El concentrado de cobre se ha convertido en uno de los tres rubros de exportación más importantes de Puerto Bolívar, junto al banano y camarón.

Este puerto, ubicado en Machala, comenzó su relación con la minería en septiembre del año pasado, con la empresa Ecuacorriente. En esos pocos meses de 2020 tuvieron cuatro buques cargados y este año se espera cerrar con 12.

Alfredo Jurado, gerente general de Yilport Holding en Latinoamérica, evidencia así la importancia que ha adquirido ese puerto en la actividad minera nacional.

Yilport es la empresa concesionaria que administra Puerto Bolívar desde marzo de 2017, a través de una alianza público-privada con el Estado ecuatoriano. El contrato es por 50 años. Con las inversiones se ha convertido en una terminal portuaria multipropósito y atrás quedó el pequeño puerto bananero, dice Jurado.

La minería desplazó al camarón, pero el banano sigue siendo el principal de exportación.
Hasta fin de año se proyecta recibir 511 246 toneladas de concentrado de cobre, que representan más de USD 5 000 millones en exportaciones; por cada tonelada se considera el valor de USD 9 800.

Los ingresos para el Estado, de aproximadamente 32%, serán de USD 1 600 millones en Puerto Bolívar y con un solo exportador. En palabras de Jurado, “esto puede determinar el futuro que tiene la minería para el Ecuador y la importancia en su desarrollo”.

La llegada de este mineral también ha significado un movimiento del transporte. Cada día arriban, en promedio, 85 camiones cargados, eso significa 2 400 toneladas totales (ver gráfico).

Ante esta fuerte dinamización, el directivo considera a la minería como una de las actividades del puerto hacia el futuro.

Cree que por su ubicación geográfica, esta infraestructura es el puerto natural para la minería en la parte austral del Ecuador, sobre todo porque han visto la relevancia y la cantidad de proyectos mineros que hay en el sur del país.

Los inicios en esta actividad fueron un desafío, sobre todo porque debían manejar la operación minera, que -en mucho- no es compatible con el entorno de Puerto Bolívar. Este se halla rodeado por la ciudad de Machala, que a su vez tiene un anillo de piscinas camaroneras y plantaciones bananeras.

Para combinar las operaciones de banano, camarón y concentrado de cobre se realiza una primera fase con la utilización de ‘big bags’ (llenos con el mineral) y cargados directamente a un buque granelero. De esa manera, el producto es recibido de forma segura.

Los big bags llegan en camiones y cubiertos con una lona. Así salen de la mina Mirador, operada por Ecuacorriente en el cantón El Pangui, en Zamora Chinchipe.

Dentro del puerto se remueve la lona; los big bags son pesados y luego almacenados. El piso del sitio está recubierto con una membrana plástica muy gruesa, que impide la contaminación. En el siguiente proceso son llevados en camiones a un costado del buque.

Para mejorar la manipulación, en el segundo semestre de 2022 usarán contenedores volteables. Estos serán llevados a la mina, para ser cargados con el material a granel, se sellarán y se trasladarán al puerto. Aquí los tratarán como si fueran contenedores normales. Inicialmente, se prevé comprar 1 500 contenedores volteables.

Las exportaciones mineras llegaron en un momento en que el puerto ya había mejorado su infraestructura. Las inversiones han incluido el dragado para recibir buques de alto calado. Han llegado a 14,5 metros de profundidad y la meta es alcanzar los 16,5 metros los próximos dos años; antes era de entre 9 y 10 metros. “Con esto nos convertirnos en el puerto más profundo del país y uno de los más importantes en Latinoamérica”.

Desde el mes pasado también se construye un muelle de 450 metros de largo, como parte de las obras de la primera de cinco fases de inversión. Se han invertido USD 180 millones de los 240 millones previstos en esta etapa, que terminará en 2023.