Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción. Foto: Mario Faustos / LÍDERES

Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción. Foto: Mario Faustos / LÍDERES

‘La reactivación del sector será lenta’

30 de diciembre de 2020 11:44

Carlos Repetto, presidente de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción analiza el impacto de la pandemia para esta industria. El sector perdió unos 70 000 empleos, producto de la paralización de los proyectos, que todavía no se reactivan en su totalidad.

¿Cuál es el balance del año 2020 para la construcción?
El 2020 es un año para olvidar. La situación fue muy crítica en el tema financiero y sanitario. Para el sector de la construcción, que trabajamos en campo, al aire libre, y que moviliza mucha mano de obra, fue muy crítico. La pandemia, en sus inicios, paralizó totalmente al sector.

También ha sido un año que nos ha permitido volvernos más ingeniosos para laborar en medio de un entorno peligroso, agresivo. Todos hemos aprendido de qué manera cuidarnos. Este fue uno de los primeros sectores en reactivarse, porque las autoridades coincidían en que era un sector de muchísimo trabajo y alta mano de obra. Se han llevado a cabo los controles y protocolos que permitieron que laboremos de forma adecuada y sana. Eso en la parte de salud.

¿Y en lo económico?
Económicamente fue un año desastroso, porque normalmente trabajamos en función de los proyectos que tenemos. Si ganamos un proyecto, vamos a contratar inmediatamente más mano de obra para ejecutarlo. Una paralización significa la crisis económica total, porque no se puede seguir trabajando y a todo ese personal se lo contrató por una obra cierta y hay que mantenerlo hasta que termine el proyecto. Tuvimos que asumir muchos costos que llevaron a una crisis financiera a un 70% de las empresas del sector.

¿Cuántos empleos calcula que se perdieron?
Se estima que se perdieron cerca de 70 000 empleos en la construcción, que se han ido recuperando poco a poco, una vez que se fue reactivando el sector, con proyectos piloto. A finales de agosto, se logró reactivar buena parte de la industria, pero muchos proyectos no abrieron porque hubo un desbalance: los inversionistas se fueron o el constructor no pudo conseguir recursos frescos para asumir la pérdida de los meses que estuvo cerrado. Por otro lado, la inestabilidad laboral hizo que aquel que estaba pensando en comprar vivienda postergara su decisión por la incertidumbre.

¿Qué otras dificultades enfrentaron durante este año?
Luego de la reactivación, nos encontramos con otras problemáticas. En el caso del subsector de la edificación, los créditos hipotecarios tienen vital importancia. Uno de los inversores más importantes son las entidades de la seguridad social, que necesitan colocar el dinero a plazos largos para pagar las pensiones de sus jubilados; pero lamentablemente, cada vez invierten menos en el sector privado. Entre el 2016 y el 2019 hubo una caída del 40% en la colocación del Biess y a noviembre de este año apenas se había colocado el 57% de lo que desembolsó en el 2019. Hay que buscar mecanismos para reactivar la industria de la construcción, que es multiplicadora de la economía, porque moviliza a otros sectores.

¿Cómo les impactó la disminución de la inversión en la obra pública?
La construcción es un sector pujante, pero le perjudicó notablemente la casi eliminación de inversión del sector público. Según algunos indicadores, la reducción de las inversiones de la obra pública está entre el 60 y 70% de lo que se hizo el año pasado. Se estima que la tributación de este año será notablemente inferior a la de años anteriores; por tanto, el Gobierno paralizó muchas obras y otras ya no las reactivó, porque no existe la disponibilidad. Cerca del 50% de las empresas del sector se dedican al sector público.

¿En cuánto cayeron las reservas de viviendas en el sector público y privado?
Entre un 25 y 30%. Esperamos que se vayan recuperando poco a poco. Un proceso electoral crea esperanza. Esperemos que los ecuatorianos recuperen su seguridad de empleo, que les permita reiniciar inversiones para una vivienda, y que la banca privada y los fondos de la seguridad social den créditos al sector que requiere viviendas, oficinas.

¿Cómo han visto el otorgamiento de créditos inmobiliarios en la banca privada?
Hay algunos avances importantes, como la bonificación a construcciones sostenibles, amigables con el medioambiente, al bajarles un poco la tasa de interés. También existe una banca responsable en el Ecuador, que cree en beneficiar al medioambiente y esta es una forma de hacerlo, con la disminución de tasas de interés para constructores y compradores.

¿Qué avances hay en cuanto a construcciones sostenibles?
Recién tenemos unos cinco o seis años trabajando en ello, pero empieza a haber conciencia en la sociedad, especialmente en los jóvenes y ese segmento de la población es un cliente potencial para este tipo de proyectos.

¿Cómo cerrará el PIB de la construcción este año?
Estimamos que el 2020 tendrá una caída del 9% en el PIB de la construcción. El sector tampoco venía boyante. En el 2018, el PIB cayó un 4%, y el año pasado, un 5%. Aunque hoy estamos reactivados un 60% o 65% del sector, tenemos datos de ciertos productores de materiales de construcción que han observado que entre los meses de octubre y noviembre hubo un crecimiento de las ventas, en relación con el mismo mes del año anterior. Es el área de reparaciones y mantenimiento, el sector de ferretería. Al estar tanto tiempo encerrados, la gente empezó a reparar su casa. En esos meses se equilibraron los volúmenes normales de ventas, lo cual quiere decir que se ha ido recuperando rápidamente la economía.

¿Han presentado propuestas a los candidatos a las elecciones presidenciales?
Nos hemos reunido con algunos candidatos y les hemos pedido modificaciones a la ley de contratación pública, tan venida a menos y desprestigiada por la corrupción que se ha dado en contratos de obra pública. Esta solicitud ya la hicimos a las autoridades actuales, al Congreso, a la Presidencia de la República, al Contralor. Les pedimos una reforma integral del sistema de contratación de obras y compras públicas que debe volver a ciertos sistemas que, aunque eran un poco lentos, más controlados y honestos.

¿Qué es lo que ha cambiado?
Hoy el contrato lo califica y adjudica una computadora, antes entregábamos las ofertas en vivo y había tribunales de revisión. Se necesita transparencia en todo el sistema de compras públicas y contratación de obras. Se debe volver a un control más concurrente por parte de la Contraloría y que podamos participar representantes del sector privado en los comités de adjudicación, además que se abran los sobres públicamente. El Contralor nos manifestó su total acuerdo con nuestra propuesta. El Presidente y la Asamblea no han contestado.

¿Qué perspectiva tienen del 2021, considerando la pandemia y el nuevo gobierno?
Los seis primeros meses del próximo gobierno serán de terminación urgente de los proyectos anteriores. Nadie va a querer invertir ahorita, primero van a esperar a ver quién gana. La reactivación va a ser más lenta, porque hay demasiadas incertidumbres.

Hoja de vida
Formación. Ingeniero civil por la Universidad de Guayaquil (1976). Programa económico en el Incae, Alajuela, Costa Rica.

Experiencia profesional. Vicepresidente comercial de la empresa Cemento Nacional (1995-2004). Director comercial, gerente general y otros cargos en Holcim Ecuador (2004-2009). Presidente de Adfranec (2009-2011).

Cargos actuales. Presidente Ejecutivo de Mamut Andino. Gerente General de Logimin. Presidente Constructora ERE. Presidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil y de la Federación Ecuatoriana de Cámaras de la Construcción.