Los paneles solares funcionan desde el 15 de diciembre en la parroquia Chanduy, en Santa Elena, donde se encuentra la plantación bananera orgánica del empresario Ricardo Umpiérrez. Fotos: Cortesía: Mundo Banana

Los paneles solares funcionan desde el 15 de diciembre en la parroquia Chanduy, en Santa Elena, donde se encuentra la plantación bananera orgánica del empresario Ricardo Umpiérrez (foto). Fotos: Cortesía: Mundo Banana

Su producción de banano orgánico usa energía solar

10 de enero de 2022 22:12

En Chandy, el banano orgánico de la finca Don Polo se produce bajo una alta radiación solar.
El sol es incesante, es una zona árida y, a veces, apenas llueve unas tres veces al año en esta parroquia del cantón Santa Elena.

Por esas características, el empresario bananero Ricardo Umpiérrrez invirtió en un tipo diferente de energía, para regar las 300 hectáreas de plantaciones de este fruto de exportación.

El riego subfoliar, como se llama técnicamente al sistema, y las otras actividades de Don Polo funcionan con la energía fotovoltaica que generan 780 paneles solares. Está en operación desde el 15 de diciembre último y hasta el momento ha funcionado bien. Todo este equipamiento ocupa un área de 3 000 m2 de la finca.

La ubicación exacta de Don Polo está en el km 100 de la vía a la provincia de Santa Elena. En esa zona hay alta radiación solar y muchas horas luz. Esto es importante para tener una alta eficiencia del sistema fotovoltaico.

Umpiérrez, gerente general de la empresa Mundo Banana, instaló toda esa estructura con dos propósitos: contribuir con la reducción de los gases de efecto invernadero del planeta y que sea un complemento importante para su certificación de comercio justo Fair Trade, que tiene su bananera.
Ambas cualidades son muy atractivas a la hora de la exportación a Estados Unidos y, sobre todo, de Europa, comenta.

Gino Pinoargote, CEO de la empresa Genera que colocó este sistema, explica que la potencia instalada de los 780 paneles es de 413 kilovatios pico. De esa cantidad se utiliza de 70% a 80%.
Esta generación solar está conectada a la red del sistema eléctrico nacional, según Pinoargote.
Tanto él como Umpiérrez consideran que es la infraestructura más grande que hay en una finca bananera ecuatoriana.

Por eso, Pinoargote piensa que este proyecto es un verdadero gesto de transición energética y que Ecuador es reconocido por apuntar hacia la sostenibilidad.

Don Polo, donde se siembra desde 2018, consume en los meses pico un promedio de USD
18 000 mensuales. La mayor parte se debe al uso del equipo de riego.

Con los paneles se espera que la planilla eléctrica se reduzca en un 50% y de esa manera se optimizarán los costos de producción.

La empresa Mundo Banana invirtió USD 330 000 en la instalación del sistema, con un biocrédito del Banco Pichincha.

El gerente y propietario considera que la inversión se amortizará en unos seis o siete años y la vida útil de los paneles está considerada de 20 a 25 años. Por eso, cree que es un proyecto a largo plazo y traerá varios beneficios, como ahorro en la planilla, una producción diferenciada para poner en los mercados.

Las exportaciones de banano orgánico comenzaron en 2019 y se realizan cada semana con el envío de 10 contenedores; estos representan 10 000 cajas semanales.

Se van principalmente a los países nórdicos, como Suecia, Noruega, Dinamarca, Suiza, Finlandia y Alemania.

Al tener un alto poder adquisitivo pueden pagar este banano, que tiene una cotización más alta, por ser Fair Trade y orgánico. “Es un nicho de mercado al que apuntamos”, enfatiza Umpiérrez.
De toda la producción, más del 80% se va a Europa, mientras que el resto se comercializa en EE.UU.

Mundo Banana también posee dos fincas de banano más, que suman 150 hectáreas. Estas no son orgánicas, sino que se producen de la manera convencional. Una de las plantaciones está en el cantón El Triunfo y la otra en Milagro, ambas en Guayas.

Umpiérrez empezó en este negocio como exportador bananero en 2008, pero dos años después compró 10 hectáreas de tierras y sembró su propio banano y ha ido creciendo paulatinamente.

En las tres plantaciones trabajan 410 personas y se aumentarán 40 más, por el incremento de la producción, entre técnicos, empacadores y demás personal de campo.