La semana pasada, en Puerto Vallarta, se reunieron en México autoridades y empresarios de la Alianza del Pacífico. El país quiere ser parte del bloque y envió una delegación. Foto: José Méndez / EFE

La semana pasada, en Puerto Vallarta, se reunieron en México autoridades y empresarios de la Alianza del Pacífico. El país quiere ser parte del bloque y envió una delegación. Foto: José Méndez / EFE

El plan de apertura comercial causa dudas en la industria local

31 de julio de 2018 08:30

La industria mexicana está interesada en exportar a Ecuador al menos cinco tipos de productos, con mejores condiciones de acceso. Esto con la posible firma de un acuerdo comercial.

Este interés llega luego de que la semana pasada una delegación ecuatoriana público privada asistiera a la XIII cumbre de la Alianza del Pacífico, que se desarrolló en Puerto Vallarta, con el fin de proponer el ingreso del país al bloque como Estado Asociado. Al finalizar la cita, el bloque declaró su interés por la propuesta y dio inicio al análisis conjunto.

Como parte del proceso es necesario que el país camine a un acuerdo total con México (ya tiene uno con Chile, así como con Colombia y Perú en la CAN).

Autos y camiones; repuestos, partes y piezas; artículos tecnológicos; electrodomésticos; y productos de consumo agroalimentario están entre los ítems que México está interesado en colocar en el país con preferencias, según indica Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial mexicano.

“Nosotros vemos con muy buenos ojos la incorporación de Ecuador a la Alianza del Pacífico. Esto nos va a permitir tener un libre comercio con el país. Los cambios que se están dando en Ecuador son atractivos para el comercio y la inversión. Podemos ser un mercado interesante”.

México busca aumentar tanto el comercio como las inversiones en Ecuador. El año pasado, según el Consejo, el país norteamericano trajo capitales por USD 6 897 millones por parte de empresas agroalimentarias, embotelladoras de refrescos, industrias dedicadas a la fabricación de artículos de consumo masivo, producción de plásticos, entre otros.

“Nosotros tenemos industria manufacturera que podría encajar muy bien en Ecuador y ustedes tienen industria agroalimentaria que nos sería de mucho interés (...) podemos homologar reglamentaciones de los países y hacer compromisos de facilitación financiera y de moneda. Estaríamos muy cerca y muy interesados en un acuerdo”, dice Castañón.

Actualmente, Ecuador tiene un acuerdo de alcance parcial con México. Esto quiere decir que solo está relacionado con intercambio de bienes, no consta todo el universo arancelario de cada país y la desgravación no es al 100%.

Los procesos para cerrar un acuerdo total con este país y la Alianza del Pacífico deberán avanzar durante el 2019.

Mientras tanto, directivos como Larry Yumibanda, presidente del Colegio de Economistas del Guayas, consideran que se debe analizar el impacto del acuerdo en diferentes áreas de producción nacionales como la agrícola, tomando en cuenta que México ocupa entre el primer y cuarto lugar en exportaciones al mundo de frutas, vegetales y artículos alimenticios industrializados.

Asimismo, es el principal exportador de manufactura avanzada para América Latina, según un estudio de Pro México. Entre los productos que más envía se encuentran electrodomésticos, teléfonos celulares, vehículos, etc.

Durante el primer semestre de este año, el 9,4% de automotores que se comercializaron en el país fue de origen mexicano, según la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador.

Para Yumibanda el acuerdo sería poco provechoso pues México produce y exporta, en materia agroindustrial, casi lo mismo que Ecuador.

Para David Molina, presidente de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador, podría haber un impacto desde la perspectiva comercial para el país y el sector. “Más allá de las sensibilidades para el sector automotor, línea blanca, metalmecánica, acero y plásticos hay temas que deben ser analizados para ver si el país está tomando la mejor decisión”.

El directivo, además, explica que México tiene una infraestructura gigante para atender, principalmente, a EE.UU., y ahora que tiene problemas de acceso debe buscar nuevos mercados.


Con Corea del Sur existen desventajas


La posibilidad de que Ecuador logre un acuerdo comercial con Corea del Sur, tal como lo han planteado las autoridades, genera debate e inquietud.

Las negociaciones para un posible acuerdo empezaron en enero del 2016, pero luego los diálogos se frenaron. En mayo pasado, el ministro ecuatoriano de Comercio Exterior, Pablo Campana, informó que entre los planes está retomar las negociaciones con el país asiático. También anunció que se iniciarán negociaciones con la India pensando en un futuro acuerdo comercial.

“Necesitamos más acuerdos comerciales abiertos. Tenemos solo dos, con la CAN y la Unión Europea, mientras que Perú tiene 19 y Colombia 14”, dijo Campana en el foro Invirtiendo en el futuro del Ecuador, organizado por la Ascoa y el gobierno de Ecuador.

El Grupo Spurrier elaboró en octubre del año pasado un estudio titulado ‘Costo beneficio de una cuerdo de libre comercio entre Ecuador y Corea del Sur y sus impactos sectoriales’. Lo hizo para la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae).

En el documento se detalla que la balanza comercial no petrolera es bastante favorable para Seúl. Las exportaciones a Corea del Sur fueron por USD 81 millones en el 2016, mientras que las importaciones desde el país asiático llegaron a USD 495 millones, según datos de ProEcuador.

Los principales productos ecuatorianos que llegan a ese mercado son camarón, atún, desperdicios de cobre, banano y cacao. Desde Corea del Sur se envían vehículos, aparatos eléctricos, artefactos mecánicos, plásticos y caucho.


Según el estudio, un acuerdo comercial permitiría que las exportaciones ecuatorianas crezcan en USD 29 millones. Pero también advierte que las importaciones surcoreanas crecerían USD 185 millones. Esto significa que el déficit comercial total para Ecuador sería de USD 794 millones. “Corea del Sur se convertiría en el segundo país con el que Ecuador mantiene un mayor déficit comercial después de China”, indica el estudio mencionado.

El documento añade que también habrá un impacto fiscal, así como en la producción y el empleo. La pérdida fiscal, por ejemplo, sería de USD 134 millones.

Para Oswaldo Landázuri, miembro del directorio de la Cinae, el plan de una mayor apertura comercial que plantea el gobierno tiene ventajas y desventajas. Entre las primeras menciona la posibilidad de tratar de vender más, con ventajas comparativas.

Las desventajas son las posibles pérdidas de sectores como la industria automotriz, el segmento de confecciones, el negocio de maquinaria, entre otros. “El riesgo es mayor con economías con escalas de producción tan grandes, como México o Corea del Sur”.

Landázuri cree que falta un mayor análisis a las propuestas de apertura comercial. “No se entiende bien qué tan beneficioso o perjudicial puede ser para el país la apertura comercial con un determinado país”.

Según este empresario, se están proponiendo acuerdos comerciales con economías que tienen alta industrialización y por lo tanto habrá dificultades para la industria ecuatoriana. Corea del Sur, añade Landázuri, tiene subsidios a la industria del acero y eso impacta en la producción de automóviles y en el sector de línea blanca. “Competir con ellos entonces será muy difícil”.

Según la agencia surcoreana de inversiones Kotra, en la última década se expandieron las relaciones comerciales y económicas, con proyectos de cooperación entre Ecuador y la nación asiática. En lo comercial la relación se ha fortalecido con participación de empresas surcoreanas en Ecuador y con proyectos de cooperación no reembolsable a través de la agencia de cooperación.

El país asiático tiene cerca de 50 acuerdos a escala global. En la región tiene acuerdos con Chile, Perú y Colombia.


Los gremios están pendientes del proceso de adhesión a la Alianza


Una vez que la Alianza del Pacífico mostró su beneplácito por el interés de Ecuador para convertirse en estado asociado, los gremios empresariales consideran que debe de impulsarse el proceso de incorporación tanto por el lado del sector público como del privado.

Para la incorporación existen algunos pasos. Daniel Legarda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), explica que “el proceso pasa por una negociación con los cuatro países. Con Chile, Colombia y Perú ya tenemos un acuerdo de comercio. Faltan revisar unos temas de servicios. Con México tenemos un acuerdo muy pequeño. Hay que ampliar completamente nuestro convenio. Para ser considerados como asociados, al final de ese proceso, sí se debe llegar con el acuerdo con México”.

Si la negociación con ese país ya está encaminada, aunque todavía no haya tratado suscrito, es potestad de la Alianza del Pacífico el admitir o no al país como asociado. Existe esa flexibilidad del bloque.

Patricio Alarcón, presidente del CEE, explica que la Alianza del Pacífico es la octava potencia económica y exportadora a escala mundial. “El Ecuador ha perdido demasiado tiempo aislado de la integración real, la que genera empleo y prosperidad”. Añade que en la región, el bloque representa el 37% del Producto Interno Bruto (PIB), concentra 52% del comercio total y atrae el 45% de la inversión extranjera directa.

Para David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), el Gobierno debe impulsar una mayor integración comercial, mientras que los gremios deben contactarse con el Consejo Empresarial de la Alianza. Este último es el que, efectivamente, mueve los temas de inversiones y comercio.