuevamente el mercado. Este fue el segundo factor para la caída de los precios.

De esta manera, Arabia Saudita busca nuevamente recuperar los mercados perdidos y hacer que competidores como EE.UU. o Rusia reduzcan su exportación de crudo ya que sus costos de producción son altos y no pueden manejarse con precios de crudo muy bajo.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros países petroleros ajenos al cartel, han presionado para que Arabia Saudita vuelva a recortar, pero esta nación no ha dado su brazo a torcer. A este adverso paisaje se suma el regreso de Irán, nación a la que le fueron levantadas las sanciones de Europa y EE.UU. y que por ello podrá exportar 500 000 barriles adicionales.

Sin poder hacer nada más que insistir sobre un recorte general, los países petroleros han comenzado a aplicar la reducción de subsidios principalmente a los combustibles; también han tenido que replantear a la baja sus expectativas de crecimiento debido a una significativa disminución de sus ingresos.

Países del Golfo Pérsico evalúan elevar impuestos, recortes fiscales que incluso han implicado despidos y la venta de activos estatales, en el caso de Rusia.

En la región, países como Venezuela y Ecuador han vuelto a hablar de diversificar sus exportaciones y abrirse a nuevos mercados internacionales.

En el caso ecuatoriano, por ejemplo, se ha impulsado la entrada en vigencia del Acuerdo Comercial con la Unión Europea y la apertura de negociaciones comerciales con Corea del Sur, Honduras, Turquía e Irán.

Adicionalmente, el país busca impulsar otras industrias extractivas como la minería a gran escala para atraer inversión y diversificar sus ingresos.

También, intenta atraer la inversión de empresas extranjeras de servicios petroleros en los mismos campos estatales para liberar recursos en ese sector e impulsarlos en otras áreas.
¿Cuánto más podría durar la etapa de precios bajos? Los expertos difieren y hablan de lustros y hasta décadas, pero coinciden en que difícilmente el barril volverá a superar los USD 100.

Recortes de subsidios y activos, en la agenda

En Moscú y en las capitales de los países del Golfo Pérsico ya están en agenda medidas anticrisis por el derrumbe del precio del petróleo. Pero además, las expectativas de crecimiento son más bajas en estas economías donde la venta del petróleo representa la mitad del PIB.

“Antes de la caída de los precios del petróleo había unas previsiones de crecimiento de entre el 3,5 y el 4%, pero tras la crisis, en Arabia Saudita, por ejemplo, esta previsión ha caído al 1%”, indica Mohamed Ali Yasin, director de gestión del Banco Nacional de Abu Dabi en los Emiratos Árabes Unidos.

Los especialistas coinciden en que la crisis forzará un cambio estructural en las economías que dependen del crudo.

Para Theodore Karasik, consejero en la fundación Gulf State Analytics, los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) deberán tomar medidas estructurales más allá de las aplicadas recientemente, como la supresión de subsidios a los productos energéticos o al agua o la suspensión de proyectos de construcción e infraestructuras.

Entre estas medidas los países del CCG (Qatar, Omán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Baréin y Kuwait) deberán aumentar los impuestos en los próximos dos años.

En los Emiratos, donde todavía no hay un impuesto sobre el valor agregado, ya han aparecido cargas impositivas sobre el sector hotelero, y el país avanza hacia la creación de un sistema de impuestos.

Los estados del CCG tienen las reservas más grandes del mundo de petróleo, calculadas en 486 800 millones de barriles, equivalentes al 35,7% del total de las reservas mundiales. El Fondo Monetario Internacional calculó un superávit presupuestario para estos países de USD 76 000 millones en el 2014, pero esta previsión se transformó en un déficit de USD 113 000 millones en el 2015.

Otro país que prepara medidas anticrisis es Rusia que tiene previsto un plan de USD 11 250 millones para contrarrestar la caída de los precios del petróleo.

El programa está encaminado a promover el crecimiento en diversos sectores de la economía que no está vinculados con las materias primas.

El plan asigna USD 168 millones para estimular las exportaciones de productos de alta tecnología, y más USD 22 millones a impulsar las ventas al exterior de maquinaria agrícola y de transporte. En el panorama, además, el Gobierno ruso analiza la privatización de una serie de activos estatales.

Difícil recuperación de los precios en el corto plazo

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) lanzó la semana pasada un jarro de agua fría sobre las esperanzas de una subida a corto plazo del precio del petróleo, confirmando la enorme oferta de crudo y su frágil demanda. En efecto, la AIE advirtió que el actual exceso de producción y la débil demanda impedirán la recuperación de las cotizaciones del petróleo, ahora a un nivel históricamente bajo.

“En estas condiciones el riesgo de caída (de los precios) a corto plazo se ha acentuado ” , indicó la AIE en su informe mensual de febrero, en el que también prevé un aumento de las reservas.

La AIE -organismo energético de la OCDE, que representa a los países consumidores- desmonta uno a uno los factores de optimismo que permitieron que las cotizaciones del crudo se recuperaran en días pasados, volviendo a superar los USD 30 por barril, tras caer a 27, en enero, su menor nivel en 13 años.

La agencia, con sede en París, asegura que más vale no contar con una baja concertada de la oferta por parte de los productores, ya sean o no miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), para que vuelvan a subir los precios. “La continua especulación sobre un acuerdo entre la OPEP y los principales productores no-OPEP para reducir la producción no es más que eso, una especulación”, dice la AIE.

“La probabilidad de una reducción concertada es muy baja”, sentencia.

Al revés, la producción de la OPEP seguirá siendo importante este año. Encabezado por Irán, Iraq y Arabia Saudita, el cartel produjo 32,63 millones de barriles por día en enero, un alza de 280 000 barriles diarios respecto al mes anterior y de 1,7 millones de barriles, respecto al mismo período del año anterior.

Sin embargo, la producción mundial global se ha reducido en unos 200 000 barriles diarios el mes pasado, afectada por la baja de la producción fuera de la OPEP. En el 2016, la producción no-OPEP debería bajar en 600 000 barriles diarios a 57,1 millones, según la AIE.

Pese a ello, la Agencia considera prematuro apostar por una caída de los precios del petróleo, por un descenso de la producción estadounidense, ya que es posible que esta “siga resistiendo”.

Por otra parte, como se va a mantener un exceso de oferta, el crecimiento de la demanda mundial perderá vigor. Según la AIE, el consumo aumentará 1,2 millones de barriles diarios este año, un alza menor a los 1,6 millones de barriles diarios registrada en el 2015.