Luca Galeotti-Flori es uno de los responsables del desarrollo y la expansión de estos licores. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Luca Galeotti-Flori es uno de los responsables del desarrollo y la expansión de estos licores. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

Dos primos dan impulso a una bebida artesanal

3 de septiembre de 2018 18:28

La inspiración y la idea de elaborar licores caseros a base hierbas y frutas nace a partir de una tradición de la familiar.

Patrizio Galeotti-Flori, proveniente de Italia, tenía un gusto peculiar por la preparación de infusiones naturales. Por esta razón, el pionero se dedicó a preparar licores artesanales dentro de su domicilio. Su hijo Titi Galeotti-Flori y su sobrino Luca Galeotti-Flori decidieron seguir con la tradición familiar.

Los dos primos desarrollaron el emprendimiento que se denominó La Limonaia, a finales del 2016 en Ecuador. Un año y medio después, en junio de este año empezaron con la distribución.

Esta iniciativa tomó forma tras preparar la primera muestra de licor, Limoncello, para sus amigos y familiares hecho con base de una receta de la abuela de los jóvenes.

“Elaboramos nuestra primera receta con un clásico bajativo italiano de limón”, cuenta Luca.
La marca cuenta con dos tipos de productos para el consumidor: La Limonaia Limoncello a base del dulce de limón y La Limonaia Cedroncello que combina ingredientes naturales con la mezcla del dulce de cedrón.

Los emprendedores aseguran que sus productos se elaboran con ingredientes ecuatorianos y la mezcla de recetas italianas.

Los precios de los insumos, según sus presentaciones, oscilan desde USD 19 hasta USD 23.
Desde este año, La Limonaia se posicionó en restaurantes, locales, licorerías, edificios y, recientemente, en haciendas del país, principalmente, en la capital. Algunas de estas ‘vitrinas’ son Tinto Blanco Wine Bar, Datu Gourmet, Floralp, El Market Express, Hacienda Zuleta, Hacienda El Porvenir, entre otras.

Los jóvenes manifiestan que su emprendimiento recibió apoyo por parte de la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación desde el desarrollo de la marca.

Luca dice que La Limonaia Cedroncello fue reconocido como el segundo producto más innovador en una reciente feria de Quito.

La microempresa trabaja, únicamente, con Tito y Luca Galeotti-Flori. Sin embargo, aseguran apoyar al comercio justo del país ya que el cedrón, entre otros insumos naturales provienen de comunidades de la Sierra.

Los jóvenes tienen previsto contratar, próximamente, un grupo de empleados que colaboren con la distribución y administración de los productos.

La materia prima proviene de negocios del Ecuador a excepción de las botellas. Este insumo se importa de Perú e Italia por la escasez de estos bienes en el país.

Los licores, según Tito, están dirigidos para personas mayores de 18 años, que aprecian el buen licor con ingredientes bajativos e innovadores y que apoyan al emprendimiento nacional.

La Limonaia tiene previsto en los próximos meses expandirse a escala nacional con cadenas distribuidoras del país que colaboren con la estandarización de sus productos. Mientras tanto, los Galeotti-Flori se enfocan en lograr una estabilidad en la capital con consumidores fijos.

Javier Vásconez adquirió una botella de La Limonaia Cedroncello. “Este licor tiene ingredientes de calidad y lo mejor es que tiene un sabor agradable y apetecible”.

Isabel Jácome probó La Limonaia Limoncello y asegura que este producto en realidad es un bajativo de alimentos.

Datos

La Limonaia elaboró sus productos con algunas tradiciones y recetas italianas de su abuela y con la mezcla de la cultura ecuatoriana.

La inversión inicial del emprendimiento fue de, aproximadamente, USD 4 000.

Los emprendedores elaboran cocteles que combinan vodka o la bebida de jengibre, Ginger Ale con sus dos tipos de licores de cedrón y limón.

Las tareas que demanda el emprendimiento se dividen entre Titi y Luca.