Redacción Quito
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El producto premium tiene su local específico

Matilde Erazo recuerda que en su infancia sus almuerzos no eran muy comunes. Su madre, Matilde Solines, preparaba platos como sopa de cebolla o crepés con salmón y desde entonces se apasionó por lo gourmet.

El buen comer siempre ha sido parte de su vida, hasta el punto de convertirse en su fuente de ingresos. Hace 10 años, Erazo incursionó en la venta de carne y mariscos. Su valor agregado era que todos sus productos tenían un toque premium. Esta quiteña entregaba a domicilio mariscos y pescados con calidad IQF; es decir, tan pronto son pescados pasan a un proceso de congelación, por lo que mantienen su frescura.

Asimismo, Erazo buscaba los mejores cortes de carne; se fijaba en que sus proveedores entregaran sus productos a los restaurantes más renombrados de Quito.

Pero a principios de este año, el negocio evolucionó y se convirtió en un minimarket especializado en varias líneas de productos gourmet, como lácteos, pastas y especias. Así, en enero de este año nació Chez Matilde.

Erazo, junto a su esposo Alberto Gómez de la Torre, invirtieron unos USD 1 500 para adecuar un local en el sector de Monteserrín (nororiente de Quito).

En Chez Matilde se venden productos de marcas nacionales como Karú, que se especializa en yogur griego, o la Qabra Tira al Monte, que elabora pulpas, quesos encurtidos y otros comestibles.

La idea del negocio cobró fuerza luego de que este matrimonio regresó de EE.UU., país en el que la pareja vivió por siete años, debido al trabajo de Gómez de la Torre. En esa nación formaron parte de un club gourmet y las preparaciones de Erazo eran reconocidas por los miembros de esta agrupación.

En el 2012, de vuelta al Ecuador, decidieron retomar el negocio de entrega a domicilio de cárnicos y mariscos. Poco a poco, a su portafolio de productos se fueron sumando lácteos como el yogur y queso; el automóvil en el que repartía se convirtió en una tienda rodante.

De ahí nació la necesidad de montar un local para la comercialización de su creciente oferta. Ahora, Chez Matilde cuenta con unos 80 ítems que se distribuyen en su local, cuya superficie es de 27 m². La facturación mensual promedio llega a los USD 12 000.

José Barreiro, ingeniero civil y amante de la gastronomía, es cliente del negocio. Él comenta que acude una vez por semana para adquirir productos para sus preparaciones, como comida mexicana, peruana y nacional. "Tiene buen queso mozarela, sales marinas de diferentes sabores, salmón", comenta Barreiro.

Mientras que María Augusta Maldonado, ama de casa y consultora de política, acude a Chez Matilde para comprar pescados, mariscos y bocaditos para las visitas que llegan a su casa. "Hay una buena variedad de productos que no se encuentran con facilidad en otros sitios".

Los productos

Los más requeridos. Entre los más demandados están sales Terramare marina, salsas para pastas, patés, jalapeños con queso chedar, entre otros productos.

El target. Este minimarket apunta a un target medio alto; el público joven es su asiduo comprador.

Otros servicios. Chez Matilde también ofrece servicio de catering y cuenta con un menú diario de comida tex-mex, francesa y ecuatoriana.